21/11/2024 11:57
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Ya tenemos Congreso de los Diputados polilíngüe. El catalán, el euskera y el gallego han hecho su entrada en el Congreso de los Diputados. Ya está a la vista de todos que los españoles, para entendernos mutuamente, necesitamos de un traductor cuya voz penetre en nuestros pabellones auditivos a través de un pinganillo. ¡Aleluya!.

Existen algunos críticos con esta medida. Aducen estos, que la Constitución marca con precisión que las lenguas vernáculas de cada una de las comunidades autónomas españolas ostentaran la categoría de cooficialidad en el interior de dichas regiones. Esgrimen que esta cooficialidad se encontrará compartida, con el castellano, que será el idioma del Estado Español tal y como la Constitución nos lo hace saber: “El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos. 3 La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”.

Dicen los escépticos ante la medida adoptada por la Presidencia del Congreso de los Diputados que al ser esta Cámara, parte fundamental del Estado; órgano de expresión de la soberanía que la totalidad del pueblo español ostenta, y cuya lengua oficial, constitucionalmente establecida es el idioma español, la interlocución en dicha Cámara habrá de utilizar, como herramienta única y exclusiva la lengua castellana o idioma español.

Pero, bueno, como el lector habrá captado nítidamente, este pequeño grupo está formado por aquellos españoles que se han leído la Constitución y por lo tanto es muy escaso y reducido, siendo totalmente irrelevante ¡Vamos! ¡Faltaría más! ¡Para leer la Constitución estamos! ¡Ni que estuviéramos majaras de la chola!.

Quizás no le falte razón a esta inquieta minoría, puesto que ateniéndonos a los contenidos del artículo 3º de la Constitución vigente, la utilización en el Congreso de los Diputados de otra lengua distinta a la castellana, idioma oficial del Estado Español, parece ser totalmente contraria a la Constitución. A nosotros nos faltan conocimientos jurídicos para opinar. Para eso están los profesionales del Derecho Constitucional, los cuales tras enjundioso estudio podrán emitir una opinión debidamente razonada.

Para que esta medida sea Constitucional, opinan los censores del polilingüismo parlamentario, debe ser modificada urgentemente la Constitución. Si no se hace así, piensan, se producirá una situación tan peculiar y exótica como cómica: El Poder legislativo de la nación permanecería en estado de inconstitucionalidad. O lo que es lo mismo, la Cámara, en cuyo seno nacen las leyes, estaría incumpliendo la Ley Madre o Constitución en cuyos contenidos adquieren justificado fundamento las leyes que en ella son aprobadas.

Nosotros, que no somos juristas, no entramos en estas disquisiciones. Para eso está el Tribunal Constitucional. Aunque hemos de reconocer que en España, la actuación inconstitucional de sus autoridades no constituye un hecho que, por su extravagancia, tuviera que sorprendernos.

La realidad es que ya sea obedeciendo a los mandatos enmarcados en la Constitución, o al margen de los mismos, los españoles tenemos un Congreso de los Diputados polilingüe, con lo cual hemos entrado en ese pequeño y muy restringido club de naciones con parlamento necesitado de traducción simultánea. (Bélgica, Canadá y Suiza)

Pero el caso de España no es comparable al de estas multilingües naciones. El plurilingüismo del parlamento de estos países se basa en una noble persecución de la armónica igualdad de las diferentes formas idiomáticas utilizadas por los ciudadanos que dan cuerpo a sus respectivas sociedades. En España no es así.

El Congreso de los Diputados en España ha abierto sus puertas al catalán, al vascuence y al gallego. Pero al mismo tiempo se la ha cerrado con vehemente y marginadora energía a otras lenguas españolas, cuyos hablantes sienten tal medida como tiránica dictadura. Una dictadura que estrangula, y cruelmente asfixia, su natural idiosincrasia idiomática.

Incluso hay gentes malintencionadas que aseguran que la incorporación de estas tres lenguas al Congreso de los Diputados de España, marginando a todas las demás que configuran la exuberante riqueza lingüística de la cual nuestra nación goza, ha sido al objeto de tributar un homenaje opaco y mudo al hombre que mantuvo el caudillaje de España durante cuarenta años: el General Francisco Franco.

