España en el precipicio de los Balcanes conferencia de Eduardo García Serrano

Es necesario volver a construir España desde los cimientos pero no como un estado federal ni confederal sino como un estado unitario, con un único gobierno, una sola cámara legislativa y un poder judicial único para todo el territorio nacional. Hay que construir un estado-nación, que esté basado en nuestro idioma común (el español, no el castellano), en nuestra civilización común (que es la Civilización Occidental, y en nuestra historia común (que procede de la Hispania romana, del Reino Visigodo, y de los 800 años de luchas contra los invasores musulmanes que duró la Reconquista). Necesitamos una nueva España en la que las fronteras sean inviolables y estén protegidas (realmente) por nuestras fuerzas armadas, en la que impere la Ley y el Orden, en la que vuelva a haber seguridad ciudadana y se combata con firmeza la delincuencia, en la que haya libertad de empresa (sin llegar al capitalismo salvaje «made in USA») pero con justicia social para los trabajadores, en la que las leyes protejan los valores morales tradicionales, en la que no se reparta el dinero público (que procede de los impuestos que pagamos los españoles) para subvencionar a vagos ni a maleantes, en la que vuelva a ser realidad la frase de que «España es un estado de obras» para modernizar las infraestructuras y las ciudades de nuestro país y para reforestar cientos de miles de kilómetros cuadrados que están actualmente desarbolados. España debe ser una nación europea y occidental, ciertamente, pero totalmente soberana; la relación con los paises de Europa, de América del Norte y de Iberoamérica debe ser amistosa, porque formamos parte de la misma civilización, pero debe limitarse a los intercambios comerciales y, quizás, a una asociación defensiva en la que participen todas las naciones occidentales. Ni Rusia ni China son nuestros enemigos reales, y espero que en un futuro no demasiado lejano Rusia pueda unirse a la familia de las naciones occidentales; nuestros verdaderos enemigos están en la orilla Sur del Mar Mediterráneo y en la orilla Este del Estrecho del Bósforo.