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Se llama “disonancia cognitiva” a ese proceso mental que nos hace rechazar cualquier evidencia que rompa esquemas preconcebidos. Es lo que sufren los covidiotas cuando ven morir repentinamente a sus familiares, amigos y conocidos y los fanáticos de cualquier partido político cuando se publica la corrupción de su líder favorito. Muy probablemente sea un implante del Sistema para protegerse a sí mismo, y este año 2024 lo va a someter a pruebas muy duras. Veremos hasta dónde aguanta.
Para quien aún no lo conozca, Jeffrey Epstein, cuidadosamente “suicidado” en prisión en agosto de 2019, era un agente del Mossad, encargado de ofrecer a toda persona con un cierto nivel de poder, el modo de satisfacer sus más inconfesables apetitos, y grabarlo, para luego poder controlarlo mediante chantaje. Su principal centro de trabajo se situaba en la isla de Little Saint James, en las Islas Vírgenes británicas, más conocida como “La Isla de las Lolitas”.
Gracias a Epstein, EEUU es la mayor provincia de Israel y el resto del mundo –incluida Europa-, simples colonias.
Es un procedimiento muy viejo que ya viene recogido en el manual de uso del Sistema: Los protocolos de los Sabios de Sion. Si uno que no es “de los nuestros” alcanza poder, hay que controlarlo como sea, por soborno, chantaje o amenaza.
El informador español que más y mejor atención ha prestado al “caso Epstein” en los últimos años ha sido D. Rafael Palacios, alias “Rafapal”, a través de sus múltiples canales.
https://telegram.me/s/rafapalreal
El 3 de enero una juez yanqui que lleva la instrucción de la denuncia de una de las víctimas de la red de Epstein, decretó la publicación por lotes de los documentos contenidos en esas diligencias.
El mejor paralelismo que se me ocurre es que revienta el Lago Mead, el mayor pantano de Estados Unidos, conteniendo a duras penas una pequeña parte del hediondo estiércol que empaña a políticos de todo el mundo, pero sobre todo yanquis. Y pensemos que cada país tiene su propio pantano equivalente.
En esas diligencias se mencionan infinidad de nombres conocidos, pero hay que tener cuidado, porque no todos son “clientes” o colaboradores de Epstein. Sólo aparecen porque los interrogadores preguntan sobre ellos.
https://twitter.com/ShadowofEzra/status/1743065479797731820?s=19
Lo mejor de esta lista es que hasta los Mass Mierda se están viendo obligados a publicar sobre ello, y conforme la investigación avance, la inmundicia que vierta esta presa inundará a todos los demás países, incluida España.
De momento, lo único que ha salido sobre personajes españoles es el testimonio de una víctima que fue abusada por un presidente “spanish”.
https://twitter.com/Espball/status/1742876081881751722?s=19
Ojito, que en EEUU, cuna del analfabetismo letrado, muchas veces este gentilicio se utiliza impropiamente para los hispanoamericanos.
En todo caso es sólo cuestión de tiempo, y no mucho, que la mierda salpique a España.
Las presas españolas hace tiempo que desbordan inmundicia y no falta mucho para que revienten. Probablemente, los detonadores vengan de fuera, pero los explosivos son autóctonos y tienen nombres conocidos, como “Bar España” y Alcasser.
Esperamos ansiosos, porque el chantaje y el soborno son los lubricantes del Sistema para controlar a TODOS los políticos, y a través de ellos, mantener a la humanidad en situación de virtual esclavitud. Cuando esto se destapa, el Sistema se hunde.
2024, Año de la Victoria.
Autor
- Guerrillero insurgente. El sistema lo describe como negacionista, conspiranoico, anticientífico, egoísta e insolidario. Él se cisca en el sistema y no ceja esfuerzos para derribarlo. No usa trabuco, pero a su ordenador lo llama “La MG-42”.
La expresión circulante «disonancia cognitiva» tiene dos problemas serios.
Primero, es una mala traducción del inglés de marras. En español, sería «disonancia cognoscitiva»; ya que es una «disonancia» (ahora explico qué es una disonancia) relativa a la cognición como representación y no una cognición en sí misma.
Segundo, conforme se ha puesto de moda y su uso ha ido pasando del círculo de la psicología profesional al uso vulgar periodístico o al uso vulgar de las redes sociales, por desgracia, su perfil conceptual se ha desdibujado en exceso.
Para tener un concepto no romo de lo que es una disonancia cognoscitiva, no hace falta saber psicología o estar informado de los estudios de Fesinger. Basta con reflexionar sobre el sentido profundo de la fábula de la zorra y las uvas. La disonancia cognoscitiva es una mecanismo de defensa psicológico y se basa sobre la necesidad de mantener una buena imagen de uno mismo, así como sobre la necesidad de mantener una cierta coherencia entre los tres elementos que componen toda actitud; a saber, cognitivo, emocional y comportamental. Así, cuando muchos individuos se encuentran con datos o con hechos que les obligarían a modificar su propio autoconcepto, escogen, por contra, para no tener que hacerlo, modificar su visión de hechos. Es decir, la uvas estarían verdes para no tener que admitir que uno no tiene la capacidad para alcanzarlas.
Festinger.
«Gracias a Epstein», no. Por culpa de él, debido a él. Por supuesto, diga lo que diga la infame Cacademia «de la Lengua».
Ya. En este mismo periódico se publicó un artículo en cuyo título se hablaba de un libro «tachado» de imprescindible…
Lo de «gracias» se dice a veces con ironía, como en este caso. Pero los españoles no sabemos captar la ironía.
A veces nada más… Es más, por lo general, este uso generalizado y aconceptual no responde a ironía alguna. Imagínense decir algo así como estuvo poseída por Satán gracias a sus vicios en lugar de estuvo poseída por culpa de o debido a.