Si esto fuera así, qué duda cabe, que el peso de las leyes que regulan nuestra memoria histórica colectiva y cuidan de nuestro adecuado y democrático devenir, habrían de recaer sobre todos y cada uno de los que sentándose en los escaños del Congreso dieron su aprobación a que esto haya sucedido.

Habrá que estar pendientes de la postura adoptada al respecto por la Fiscalía General del Estado.

Los nebulosos argumentos que utilizan aquellos que ven el tetralingüismo del Congreso de este modo son los siguientes:

1º.- El idioma gallego fue la lengua materna del dictador. Su primera infancia estuvo arrullada por palabras gallegas. Su alma se configuró en el dulce fluir de las gallegas tierras, de las gallegas aguas, de las gallegas brisas. Este hecho constituye en sí mismo, razón suficiente para que dicha lengua fuera contemplada con dilección por Franco.

Esta amorosa percepción de la lengua gallega habría sido el motivo por el cual, si antes de la dictadora era muy hablada, pero con una escasísima repercusión literaria, fue la dictadura el motor impulsor de la proliferación de publicaciones en gallego a partir de 1947.

En 1950, en plena dictadura, se creó la Editorial Galaxia, que publicó diversas revistas de economía, cultura, arte y pensamiento en lengua gallega.

La Real Academia Gallega promovió, estando vigente la dictadura, el Día de la Letras Gallegas y, no solo esto, sino que en 1965, se creó la cátedra universitaria de Lengua y Literatura Gallegas a cargo de Ricardo Carvalho Calero.

Posteriormente en 1971 nació el Instituto de la Lengua Galega.

Y estos hechos, arguyen los componente de esta minoría censora ¿no constituyen motivo suficiente para contemplar la incorporación de la dulce lengua gallega a los debates en el Congreso de los Diputados como callado homenaje al dictador, quien tanto hizo en favor de su amada lengua materna?

2º.- El día 14 de este mismo mes de septiembre publicábamos un artículo en este periódico titulado La lengua catalana en tiempos del franquismo en el cual dábamos datos sobre el cuido amoroso que durante dicha etapa histórica había tenido la culta lengua catalana.

Pero no concluye ahí la cosa.

Sabido es que el F.C. Barcelona es más que un club. El F.C. Barcelona aspira a ser el aglutinante de las gentes catalanas. El equipo de futbol en torno del cual la afectividad y el espíritu todo de Cataluña fluyan. Sabido es que Cataluña es el idioma catalán.

Bueno, pues la persona más galardonada por el F.C. Barcelona a lo largo de toda su historia ha sido el General Francisco Franco. El F.C. Barcelona fue el club deportivo español que más homenajes y muestras de cariñosa y tierna pleitesía tributó al dictador.

El 27 de mayo de 1951, tras lograr la victoria en la final de la Copa del Generalísimo, frente a la Real Sociedad, el Presidente del F.C. Barcelona -don Agustí Montal Galobart– se quitó la insignia del club de oro y brillantes que lucía en su solapa, y sin protocolo alguno, pleno de alegre y entusiasta fervor, se la coloco al dictador. Por supuesto que en reunión mantenida por el club el día 11 de octubre se acordó financiar una nueva insignia de oro y brillantes al presidente, en sustitución de la que este había regalado a Franco.

El día 13 de octubre de 1971 la Junta Directiva del Barça prácticamente al completo fue recibida en audiencia por Franco en el palacio de El Pardo. Se trataba de agradecer al Caudillo la colaboración del régimen en la construcción del nuevo pabellón polideportivo del club. Montal -su presidente- hizo entrega al dictador de un álbum con fotografías de las obras del polideportivo y de la medalla de oro del Palau Blaugrana, distinción inédita que ese mismo día también recibió el Secretario General del Movimiento, Torcuato Fernández Miranda

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El día 27 de febrero de 1974, nuevamente, la Junta Directiva hizo entrega de la medalla de oro del club, en el Palacio de El Pardo a Francisco Franco.

Evidentemente el F.C. Barcelona fue el equipo de futbol que logró mayor número de copas del generalísimo durante el periodo franquista. Nueve trofeos de dicho campeonato frente a las seis conseguidos por el Real Madrid.

