27/04/2024 17:15
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Creo haber dejado claro el “porqué” los enemigos de Franco no lo  olvidan, e igualmente e ingratitud de los Jerarcas de nuestra Santa Madre la Iglesia Católica en relación la razón de la incomprensible cobardía al Caudillo,  Salvador de su Libertad e insuperable defensor de sus derechos y privilegios y, hoy, intentaré facilitar a los que no vivieron el llamado “franquismo” –o sea la nueva edad de oro de la España que había vivido arrodillada dos siglos—el papel fundamental del periodismo, controlado en su práctica totalidad, por la Sinagoga de Satanás. El periodismo en todas sus  facetas: los profesionales que lo ejercen y los  empresarios propietarios de los “media”, lo mismo que los escritos hablados, con sus televisiones y sus películas—es decir, ese conjunto de “instrumentos audiovisuales” que crean y manipulan la “opinión pública”.

Empecé a escribir –porque me lo pedía el cuerpo…—siendo un joven imberbe, o sea,  cuando era un “teenager” que dicen los ingleses. He hablado y escrito bastante sobre la importancia del periodismo. En mi libro “Arde en las manos” pueden leer una de mis charlas titulada: “Periodismo y prensa canallesca” -pronunciada en Gerona el año 2001- donde resumo mi pensamiento sobre esta profesión, su importancia y las consecuencias de prostituirla. En este momento no tengo humor,  ni espacio,  para resumir lo que entonces expuse y me limitaré a invitarles a leerla. Lo acabo de hacer yo y debo de reconocer que me ha refrescado las ideas

El buen periodismo lo definió en  los años treinta y de modo insuperable, el inolvidable y excelente periodista cubano “Pepín” Rivero, dueño y director del decano mundial de la prensa en español, el “Diario de la Marina”, liquidado por el delincuente, asesino y leal servidor de la Sinagoga de Satanás, el “comandante” Fidel Castro, apóstol del “antimilitarismo” (por eso, en su humildad,  se hacía llamar solo “comandante”…), y lo hacía con esta frase:

“El periodismo es en lo externo una profesión, en lo interno, un sacerdocio”. 

Para nuestra desgracia, los periodistas españoles de “peso” –los “bien pagados” por su servicio a la Sinagoga de Satanás—se han olvidado,  o nunca conocido,  esa esencia de la profesión. Ellos pertenecen a la “prensa canallesca”, al periodismo que se vende por un plato de lentejas y maman su argumentario en las tetas de los Bancos.

Evidentemente no podemos hablar de “El periodismo y Franco” sino de “La ‘Canallesca’ y el Caudillo”,  por la sencilla razón que los escasos periodistas leales a su profesión,   no se han vuelto a ocupar de Franco tras su inhumación en el Valle, Y debieran haberlo hecho plantando cara a la inmensa mayoría que han enfangado la profesión—y siguen haciéndolo—tras cuarenta y ocho años  de Democracia, (según dicen).

Solo podemos hablar de la “prensa canallesca”, así bautizada por el mártir del amor a España, el Almirante Carrero Blanco. De vista de águila, hasta el punto de anunciar cómo moriría…El mayor acierto de Franco -y el mayor fracaso—fue la elección de sus colaboradores, escogió los mejores y los peores –si juzgamos su proceder cuando Dios lo  llamó a dar cuenta de su administración.  Y su mayor acierto fue escoger al Almirante Carrero como  brazo derecho y principal asesor.

Nadie como él, penetró hasta las entrañas de ese periodismo de cloaca y fue capaz de plasmar su esencia en una palabra: “¡canallas!”. La Real Academia de la Lengua  los define como “gente  ruin, malvada y despreciable”.   

Quienes hemos pasado la vida luchando por la Verdad,  asumimos como propia la calificación del almirante asesinado hace medio siglo,  porque siempre nos resultó odioso y asqueroso comprobar  la baja altura moral e intelectual de esos periodistas que venden su dignidad y ahogan los gritos de su conciencia,  persiguiendo el éxito por la vía de la mentira y la manipulación de la realidad objetiva, destruyendo honras  y sepultando prestigios.

