Ha sido tremendo el sentimiento que me ha recorrido el cuerpo, no sólo al ver las imágenes de lo ocurrido en una parte importante de España, en Valencia, Andalucía, Cataluña y Castilla, en un desastre que ha vuelto a manifestarse por una actividad meteorológica que no, porque haya ocurrido en otras ocasiones en nuestra nación, deja de ser un dolor patrio, tanto por el hecho en sí, como por lo ocurrido, sus efectos y consecuencias, sino también por la calidad de los gobernantes de esta pobre Patria, que no se lo merece.
Pero al ver como el pueblo de Paiporta ha recibido a las autoridades en su visita a la zona afectada, me vino a la mente los sucesos ocurridos en el Motín de Aranjuez allá por 1808, y de los que había hablado no hace mucho en la presentación del libro, “Yo, el difamado de D. Luis del Pino, donde todo el pueblo de Aranjuez y la gente de los alrededores que se había lanzado a la calle gritaba ¡Abajo Godoy!, hartos de intrigas políticas, de un primer ministro corrupto, que intenta culpar a un rey, de la familia, hermanos, esposa, ministros, amigos, partidos en pro y contra, conservadores, liberales, revolucionarios, todos ellos rodeados de corrupción insaciable, negocios escandalosos, meteóricos ascensos, denuncias, juicios, traiciones, maletas, viajes de aquí para allá, decisiones constitucionales o inconstitucionales e incluso tramas internacionales y cartas dirigidas al pueblo y los ciudadanos españoles, unidas a amnistías y condenas, junto con el abandono de sus funciones de primer ministro para con el pueblo español.
Si cambiamos a Godoy por Sánchez y Aranjuez por Paiporta, tendremos los mismos gritos del pueblo, la rotura de los cristales, si no de su Palacio, sí de su coche, las pedradas ahora de barro, la gente armada de picos y palas y la huida, la cobardía. A Godoy le hallaron escondido en la casa de su hermano y allí es donde le llenaron de golpes e insultos, cuando lo cogieron tras su huida, a Sánchez escondido tras su escolta, RTVE y sus ministros.
Nos faltaron los gritos de ¡Viva el Rey, muera el traidor! que gritaba la Guardia de Corps, la Guardia Valona o la Española y que los sucesos de Aranjuez nos cuentan, pero del Motín de Paiporta debemos sacar, y de lo que existe mucha más documentación, tanto audio visual como de prensa escrita, con lo que nos quedará en la retina un hecho tan importante para la Historia de España como lo fue el Motín de Aranjuez hace más de 200 años, la existencia, todavía, del Pueblo Español, siempre que no lo cambie la Ley de Memoria Democrática. El Motín terminó con un decreto que decía así: «Queriendo mandar por mi Persona el Ejército y la Armada, he venido en exonerar a D. Manuel Godoy, Príncipe de la Paz, de sus empleos de Generalísimo y Almirante, concediéndole su retiro donde más le acomode. Tendréis lo entendido y lo comunicareis a quien corresponda».
Aranjuez, 18 de marzo de 1808
Yo, el rey.
“O tempora, o mores”
Carlos Zarco
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Por cierto. Algo no cuadra. Lo del tío ese rompiendo el cristal del coche del presi con un cepillo. Que no. Que un cristal blindado de un coche no se rompe con un golpe de cepillo. A no ser que el presi viajase como un turista más en un coche cualquiera. ¿Estaría organizado y todo fue tramoya?