Tan íntima relación ¿no justifica que muchos irresponsables interpreten la inclusión de la lengua catalana en el Congreso de los Diputados como un homenaje silencioso al dictador?

3º.- Conocida es la atracción que sentía Francisco Franco por las diferentes formas y maneras con las que se expresa la cultura vasca.

No solo era asidua su asistencia a las regatas de traineras y demás eventos deportivos vascos. La proyección afectiva hacia lo euskaldún superaba los límites de lo estrictamente deportivo.

Recordemos que durante el franquismo, desde 1950, continua funcionando con plena normalidad la Real Academia de la Lengua VascaEuzkalzaindiaconvocando premios literarios de novela, poesía, teatro y bertsolaris y durante el franquismo nace el idioma Euskera Batua como elemento unificador de los diferentes dialectos del euskera

Tal como dice el filólogo Koldo Mitxelena “los dialectos del euskera se produjeron en fechas del siglo VI debido a razones políticas que fragmentaron la sociedad e hicieron complicado que se entendieran entre los pueblos vecinos. Frente a esta Torre de Babel vasca, se creó el Euskera Batua, una lengua vasca unificada cuyas bases se sentaron en el congreso de 1968 de la Real Academia de la Lengua Vasca celebrado en el Santuario de Aránzazu que ha dado lugar a la variedad que desde 1980 se utiliza en la administración, la enseñanza y los medos de comunicación”.

Con respecto a la tutoría que el franquismo tuvo sobre la lengua vasca podemos dar los siguientes datos:

Desde 1941 se publicaron ediciones literarias en euskera de forma sistemática, pensamos (no sin el riesgo de estar equivocados) que por primera vez en la Historia.

Hemos de tener en cuenta que las diferentes prohibiciones del idioma vasco se remontan a la Edad Media. En el 1239 se prohibió hablarlo en Ojacastro (La Rioja) y en el 1349 en Huesca. Carlos III, en 1772, impuso el castellano en las escuelas y en 1776, el conde de Aranda prohibió los libros en ese idioma. En 1857 la ley Mojano imponía el uso del castellano en las aulas. Isabel II, en 1867, prohibió las obras de teatro en euskera. Lo mismo ocurrió en el llamado País Vasco francés. Por mandato de Alfonso XIII, en 1902, se castigó a los profesores que enseñaran ese “dialecto”. También Primo de Rivera lo prohibió. Recordemos que el mismo Sabino Arana, fundador del Partido Nacionalista Vasco siempre hablo en público y escribió en castellano.

Pero llegado el franquismo nos encontramos que:

En 1952 se fundó la Editorial Kuliska Sarta y en 1961 la Editorial Auspoa las cuales publican en euskera.

A través de la empresa CCC, desde 1961, se puede aprender euskera por correspondencia.

En la década de los 60 se empezó a celebrar la Feria del Libro y Disco Vasco.

La Diputación de Guipúzcoa publicaba la revista literaria Egan.

En 1968 salió a la venta el primer volumen de la Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco.

En 1969 se fundó la Federación Diocesana de Ikastolas. Si en 1965 solo había 596 alumnos en estos centros docentes, en 1975 llegaron a los 26.936.

El filósofo e historiador Salvador de Madariaga, antifranquista furibundo, le escribió en 1960 al lehendakari José Antonio Aguirre: “Con frecuencia se presenta al régimen como un opresor de las libertades de Euskadi y de Cataluña… este modo de hablar y de escribir y de pensar es una tremenda injusticia a los españoles no-vascos y no-catalanes. Eso que nos oprime a todos es un aspecto de España, intolerante, reaccionario, antiliberal, pero no situado en ningún lugar de nuestra geografía… este régimen vino con la ayuda fervorosa y aun heroica de los navarros; lo manda un gallego; lo apoyan los banqueros vascos y catalanes; y en su alto personal político y diplomático predominan vascos y catalanes… De modo que pintar el régimen actual como una opresión del País Vasco y Cataluña por los españoles es burlarse de la gente”.

Y después de estos datos ¿no es comprensible que algunos quieran ver en la introducción del euskera en el corazón del Poder Legislativo un homenaje a Francisco Franco, quien tanto hizo en favor de este tan primitivo como bello idioma?

