¡La diferente vara de medir o la Ley del Embudo! Por Miguel Sánchez

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El Capitán Don J.L.P., ha cometido un delito gravísimo, por solicitar la bendición de su Pater, para los soldados de su Compañía y para el Banderín que la representa.

La gravedad no es solo por el hecho de la Bendición cristiana de toda una compañía, que para estos insurgentes herejes y diabólicos hijos de Satanás, es la del lugar elegido. Ni más ni menos, que dentro del recinto, en donde se encuentra el Templo, más hermoso y maravilloso del mundo. Allí en dónde queda el último reducto del catolicismo, de la Fe en Dios, del amor a la Patria, los Valores Eternos y la Dignidad.

Pero “EL GRAN CAPITÁN”, sabía que eso le costaría el puesto y su carrera, pero prefirió quedar bien con Dios, con la Patria y consigo mismo, ante un pueblo de cobardes aborregados y unos mandos militares, que solo piensan en su nómina, en sus ascensos y en su jubilación.

Todo este Rojerio, del que viven los más despreciables politicastros y los monarcas más felones de toda la Maldita Dinastía Borbónica, están siempre al acecho y no pasan una, si actúas contra este paranoico, deplorable y hereje Panfleto del 78.

¡Es un gravísimo delito, sentirse bendecido, en el Santo Valle y es más grave aún, estar arrodillado, ante la Cruz más alta y maravillosa del mundo!

Por el contrario, no es delito alguno, interrumpir con malas maneras y formas, el Himno Nacional, con la agravante de ser Ministra de Defensa. ¡MENUDO EJEMPLO!

Eso no fue un delito, eso no fue desidia y anti patriotismo, eso fue una TOTAL INJURIA, un hecho que en la actualidad, ya no tiene importancia, porque quién manda, manda y los demás a revolotear a su alrededor

¿Dónde estabais militares cobardes? Estabais allí y ninguno de vosotros, tuvo huevos, para poner firmes a esa ministrucha, que cometió el acto más vil que se puede realizar, contra la Patria.

Pero no solo eso, sino que todos los militares, con diferentes rangos, que presenciasteis este gravísimo delito, no tuvisteis ni agallas, ni honor, para a esa indeseable, poner firme y obligarla a escuchar el Himno Nacional íntegro. Y no solo eso, sino que según se iba, agachabais el espinazo, os cuadrasteis para saludarla, mientras ella ni os miró

¡COBARDES Y DESPRECIABLES MERCENARIOS!

¡Fuisteis unos cobardes y unos miserables y vuestros Jefes y Mandos militares superiores, os tenían que haber destituido a perpetuidad, sin embargo, ni os llamaron al orden, porque ellos son de la misma calaña, unos mercenarios con estrellas.

Este Capitán, éste héroe, que demostró sus cojones, su valentía y el amor a Dios y a la Patria, aún sabiendo la que le caería, con orgullo lo hizo

¿Qué hubiera hecho, de haber presenciado el desprecio de una fulana “la bien pagá”, a nuestro Himno?

Pues, se hubiera cuadrado ante ella, para no incurrir en el reglamento y acto seguido, la hubiera obligado hacerlo a ella y firmes restituir la grandeza a nuestro Himno Nacional, despreciado y envilecido, por todos los presentes.

¡Esa es la diferencia, esa es la raya roja, que unos cruzan con orgullo, honor y lealtad y que la mayoría, va a cuatro patas, detrás de su amo, pues sus vértebras tan acostumbradas a ello, no son capaces de mantenerles erguidos!

Pero, había dos peperos, el Alcalde de Madrid y la Presidenta de la Comunidad de Madrid, que siguiendo a la miserable e indecente ministra, la siguieron en su actitud, en lugar de permanecer firmes escuchando el Himno Nacional, que seguía tocando.

Decía un comentario, mientras otro era aún más contundente: «Ya está mal que no quieran guardar luto. Peor, que ni siquiera reconozcan sus errores. Clamoroso que no quieran pedir perdón… ¡Pero que la ministra de defensa obligue a parar el himno nacional y más en un homenaje a los muertos por el Covid! ¿Pero esto qué es? ¿Cómo es posible que nadie dimita o sea cesado?

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Y si todo esto es gravísimo, ¿Qué me dicen de los masones, traidores, cobardes y despreciables engendros de los Borbones, que aprobaron la puta “Memoria Comunista” y la “Profanación del Cuerpo del General Invicto”. Y que hay, del canalla y verdadero hijo de Satanás, un tal Rajoy, que ganó con mayoría absoluta, para derogar las leyes, del Rojo y su puto abuelito el traidor y no solo no lo hizo, sino que las aplicó, formando su ejecutivo, la continuidad de las Extrema izquierda de los bolcheviques, herederos de sus padres y abuelos asesinos de inocentes?

