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Monseñor Nonell  fue un sacerdote catalán admirable y entregado totalmente a su ministerio. Coetáneo de Don Blas Piñar, y gran amigo suyo desde la juventud, cuando ambas  militaban ya  en el apostolado católico.  Lo conocí en 1961,  dando una charla en su iglesia parroquial con motivo de las “Campañas Antimaterialistas” – algo así como unas “misiones parroquiales” predicadas por seglares–que organizaba el P. Piulachs S.J. , Director de la Obra de Ejercicios Espirituales (O.E.P.), por los pueblos de Cataluña y, desde entonces,  fue gran amigo y consejero.

Gornal es un pueblecito de la provincia de Tarragona, donde nació el archifamoso Abad Escarré, y donde seguía viviendo su madre. Yo lo visitaba con alguna frecuencia, pero nos veíamos también en Fuerza Nueva,  cuando acepté la Delegación Regional que me “me impusieron” por “culpa” de dos religiosos famosos, del P Rey Stolle “Adro Xavier”)  y del P. Alejandro Díaz Macho (probablemente “el mejor especialista en lengua aramea” reconocido como tal por los propios expertos judíos, la que hablaba Jesús). Ocurrió la víspera de San Fernando en los Salesianos del Tibidabo.

A Mosén Nonell se le debo la organización de la “Hermandad de los Tercios de Monserrat”, pues el formaba parte de los mismos cuando fueron parte del Ejercito Nacional que libero Barcelona el 26 de enero de 1939.  Como detalle de interés: era tío del arquitecto Bassegoda Nonell, a quien debemos,  en gran parte,  que la basílica de la Sagrada Familia no quedara “paralizada” y se quedase en “testimonio arqueológico gaudiniano”, — como lo pretendían ciertos arquitectos “estrella”, que sirven a ciertas ideologías fáciles de reconocer–.

Lo traigo a mi  artículo de hoy por causa de la profanación consumada  por los  monjes del “monumento al requeté caído”, levantado en la montaña montserratina junto al Monasterio benedictino,  en honor y recuerdo del heroico Tercio de carlistas catalanes, en nuestra Cruzada. El lugar donde “lloró” Franco, una de las pocas veces se le vio llorar en público,  al ver los testimonios allí recogidos.

Mosén Nonell conocía la vida y milagros del Monasterio como, si hubiera sido él, el propio abad. Eso me permitió conocer la verdad de los hechos,  que tiran por tierra todo ese castillo de embustes en torno a la animadversión mutua entre Franco y el Abad Escarré, y las consecuencias que de ahí se derivaron. ¡Pura patraña! Ni la  más mínima aproximación a la verdad de los hechos.

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Atribuían al Caudillo, por ejemplo, la salida brusca del Abad, y su  “exilio” en el Vaticano… ¡Mentira burdísima! Ciertamente, salió del Monasterio de Montserrat de mala manera, pero se debió a que los monjes forzaron su salida de su superior  y el Vaticano os apoyó.

Le atribuían a Franco, igualmente, la prohibición a Escarré de pisar Cataluña y su pueblo natal. ¡Mayor mentira aun! Nunca existió  semejante prohibición. Su madre seguía viviendo en Gornal y él hijo “exiliado”,  venía a verla siempre que le venía en gana. En una de mis visitas a Mosen Nonell, me dijo: la semana pasada estuvo aquí  “nuestro amigo”, con su madre, como lo hace cuando quiere. Entra en España,  sin la menor oposición,  pues el Caudillo, no ha tenido nada que ver con su destitución como abad de ese monasterio,  ni tampoco con su aparente “exilio”.

Por otra parte, Escarré,  no odiaba a Franco;  es más, en su día lo había invitado a visitar Monserrat…cosa que hizo el Generalísimo. Lo admiraba y recordaba los crímenes de los rojos en su convento. Los de siempre  montaron mucho ruido, muy inteligentemente, –hay que descubrirse– sobre falsas realidades que supieron hacer creer. Ahora, con las caretas fuera, conocemos muy bien el percal del clero y la Jerarquía catalana… pero, entonces, era unos perfectos fariseos que disimulaban muy bien todavía. De todos modos, aun hoy,  hay sacerdotes y religiosos, que no participan en esa trápala.

Por otra parte, aun cuando ya algunos religiosos mostraban los cuernos, Mosén Nonell entraba en Monserrat como Pedro por su casa. Y todos los monjes le respetaban. Él, personalmente,  me enseñó lo que ahora ha sido profanado, y me contó, eso que otros han publicado: cómo le había visto llorar a Franco, allí.

Desgraciadamente,  con los nuevos monjes como Hilario Reguer y Cía., desmemoriados, y que no vivieron los crímenes  (no es el caso de Reguer que era de “mi quinta”… pero probablemente, no tuvo la suerte de tener profesores amantes de la verdad histórica, y él,  como historiador,  tampoco quiso verla) víctimas ya del lavado de cerebro de los maestros separatistas, las cosas han cambiado de tal manera que Montserrat es el “manantial del odio” a España para los católicos catalanes.

Conozco catalanes profundamente católicos,  amantes, como es natural,  de  nuestra Madre María,  bajo la advocación de Virgen de Montserrat, que,  desde hace décadas, no han vuelto a pisar ese templo tan precioso, para no toparse con sus monjes ni con quienes han  renegado de su españolidad.

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No hay duda: El Separatismo Catalán lo ha desquiciado todo. En ese sentido mucho es peor que el vasco, donde aunque su clero es primo hermano del catalán. Allí no han convertido la basílica de Begoña en un motivo de odio antiespañol.

El gran motivo para escribir este artículo es, simplemente, este: felicitar al amigo Javier Barraycoa y a los carlistas catalanes, por su reacción ante la profanación del monumento al Requeté catalán caído,  y la ejemplar lección a los monjes. ¿Serán capaces, éstos,  de reconocer su error, de reaccionar como hombres y de reparar el miserable insulto a esos héroes honorables a quienes, sobre todo la Iglesia y sus ministros,  deben el poder, hoy,  seguir disfrutando de sus privilegios?

Su Patria es España, lo quieran o no. No se puede negar a la madre de la que seguirán siendo hijos durante muchos siglos,… porque es Eterna. Son libres de soñar despiertos pero, usen el cerebro y decídanse a posas sus pies en tierra firme.

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.