No es nuestro propósito aquí dilucidar las características jurídicas, políticas o morales a las que obedece el tetralingüismo adoptado por el Congreso de los Diputados. Es nuestra intención en estas líneas dejar patente el carácter opresor, antidemocrático y contrario a los derechos humanos que tal medida muestra.

¿Por qué entre la multitud de lenguas que forman la esplendorosa realidad hablante de España, tan solo son cuatro lenguas a las que se otorga el privilegio de incorporarse a los debates parlamentarios?

¿Por qué a gran parte de los españoles se les condena de forma inmisericorde a ver dictatorialmente marginadas sus idiomáticas peculiaridades?

¿Por qué tanta insolencia por parte de quien a todos nos representan? ¿Se debe tal conducta a la ignorancia, al desdén o a simple vocación tiránica?

Nosotros desde aquí rogamos, solicitamos, pedimos, ¡exigimos! que la totalidad de las lenguas que forman la lujosísima diadema idiomática que a España adorna sean incorporadas de forma inmediata a las interlocuciones llevadas a término en el seno del Congreso de los Diputados del Estado Español.

A objeto de facilitar la ardua tarea de normalización multilingüistica que de modo apresurado debe acometer tanto la Presidencia del Congreso de los Diputados, como los diferentes asalariados del sector político que en sus escaños toman asiento, sugerimos los idiomas que con más imperiosa necesidad requieren de una liberación de las onerosas cadenas por medio de las cuales, en la actualidad, son torturados sus hablantes, sometiéndoles al padecimiento de ignominiosa y opresora marginalidad institucional-hablante. Dichos idiomas quedan relacionados a continuación siguiendo un orden estrictamente alfabético castellano, a fin de que su posición no suponga predilección o desdoro hacia ninguno de ellos.

ÁRABE

Hablado por esa ingente multitud de gentes españolas -más de cuatro millones- que ven a su lengua materna incomprensiblemente exilada de las instituciones. Esta marginación del árabe en nuestra Cámara de representantes se revierte en incomprensible, pues es sabido que en breve plazo, siguiendo las pautas globalizadoras emanadas de la agenda 20-30, que tan fielmente es seguida por todos las gobiernos occidentales y con especial devoción por los españoles, podría convertirse en lengua única y exclusiva, no solo en la península Ibérica, sino también de la totalidad de la Unión Europea. ¿A qué responde su marginación? ¿A qué, señores diputados?

ARAGONÉS O FABLA ARAGONESA

La lengua de la nacionalidad aragonesa. El idioma que hablaban aquellos que conquistaron la mar que los romanos habían considerado suya. Las palabras del aragonés eran aquellas con las que la Corona de Aragón hablaba. Sí. La Corona de Aragón, la que derrotó a Francia, la que dominó Italia, la que vertebró el Mar Mediterráneo y la que terminaría casándose con la Corona de Castilla de cuyo matrimonio surgiría la renacida y unida España, la cual llevaba malherida y rota desde el siglo VIII.

¿Se dan cuenta ustedes, señores diputados, lo que supone no admitir a esta lengua en el Congreso de los Diputados? ¿Son conscientes de lo que este hecho dice de ustedes?…Quizás mejor sea que sigan en la ignorancia.

ARANÉS

Luminosa forma idiomática hablada no solo en el Valle de Aran sino en grandes zonas de la provincia catalana de Lérida. Lengua que a pesar de ser cooficial en la Comunidad Autónoma de Cataluña le es amputado el derecho de penetración en los ámbitos del Congreso de los Diputados. Quizás, señores diputados, ¿el motivo se encuentra en el desdén hacia el débil? ¿En el antidemocrático y despótico sentimiento de superioridad ante el pequeño? ¿A qué motivo se debe, señores diputados?

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BABLE o ASTURLEONES

Idioma del Principado de Asturias. Con gramática propia. Dotado de diccionario y Academia de la Lengua. Con múltiples dialectos, siendo los tres principales: el occidental, el central y el oriental.

No podemos dejar sin mencionar su rama dialectal oriental denominada Cantabru o Montañes.

