21/11/2024 11:44
Getting your Trinity Audio player ready...

Tal cual están las cosas quiero volver a recordar aquel 1 de octubre de 2017 y dos actitudes o, más bien, dos formas de ser rey. Dos formas de entender España. Dos formas de ser español.

Por un lado, ahí tenemos un Discurso que, cojamos cualquiera de las acepciones de la RAE, se esquematiza en: frases empleadas para expresar un pensamiento o sentimiento o actitudes o puntos de vista. Por otro lado, ahí tenemos una Declaración que, cojamos cualquiera de las acepciones de la RAE, se esquematiza en: manifestación formal de ánimos o intenciones con efectos jurídicos.

El primero, es el Discurso de Don Felipe VI: dialogante, conciliatorio, lleno de buenas intenciones, insistiendo en que “todo cabe” si es con diálogo y pacifismo. Por ejemplo: “En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos” o “vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley”. O sea que pueden proclamar la independencia constitucionalmente. Vamos, que todo puede ser del derecho y del revés si es amparado por el Tribunal Constitucional, que es quien dice lo que es o no es constitucional. ¿Y quién controla el Tribunal Constitucional? A ver a ver…. En todo caso siempre se puede aplicar la famosa fórmula “de la Ley a la Ley” y “tiro por que me toca”. Entonces todo es legítimo. Además, todo el discurso está plagado de mucho “coaching”: “lo superaremos”,saldremos adelante”, parece que han copiado una página de algún libro de autoayuda. Por cierto, fíjense cómo comienza: “Buenas noches”. Vamos, como si fuese un amiguete que llega a una reunión de cafetería. Sólo le hubiese faltado añadir un “qué tal colegas”.

Por último, va mi reflexión sobre la fecha del discurso. Resulta que se realiza el 3 de octubre cuando todo ha estallado y los españoles están hasta las narices, y ya es atronador el clamor popular porque un rey –que mucho antes debería haber puesto los “puntos sobre las íes”hasta ese momento no ha sido capaz de abrir la boca. Y en ese momento los catalanes ya no esperamos más: la noche del día 2 salimos a la calle dispuestos a lo que fuese. Fueron muchos los apaleados aquella noche por los mossos de esquadra, sin ni siquiera haber realizado acto violento alguno. Especialmente sangrante resultó la pacífica manifestación frente a la sede de Cataluña Radio. Sin importar edad, sexo o condición, los mossos apalearon a diestra y siniestra. Posiblemente, fue esa primera manifestación de los leales catalanes la que hizo saltar las alarmas en Moncloa, en Zarzuela y entre los capitostes políticos: “esto se lía de verdad”, “el pueblo se levanta”, “el rey tiene que hablar”. Es decir, hay que reconducir las cosas para que no se líe mientras los peperos, socialistas, y demás siguen negociando la independencia mediante “sorayos” interpuestos. Vamos, que si aquella noche del 2 de octubre los leales catalanes no hubiésemos salido a la calle posiblemente el rey hubiese continuado calladito en su palacio de otoño y los políticos peperos “fumando espero a que escampe” mientras llegamos a un dialogante acuerdo, total “todos chupamos de lo mismo”.

El segundo, es la Declaración de Don Sixto. Una declaración clara, directa, dura, poniendo nombre a los enemigos de España: nacionalistas catalanes (anticatalanes), el liberalismo, las logias. Ellos, con la ayuda de potencias extranjeras, siempre han conspirado para destruir España y en ello siguen. Y acaba tan claramente como empezó: llamando a la acción, a defender España por encima de cualquier otra cosa o interés personal, particular o grupal porque la patria está en peligro. Por eso mismo “pido a los carlistas y a todos los españoles de buena voluntad que, de ser necesario, colaboren con las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas para detener la intentona separatista y conservar la unidad e independencia de la Patria, cualquiera que sea la actitud finalmente tomada por el actual Gobierno”. Fíjense: “cualquiera que sea la actitud finalmente tomada por el actual Gobierno”. Y es que este es el deber de todo español digno de este título inmortal. Por cierto, atiendan a quién dirige la declaración: “a todos los españoles”. Por último, observen la fecha de la declaración, dos días antes del 1 de octubre el rey no puede estar callado, debe decir las cosas bien claras y sin florituras. Además insisto, no es un discurso, es una Declaración. Y es que la cosa no estaba para discursitos. Estuvimos al borde de una guerra civil, y así se vivió en Cataluña, aunque en el resto de España pocos tengan conciencia de ello.

