12/05/2024 10:05
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Uno de los principios fundamentales en los que se asientan las leyes es el de la objetividad. Es decir, que una norma legal tiene que ser entendible y comprensible para que cualquiera pueda entenderla y saber donde se encuentra el límite entre lo punible y lo no punible, entre lo que merece un reproche legal y lo que no.

Otro aspecto que hay que valorar es la presunción de inocencia del acusado que no puede ser contravenida salvo que se demuestre, probatoriamente, en el juicio oral.

Por su parte, el artículo 14 de la Constitución señala que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Todo esto viene a colación de un video que alguien me pasó el otro día en el que, una estulta podemita, una de esas que pertenecen a ese partido que se encuentra en la fase de “cierre por derribo”, hablaba, tratando de hacerse la graciosa sin serlo, de la llamada ley del “sí es sí”, un bodrio que tan solo ha servido para enfrentar a hombres con mujeres y a que algunos violadores, convictos y confesos, principales enemigos del sexo femenino, salgan en libertad merced a la “gracia” jurídica de unas incompetentes cuyo único objetivo, además de destruir a España y la convivencia entre los españoles, ha sido ideologizar las leyes.

Aquella individua, entre risas fuera de tono, haciendo gala de una falta total de conocimientos y con una oratoria más propia de un niño de parvulitos que de alguien hecho y derecho como ella, aludía a que la aplicación de la susodicha Ley queda al socaire no de un hecho objetivo y contrastado, sino del sentido que, en cada momento, quiera darle el sujeto pasivo.

Ponía el ejemplo de un piropo que, según decía, invadía su espacio vital –su perímetro de espacio, le llamaba ella-, podía considerarse un hecho delictivo no por la acción en si misma, sino por la sensación que a ella podía producirle el escucharlo.

Es decir, de acuerdo con la “docta” opinión de esta individua, la misma acción, las mismas palabras, el mismo tono podían merecer o no el reproche legal en función de la sensación de incomodo percibida por el sujeto pasivo. Es decir, no se trata de una acción objetiva, se trata, exclusivamente, de la apreciación subjetiva que tenga el referido sujeto.

Por tanto, no es lo mismo que yo me gire al ver pasar por la calle a una mujer -cosa que, desde luego, no voy a hacer- y le llame guapa, que ese mismo gesto y expresión la profiera, por ejemplo, el cantante de moda convertido en su ídolo o, por poner otro ejemplo más fácil de entender, aquel macho alfa chepudo de la melena sucia. Parece que, desde el punto de vista legal, la cosa tiene poco sentido.

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El entrevistador, en un momento de la conversación, le hacía notar que, curiosamente, en este tipo legal el único sujeto activo del posible delito es el hombre y, por contra, el único pasivo es la mujer lo que, a todas luces, conculca el principio universal de igualdad ante la Ley. Un hecho delictivo merece idéntico reproche legal y está sujeto a la misma pena independientemente del sexo del autor ya que el hecho de ser mujer, al menos hasta ahora, no constituye un elemento modificativo de la responsabilidad penal. Todo ello aderezado con la dificultad que entraña el modo probatorio de la ofensa al quedar circunscrito al universo de dos personas, el sujeto activo y el pasivo del hecho en sí.

Sin embargo, tal vez lo más perverso y grave de todo este asunto, de toda esta pantomima en la que una individua que malamente sabe lo que dice y carente de la elemental oratoria que se le presupone a alguien que quiere jugar a político, al comentarle el hecho de que sólo los hombres pueden ser reos de estas tipologías delictivas, responde entre risotadas groseras: “pues os aguantáis”, todo un razonamiento jurídico con mucho peso específico.

Todo esto deja bien a las claras quien es esta tropilla y, sobre todo, en manos de quienes estamos. ¿Cómo es posible que se deje al albur de esta gente sin formación alguna la redacción de las leyes por las que luego nos vamos a regir?

El mal que ha causado a España la maligna, perversa e indocumentada podemía tardaremos años en sacudírnoslo, sin embargo, debe constituir un objetivo prioritario si queremos que todo vuelva a la normalidad democrática y, de nuevo, hombres y mujeres seamos iguales ante la Ley, algo que no sucede en la actualidad.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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Geppetto

Con la politica y los politicos de por medio no hay objetividad alguna en nada, ni en la justicia, ni en la aplicacion de las leyes ni en la unidad nacional, que es la que le da soporte a todo, justicia incluida.

Surrealismo

Imposible la objetividad con unos líderes políticos, judiciales, mediáticos y militares controlados por la masonería. Ellos debeb obediencia ciega a superiores de logia situados fuera de España. Como dicen el Córdoba: nos la han medido floja

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