De joven su conducta me hacía  hervir la sangre;  con los años -aunque no puedo evitar  el golpe de la  adrenalina- me provocan lástima, me dan una pena grande.  Aunque,  por supuesto, los  sigo combatiendo en atención al mal que hacen: a su Patria, en primer lugar, y al mismo tiempo muy especialmente, a ciertos personajes dignos de todo respeto, a la Iglesia Católica, a las Instituciones fundamentales para la nación y, por supuesto,  a la gente desprovista de cultura sólida… Y a todo el pueblo en general. Son para la sociedad  peor que la peste negra, al ser uno de los  enemigos mortales  de la inteligencia cuando,  por esencia,  deberían ser  “sacerdotes de la Verdad”,  como nos da a entender Pepín Rivero en su definición del periodismo.

Si me preguntasen por lo más repelente de la “prensa canallesca” no dudaría en destacar, sobre todo; “su forma de trabajar” propia de los cobardes. Me impresionó cuando leí por primera vez esta afirmación del “mártir de la Masonería”, el Presidente del Ecuador D. Gabriel García Moreno: “¡El asesino es cobarde!”… Luego, la vida me ha enseñado que todos los que hacen daño en gran escala a sus hermanos -los compatriotas-, tienen en común con los asesinos esa cualidad: ¡la cobardía!

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Hoy en día, los periódicos, las radios, la televisiones, y todos los productos de los periodistas y comunicadores son el inmenso  “Océano Pacifico de la Cobardía”. A mí me dan tanto asco,  que me sobra con la lectura de un periódico, no oigo la radio, y veo una televisión –la única decente porque en ella,  la “canallesca” brilla por su ausencia...—

Su cobardía es detectable con una simple ojeada a lo que escriben. Su “valentía” es proporcional a los millones de los dueños de los “media” en los que trabajan. Y otra cosa que llama la atención es su “audacia”: atacan a quienes ya no se pueden defender, Por supuesto su valentía alcanza cotas estratosféricas ignorando, menospreciando, criminalizando,…al “monstruo” que rigió los destinos de España desde 1936 a 1975. ¡Qué pena da que ¡para lucirse! no lo tuvieran a su alcance por haber nacido tarde!

 

Autor

Gil De la Pisa
Gil De la Pisa
GIL DE LA PISA ANTOLÍN. Se trasladó a Cuba con 17 años (set. 1945), en el primer viaje trasatlántico comercial tras la 2ª Guerra mundial. Allí vivió 14 años, bajo Grau, Prío, Batista y Fidel. Se doctoró en Filosofía y Letras, Universidad Villanueva, Primer Expediente. En 1959 regresó a España, para evitar la cárcel de Fidel. Durante 35 años fue: Ejecutivo, Director Gerente y empresario. Jubilado en 1992. Escritor. Conferenciante. Tres libros editados. Centenares de artículos publicados. Propagandista católico, Colaboró con el P. Piulachs en la O.E. P. Impulsor de los Ejercicios Espirituales ignacianos. Durante los primeros años de la Transición estuvo con Blas Piñar y F. N., desde la primera hora. Primer Secretario Nacional.
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Geppetto

Franco fue el unico responsable politico que peleo por y para España, teniendo en cuenta por supuesto a Miguel Primo de Rivera que se dejo la piel engrandeciendo España.
Durante dos siglos los españoles fueron traicionados, robados y traicionados por sus politios y solo el generalisimo Francisco Franco consigui devolver a España su dignidad, su orgullo y su fuerza.
Muerto Franco represaron los políticos trapaceros de siempre con las mismas mañas y malas artes y el resultado es el de antaño, España de mal en peor.
Dos siglos y los españoles siguen apoyando su destruccion
Verdaderamente así no vamos mas que a dar con la cabeza en un pesebre

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