Este idioma tiene verdadero carácter internacional ya que se proyecta en el interior de la nación portuguesa recibiendo allí el nombre de MIRANDES por ser en Miranda do Douro donde la densidad de hablantes lusitanos es más intensa.

Su ausencia del Congreso de los Diputados solo puede ser interpretada como injuriosa infamia hacia los Asturleoneses, a los cántabros y a los zamoranos por cuyos pueblos se escucha con deleite esta bellísima forma idiomática.

Y surge de nuevo la pregunta señores diputados: ¿cuál es la causa que les conduce a tal aberración?

BALEAR o MALLORQUIN (con sus variantes dialectales) IBICENCO Y MENORQUIN.

Lengua cooficial en el Archipiélago Balear e incomprensiblemente marginado de la Cámara de representantes española.

Es posible que las fuerzas que, en ciertos sectores de la sociedad catalana, sueñan con una expansión imperial, sean las causantes de la marginación que esta bellísima lengua padece. Primoroso idioma que estas fuerzas con ensoñaciones imperiales tratan de reducir a un mero dialecto del idioma catalán.

Recordemos la existencia del diccionario Catalán -Valenciano – Balear publicado por la editorial Moll, texto que evidencia la propia y diferente identidad lingüística de los tres idiomas.

¡Lacerante conducta la suya, señores diputados!

BRIQUERO O GACERIA

Joya lingüística que se conserva en el pueblo segoviano de Cantalejo. Carece de diccionario y de Academia de la Lengua. Nace entre los siglos XII y XIII. Cuando se repueblan las tierras del sur del Duero, allá en la Reconquista. Como cimientos filológicos tiene el antiguo castellano, el francés, el árabe y el euskera. Se ha conservado gracias ese importante gremio de fabricantes y comerciantes de aperos de labranza, de ganaderos, de pastores, de arrieros y de tratantes de ganado. En definitiva de gentes trabajadoras, de obreros. Lengua que, por lo tanto, tiene méritos suficientes para que las fuerzas políticas obreristas y las organizaciones sindicales de clase, trabajaran intensamente para incorporarla, no solo al Congreso de los Diputados en España, sino a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) e incluso, a la Organización Mundial del Comercio (OMC).

¿Qué les lleva a los diputados españoles a marginar tan bella, tan simbólica lengua?

CASTUO

Bellísima forma idiomática donde queda dibujada el alma gigante de la incomparable nacionalidad extremeña. Idioma igualmente marginado, por la tiranía tetralingüe del Congreso de los Diputados.

¿Por qué, señores diputados?… ¿Por qué?

CHELI

Lengua que si bien los filólogos definen como argot propio de los troncos, colegas y macarras no hemos de olvidar que tuvo gran expansión y auge en los tiempos en los que España vivió la transición democrática. Es hoy día, aún, soporte comunicativo, no solo de maleantes, sino también del lumpen social y de amplios sectores políticos. Este es un hecho que confiere a esta legua un colosal valor simbólico por el cual el Congreso de los Diputados debiera abrirle sus puertas, con los debidos honores, de par en par, liberándola de la tiranía tetralingüe que desde dicha Cámara se expande por el solar hispano.

Y de nuevo. Señores diputados ¿por qué?

LADINO

Idioma de los judíos sefarditas, o lo que es lo mismo, de los judíos españoles. Durante quinientos años hablado, cuidado y mimado por estos españoles en el exilio. Simplemente mantener en el destierro institucional, parlamentario y político al ladino es muestra exacta de la incuria que rige el espíritu de nuestros diputados y de quien a ellos los preside.

¡Doloroso, señores diputados!

HEBREO

Lengua materna de la comunidad judía española. Tan española, tan numerosa, tan importante, tan influyente. Y el Congreso de los Diputados la margina en sus debates. La desconocen los diputados y la ignora su presidencia.

¡Inconcebible, señores diputados!

PANOCHO

Lengua de la multicolor Murcia, de su exuberante huerta, de su desierto -que los cursis, los tontos y las autoridades turísticas de la murciana autonomía, en los mapas, llaman en inglés “bad-land” (malas tierras), también de su serranía, que llegando a Caravaca de la Cruz se atraviesa. El panocho perla envidiada del collar de leguas que España luce. Y lengua cruelmente olvidada y reprimida en los ámbitos parlamentarios.