Esta es básicamente mi valoración. Van ahora el Discurso y la Declaración. Juzgue el lector.

https://www.casareal.es/sitios/listasaux/Documents/Mensaje20171003/20171003_Mensaje_de_Su_Majestad_el_Rey.pdf

Discurso de Don Sixto

A los carlistas y a todos los españoles de buena voluntad:

La unidad de España debe mantenerse a toda costa

Declaración de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón

A dos días del referéndum separatista convocado en Cataluña por un Gobierno autonómico sedicioso e ilegítimo, aún no sabemos si el Gobierno de facto de España va a cumplir su deber e impedir su celebración.

Son horas graves. La propaganda proseparatista desatada en el extranjero no ha sido contrarrestada por los medios de los que el Estado dispone. El Gobierno de Mariano Rajoy parece continuar la política suicida de desconocimiento de la auténtica tradición catalana y de concesiones al nacionalismo, que desde hace ya muchas décadas viene preparando la explosiva situación que ahora se ha desencadenado. Cataluña es parte fundamental e inseparable de la Corona de Aragón, que integra la Monarquía española. Es una región españolísima. Cualquier argumentación en contrario ignora la realidad y contradice la historia.

LEER MÁS:  Gobierno comunista impide, 83 años después, rezar por los mártires en el cementerio de Montcada, el Paracuellos catalán. Por Javier Navascués

Duele ver cómo la región que desde el siglo XVIII se destacó como la más contrarrevolucionaria y antijacobina de España está hoy en gran medida controlada por los revolucionarios más extremistas y por los jacobinos más radicales. Pues tan jacobino o más que el centralismo liberal o autoritario es el nacionalismo catalán, por eso mismo anticatalán.

Mi tío abuelo Carlos VII restituyó en 1872 la plenitud de los fueros de la Corona de Aragón, y entre ellos los del Principado de Cataluña. La conspiración liberal, apoyada por las logias y por las potencias extranjeras, impidió la victoria del Rey legítimo de España, que habría evitado los desastres posteriores.

Hoy es necesario aprestarse a defender la unidad de las Españas, por encima de cualquier otra reivindicación, como siempre hicieron los carlistas cuando estaba en peligro la Patria. Pido a los carlistas y a todos los españoles de buena voluntad que, de ser necesario, colaboren con las fuerzas de seguridad y las Fuerzas Armadas para detener la intentona separatista y conservar la unidad e independencia de la Patria, cualquiera que sea la actitud finalmente tomada por el actual Gobierno. Tengamos presente el deber que muchos de nosotros juramos —yo también, como caballero legionario— ante la bandera roja y gualda.

En el exilio, a veintinueve de septiembre de 2017”.

Autor

Antonio R. Peña
Antonio R. Peña
Antonio Ramón Peña es católico y español. Además es doctor en Historia Moderna y Contemporánea y archivero. Colaborador en diversos medios de comunicación como Infocatolica, Infovaticana, Somatemps. Ha colaborado con la Real Academia de la Historia en el Diccionario Biográfico Español. A parte de sus artículos científicos y de opinión, algunos de sus libros publicados son De Roma a Gotia: los orígenes de España, De Austrias a Borbones, Japón a la luz de la evangelización. Actualmente trabaja como profesor de instituto.

 
Suscríbete
Avisáme de
guest
1 comentario
Anterior
Reciente Más votado
Feedback entre líneas
Leer todos los comentarios
aliena

No. Cuentos y películas. En 2017 la gente salió a la calle espontáneamente y los políticos se asustaron, luego nos sacaron DESPUÉS al monigote borbón para ponerlo a la cabeza de la manifestación y salieron, a su vez, el infame Borrell, Cayetana Álvarez de Toledo y Vargas Llosa para apaciguar a la mas y que todos volvieran al redil; y funcionó. el cuento de 2017 se parece cada vez más a la leyenda del Emérito Zafio y el 23-F.

1
0
Deja tu comentariox