19/05/2024 11:30
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Entrevista a Yann Vallerie, redactor jefe del portal de noticias Breizh-Info y autor del libro “Sécession”. 

¿Cuándo nació Breizh-Info y con qué objetivo?

Breizh Info nace en 2013. Constatamos que en Bretaña, los dos principales periódicos (llamados Ouest France y Le Telegramme) no reflejaban la realidad de nuestra región y quisimos proponer una nueva forma de periódico para los lectores, en Bretaña, en Francia, e incluso en Europa y el resto del mundo.

¿Han sufrido la censura por defender posiciones políticamente incorrectas? ¿Cree que, a pesar de esta censura, medios como Breizh-Info son cada vez más populares?

Sí, señor. Google decidió, en 2018, borrarnos de la actualidad de Google. Algunos periodistas franceses escriben mucho sobre nosotros, con malas palabras. Los izquierdistas, los Antifa, escriben también artículos para dañarnos.

Pero nunca nos detenemos y seguimos adelante. Hoy, tenemos 15.000 lectores cada día. Eso es simbólico. Eso demuestra que mucha gente quiere leer la prensa alternativa en Francia.

Quería preguntarle por la situación en Francia. Ha habido avisos militares de guerra civil, ¿es la situación realmente tan grave? ¿Está Francia al borde del abismo?

Hace unos 25 años que Francia está al borde. La guerra civil ya ha comenzado en algunas zonas de Francia donde los criminales, los traficantes de drogas, hacen la ley. Hay algunas ciudades, o algunas zonas, que ya no son francesas, si se habla de etnicidad y demografía.

Pero no creo que mañana haya una “guerra civil” como en los Balcanes, por ejemplo. Será más bien una guerra demográfica, y una guerra para controlar zonas. Creo que vamos a ir en dirección al movimiento de Secesión, porque la gente en Francia es demasiado diferente, religiosa y étnicamente. Y ya no podemos irnos juntos. Tenemos que separarnos, naturalmente, y espero que pacíficamente.

Precisamente “Secesión” es el título de su nuevo libro. ¿Por qué ha escrito este libro?

Para aportar mis ideas ante este pulpo en el que se ha convertido la República Francesa, un pulpo que quiere controlar y vigilar a las personas, pero que a la vez es incapaz de asegurar su seguridad, su prosperidad y, desde luego, su salud. En muchos medios y en boca de muchos políticos la República, el republicanismo, parece más una religión, para mí es un sistema político que aplasta a los pueblos.

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En la portada presenta el mapa de Francia con la bandera confederada.

Si, aunque es obvio que la situación actual de Francia no tiene nada que ver con la de Estados Unidos y su guerra civil, pero la bandera confederada es un símbolo. Además, he añadido otros pequeños símbolos a la bandera. La mascarilla tachada como resistencia a la dictadura sanitaria; la familia; un rifle, como símbolo de libertad y de la inviolabilidad del domicilio; o el rosario, que simboliza la fe católica aún mayoritaria en Francia. Quería hacer una portada cargada de simbolismo y que fuera visiblemente impactante.

¿Y cómo ve la situación política en Francia de cara a las elecciones presidenciales?

No sabemos exactamente si las elecciones francesas van a llegar. Este gobierno puede bloquearlas, con el argumento del Covid. Pero creo que se harán. Porque quieren evitar las manifestaciones y la huelga en el país. Pero como podemos ver, ahora, los partidos políticos de la derecha son la mayoría. Pero Emmanuel Macron tiene grandes posibilidades de ganar otra vez. Será un desastre si eso llega, pero creo que la gente debe dejar de pensar sólo en las elecciones. Nuestras vidas no están condicionadas sólo por las elecciones. Tenemos muchas otras cosas que hacer por nuestro país, por nuestra región, por nuestros hijos y nuestra familia. Las elecciones no son “el alfa y el omega” de nuestras vidas.

Zemmour está siendo un terremoto político, pero ¿es posible que su aparición sólo sirva para dividir a los patriotas y favorecer a Los Republicanos o a Macron? ¿Podría repetirse el efecto Bruno Megret?

No soy muy optimista sobre la posibilidad de que Zemmour gane y no creo que divida a la derecha. Es una nueva ola en su campo y creo que algunas de sus propuestas, como la Remigración, la abolición de algunas leyes que nos prohíben la libertad de expresión, detener la inmigración y el derecho a defendernos si somos atacados en casa o en nuestra tienda, son muy positivas.

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La crisis Covid está mostrando la verdadera cara totalitaria de los políticos globalistas como Macron, o Trudeau. ¿Cree que las medidas Covid continuarán o las próximas restricciones a la libertad se deberán a otras causas, como el cambio climático?

Creo que aunque las medidas de tiranía sanitaria tomadas contra el covid-19 probablemente terminen en algún momento, nuestros dirigentes tomarán otras nuevas relativas a otros ámbitos. Pienso, en particular, en el Pase Ecológico, en el que es muy posible que te prohíban usar el coche a partir de un determinado número de kilómetros. O de viajar.

Pienso también en la posible implantación de una renta universal, que sería dramática para las libertades humanas, ya que se puede imaginar muy bien que los que se negaran a plegarse al sistema, a llevar una máscara, a obedecer sabiamente a las autoridades, perderían una parte de esta renta.

Personas como Macron o Trudeau quieren someter a sus poblaciones. Debemos encontrar absolutamente la manera de liberarnos de ellos.

La mayor resistencia al giro globalista de la UE proviene de los países de Visegrado. ¿Son Hungría y Polonia el ejemplo a seguir por los patriotas de toda Europa?

Hungría y Polonia han aplicado medidas sanitarias similares a las de Francia o Canadá, en diferentes grados. Esto es lamentable porque estas dos naciones, al igual que el grupo de Visegrado, son también modelos para otras naciones europeas en cuanto a la lucha contra la inmigración, la defensa de la familia, la tradición y la identidad europea. No debemos idealizar, porque la demografía está disminuyendo en estos países y no son capaces de reanimarla. Pero estos países pueden ser ejemplos en ciertos temas.

Pero si los europeos occidentales tienen que liberarse mañana, tendrán que hacerlo por sí mismos, sin esperar todo de los demás.