¡Muy triste…muy triste señores diputados!

ROMANI

Idioma ancestral de la comunidad gitana. Comunidad, la gitana, que tan imperecedera impronta ha tenido en la hispana cultura. Que se lo pregusten a Lorca. Y ahora, bien sea por ignorancia, por desdén o por simple, malévolo y xenófobo racismo, estos españoles ven su legua exilada del Congreso de los Diputados.

¿Cuál es la causa…señores diputados?

SILBO gomero

Sin palabras habladas, sin letras escritas, solo con el fluir del aire a través de los labios. Canalizado previamente, eso sí, en la cavidad bucal, Así se producen los silbos que a la comunicación interpersonal dan soporte en la isla canaria de la Gomera. Patrimonio de la Humanidad. Joya única de la idiomática universal. Piedra preciosa de la lingüística española, incompresiblemente repudiada por el Congreso de los Diputados. Con lo bonito que resultaría ver a los próceres de la patria lanzar sus peroratas desde la tribuna del Congreso en silbo gomero. ¡Vamos! Una atracción turística única en el orbe. Y en cambio ahí vemos al silbo, humillado y exilado de la parlamentaria vida política española.

¿Son conscientes, señores diputados españoles del quebranto que ocasionan, desdeñando al silbo, no solo a la cultura española, sino también al ámbito filológico universal?

VALENCIANO

Idioma cooficial en el País Valenciano. Lengua vernácula del Reino de Valencia en la que publicaron sus obras Ausias March y Joanot Martorell. Lenguaje que, sin duda, las fuerzas imperialistas que anidan en ciertas zonas influyentes de la sociedad catalana quieren hacer mero dialecto del idioma catalán, canalizando todo su inflijo para exilar a esta linda forma idiomática de los centros del poder legislativo de la nación.

Nos reiteramos en la mención que hacíamos, cuando nos referíamos al idioma balear o mallorquín, del diccionario catalán, valenciano balear publicado por la editorial Moll, cuya existencia pone de manifiesto las peculiaridades idiomáticas de las tres lenguas, confiriéndoles identidad distinta y diferenciada.

A toda sensibilidad culta le estremece ver al idioma valenciano arrojado a las afueras del Congreso de los Diputados.

¡Auténticamente vergonzoso, señores diputados!

Son muchos más los idiomas que deberían tener cabida en nuestra Cámara de representantes.

El chino, muy hablado por los españoles de origen oriental en los ámbitos comerciales de España. El rumano, cuya densidad de hablantes supera en cuantía a la mayor parte de las lenguas vernáculas españolas, y todos aquellos de los que la multiplicidad tribal africana se sirve, cuyos hablantes llenan nuestras calles y plazas, y en cuyos bolsillos descansan los documentos que los acredita como nuestros connacionales. Pero somos conscientes de que su enumeración rebasaría los límites que a este artículo le son impuestos por la dirección del periódico.

Insistamos con la esperanza de que estas líneas sirvan, como ya dejábamos dicho en anteriores párrafos para, llenos de anhelos democráticos, a gritos, ¡exigir! a la Presidencia del Congreso de los Diputados/as que proponga ante la Asamblea, y esta apruebe con la máxima urgencia la incorporación a los debates de la Cámara, de los idiomas, lenguas y hablas españoles/as anteriormente referidos/as. Solo esta medida podría evacuar las sospechas de una próxima tiranía tetralingüe que muchas gentes de este desdichado país, estremecidas y acongojadas, ven cernirse sobre sí con celeridad.

Autor

Juan José García Jiménez
Juan José García Jiménez
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Geppetto

Meter en el Congreso de los Diputados del Reino de España una serie de dialectos regionales es, sencillamente, destruir el parlamento.
Si en un parlamento no se entienden los unos con los otros y todos con los españoles, no tiene razon de ser

José Luis Fernández

¿Polilingüe?. Lo correcto es «plurilingüe».

José Ignacio Herrera Badía

«O follamos todos o la puta al rio»! (Risas)

aliena

Después del «calendarizar» del director/editor/redactor/lo-que-sea de esta publicación, a mí ya no me sorprende nada.

Alberto Mallofré

No veo que polilingüe sea incorrecto.

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