21/11/2024 18:47
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Que si George Soros por aquí, que si George Soros por allá, parece que Soros tiene la culpa de todo hasta de que se me hayan perdido unas gafas de Sol. ¿Pero de verdad que este hombre es el cerebro del globalismo?. Lo dudo pues sale todos los días en los medios de comunicación, demasiada publicidad y los que mueven los hilos en el mundo son personas mucho más discretas.

En fin, oigo cosas como que Soros impulsa el individualismo. Señores, seamos serios, el individualismo es fomentado desde hace varios siglos por la ideología liberal, ideología masónica, si, pero desgraciadamente aceptada voluntariamente por la mayoría de la población sin apenas rechistar. 
 
Comentan que si pretende acabar con las soberanías nacionales, a ver, si las soberanías nacionales están realmente en peligro es por la falta de patriotismo de sus pueblos, un país no se hunde simplemente por ataques exteriores, militares o no, se hunde porque su población renuncia a defender como es debido a su nación ya sea por medio de las palabras o de la armas. Y la plutocracia sólo se aprovecha de eso y lo potencia, yo creo que no hace falta ser muy listo para verlo. Si la plutocracia aumenta constantemente su poder e influencia en el mundo es porque la mayoría de las personas no hacen ni han hecho en todos estos años apenas nada por impedirlo, sólo ponerles fáciles las cosas. Lo que está claro es que sin el pueblo no son nada, nosotros tenemos verdaderamente el poder y no ellos aunque parezca lo contrario.
 
También he oído por ahí que el remedio contra el totalitarismo es el liberalismo, eso es otra bobada pues el liberalismo nos trae a la larga el totalitarismo por culpa de sus nefastas medidas económicas, sociales y políticas.

Resumiendo. Que dejen muchos su posición de víctimas por una vez pues en realidad lo que pasa, y se está viendo claramente durante esta crisis del coronavirus, es que desgraciadamente la sociedad está »apesebrada» con el resultado visible actualmente de ser en su mayoría personas autocomplacientes e incluso apáticas, es decir, personas listas para la esclavitud luciferina. 

Autor

REDACCIÓN