¡VAYA PANDILLA DE MALEANTES!

(Caballero de la Orden Masónica del Fundador de los Francmasones Antiguos, reconocida como la Gran Logia de España)

Y ya, un último recuerdo para mi querida Legión, la de antaño, pues mucho, pero que mucho deberían aprender los Mandos actuales, de lo que hizo “EL GRAN CAPITÁN”, el que se presentó días atrás con toda su compañía en el Altar Mayor, con la Cruz más alta, maravillosa y digna de fondo, allí en ese altar improvisado, recibieron la bendición todos ellos, arrodillados, junto con su banderín, ante su Capellán.

Viene a colación esto, porque esos Caballeros Legionarios, que tanto presumen de nuestro Santo Cristo de la Buena Muerte y de sus Espíritus en general y en particular el Espíritu de Compañerismo, no tuvieron el valor, ni el honor, ni la lealtad, ni los cojones de los que muchos presumen, para acudir al Valle de los Caídos y a la salida del cuerpo de su Jefe Supremo, rendirle los Honores de Ordenanza, que como Jefe de Estado les eran inherentes, lanzando las correspondientes salvas, pero ni eso.

Tomad nota Oficiales, tomad nota Capitanes Legionarios en activo, en aquella maldita fecha, en la que ninguno de vosotros tuvo agallas, para presentar el debido respeto, rindiendo Honores al Caudillo, aquél, que siempre estuvo en la vanguardia legionaria, en todas las batallas y en la Guerra de Liberación, junto a vosotros y que gracias a él, hoy sois un Cuerpo reconocido, admirado y querido.

Sin embargo, no os preocupéis, pues 3 muchachos jóvenes civiles, se pasaron toda la noche en el monte de Cuelgamuros, para que a la salida del Cuerpo de nuestro Caudillo y Jefe Supremo de los Ejércitos, lanzaran 12 cohetes, en su honor.

Tuve ese video, en el que se veían a estos chicos, valientes patriotas, lanzando 12 cohetes, pero no hay forma de encontrarle, pues le habrán eliminado seguro, para que no hubiera constancia de que, al menos, hubo 3 valientes, que cumplieron con su honor, ya que en los uniformes militares no se veía por ningún lado

La tripulación de renegados, del helicóptero AS332 Super Puma, en el que habitualmente viaja el Rey, que con mucho gusto se lo prestó, para tan Inmensa Obra y así, ratificar su firma sobre el Decreto de la Profanación.

(La RATA es ascendida a general)

El coronel cobarde, un tal Alfonso Reyes Leis, piloto de extrema izquierda, a los pocos días fue ascendido a general, por su VALOR, ante un cadáver amortajado dentro de un féretro.

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¡La izquierda siempre paga y bien, a los suyos!

Bueno miento, si que se vieron 3 militares uniformados, los que transportaron al General Invicto, en helicóptero hasta el Cementerio de El Pardo. Esos canallas, deslegitimizados como militares, esos cobardes, a la llegada del féretro, se pusieron detrás del helicóptero, para evitar tener que saludar al Jefe Supremo.

Pero además allí estuvieron uniformados el Coronel Pérez de los Cobos y el General de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid que tampoco le saludaron, ya no a un Jefe de Estado, sino a cualquier cadáver, tienen la obligación de hacerlo.

Al respecto, estos traidores y cobardes uniformados, dice LA RAZÓN:

“Uno de los ocupantes de la aeronave ese día –junto a la ministra de Justicia, Dolores Delgado; el secretario general de Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños; el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, y Francisco Franco Martínez-Bordiú– fue el letrado de la familia Franco, Luis Felipe Utrera-Molina. «No tuve trato con él en absoluto por lo que sería por mi parte injusto cualquier juicio. Es cierto que los pilotos no saludaron militarmente al féretro del Generalísimo, pero tampoco lo hicieron el coronel Pérez de los Cobos y el general de la Guardia Civil de la Comandancia de Madrid ni las decenas de guardias civiles que estaban allí» «Supongo que cumplían órdenes de la superioridad porque al menos como signo de respeto a un cadáver el saludo era debido. Sí, recuerdo que a nosotros nos saludó militarmente al entrar en el helicóptero».

¡Malditos seáis cobardes mercenarios y despreciables militares, que encubrís con vuestra traición y cobardía, a los hijos de Satanás, vuestros jefes políticos!

¡VIVA CRISTO REY!

¡VIVA S.A.R. Dª YSABEL!

¡VIVA EL CAPITÁN HÉROE DEL VALLE!

¡ARRIBA ESPAÑA!

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún. Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.