21/11/2024 23:54
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El Gobierno socialcomunista ha anunciado que en dos o tres semanas presentará en el Congreso un anteproyecto de ley que ahora denomina Ley de Memoria Democrática. Una norma complementaria de la ley 52/2007 de Memoria Histórica. Y acude previamente a lo que llama una consulta pública.

Cuando aún lloramos la pérdida de casi 50000 españoles, víctimas de la pandemia producida por el Covid- 19 y muchas de ellas de la negligencia e incompetencia de este Gobierno, nos sale ahora este Gobierno por la tangente con una norma, cuyo contenido en detalle desconozco,  pero que, amén de otros objetivos, no tiene otra finalidad evidente que desviar de nuevo la atención del pueblo sobre los verdaderos  problemas  que acucian a España.

Cada vez engañan a menos gente. ¿Hay problemas serios? Pues, hala, el comodín de Franco a escena otra vez, tal y como hicieron el pasado año hasta que consiguieron profanar la tumba del Generalísimo en el Valle de los Caídos.

Y de nuevo, reinventándose, todos los medios al servicio de la causa comunista y de las suntuosas subvenciones públicas, a airear con profusión que esa ley propiciará la anhelada ilegalización de la Fundación que presido.

No son pocas las personas, amigos y no amigos, que me preguntan a menudo el porqué de mi empeño en la defensa de la figura del Generalísimo cuando observan que es una batalla inútil que consideran perdida de antemano; de hecho es lo que sucedió con la profanación de su tumba.

A esa pregunta he respondido de todas las formas posibles : defendiendo lo que significó para España su figura en determinados momentos de nuestra historia, defendiendo su furibundo anticomunismo, defendiendo su concepto de la defensa de la unidad nacional, defendiendo su labor como el  gobernante que convirtió un país analfabeto y de alpargartas en la novena potencia industrial del mundo, defendiendo a quien sentó las bases para un tránsito a la democracia creando una clase media antes de él inexistente, defendiendo a quien restauró la monarquía en España , defendiendo a quien salvó a la Iglesia católica de su exterminio , defendiendo a quien evitó nuestra entrada en la II GM …..etc. Tarea en la mayoría de los casos inútil. Tal es el caso del resultado de un adoctrinamiento continuado durante tantos años de mentiras y de la cobardía acomodaticia de una buena parte de nuestra sociedad sea de derechas o de izquierdas.

Hoy, cuando leo los objetivos de la nueva norma en cuestión me limito a exponer siquiera sea de forma castiza que hago esta defensa simplemente porque me da la real gana. Estoy en mi derecho constitucional a hacerlo al igual que reconozco el de otros, aunque no me guste, a que ensalcen a quienes les de la gana siempre que sea por la vía de las ideas.

No me gusta lo que defienden otras Fundaciones de la órbita marxista – les aseguro que en España hay muchas y, que, por cierto, reciben sustanciosas subvenciones públicas – pero reitero que conforme a lo que dicta nuestra constitución están en su derecho. Entonces, ¿por qué se empeñan en cercenar mi libertad a que yo piense lo que quiera?

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Sé que es tarea ilusoria el que yo pretenda convencer a la Sra. Calvo de lo que digo  pues su visión sectaria de la historia se lo impide; no obstante, procedo ahora a exponer una serie de argumentos, acogiéndome precisamente al espíritu literal de la citada norma llamada de Memoria Democrática, en los que doy mi respuesta a la consulta pública que desde el Gobierno proponen a la ciudadanía.

Así, nos dice la norma que esta persigue fundamentalmente los siguientes objetivos:

 

La recuperación, salvaguarda, conocimiento y difusión de la Memoria Democrática, con el fin de fomentar la cohesión y solidaridad entre las diversas generaciones de españoles y españolas en torno a los principios, valores y libertades constitucionales.

¡Caramba! Pues mire Vd. por donde estoy de acuerdo con este primer objetivo, si bien espero que la norma tenga presente los derechos constitucionales de todos, entre otros los que se desprenden de los artículos 14, 16 y 20 donde queda claro que todos “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de….opinión”, “que se garantiza la libertad ideológica” y “que se reconocen los derechos  a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones”.

No veo factible que la norma en proyecto, si se ajusta a la CE, atente contra lo que defiende la FNFF por más que no le guste al Gobierno.

O, ¿es que acaso mi opinión si es diferente a la del Gobierno no es válida?

Otro objetivo:

El reconocimiento como víctimas de quienes padecieron persecución o violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil española y la Dictadura, promoviendo su reparación moral y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva, con arreglo a los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.

Por supuesto que la FNFF concuerda con este objetivo también – todo el mundo tiene derecho a este reconocimiento – si bien esperamos que en términos equitativos y de justicia se promueva igualmente la reparación moral de todas aquellas víctimas de la guerra civil que fueron torturadas y asesinadas en las numerosas checas de la época, los que fueron ejecutados en Paracuellos del Jarama, en el túnel de Usera, en la fosa marina de Cartagena, en los buques prisión, en los acantilados de Santander, en el pueblo de Cabra – sí, Sra. Calvo, su pueblo –  o en tantos otros sitios – demasiados por desgracia – por el mero hecho de ser portadores de ideas contrarias a las del Gobierno republicano. No sería una norma justa si no se atuviera a la realidad de la desgracia de lo que supuso la guerra civil para todos los españoles de uno u otro bando. Incluso también esperamos justicia para todos los anarquistas asesinados por el partido comunista en Barcelona y en otros lugares. ¿Se acordarán de estos últimos también? ¿se acordarán de Andreú Nin o de Buenaventura Durruti? ¿o tiene que recordárselo la FNFF ?

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Y así, en este espíritu iría contestando a todas las cuestiones que plantea esta LMD.

Por ejemplo, hablan en ella, también, de la:

Declaración de lugares de memoria democrática, así como la retirada de símbolos y elementos de exaltación de la Guerra Civil y el franquismo.

Mire Vd. Sra. Calvo, lo que Vd. llama simbología franquista ya prácticamente no existe. Vds. la han borrado. Bueno, toda no. Hay algo que no pueden borrar: embalses, hospitales, viviendas públicas, universidades, colegios, regadíos, polos industriales y de colonización, reforestación,…etc., porque si lo hicieran desaparecería la España presente  y quedaría convertida  en un erial.

Sí, hay algo que sí pueden hacer al respecto y es propiciar la retirada – como dice la norma al hablar de exaltación de la guerra civil – de toda la simbología erigida recordando a personas que tuvieron mucha responsabilidad en el estallido de la guerra como Largo Caballero o Santiago Carrillo o ….. cientos más.

Apelo al sentido común de todos:  ¿Hasta cuando vamos a seguir con esta historia? Sí, ya sé, como decía al principio, que hay que evitar hablar de las decenas de miles de españoles muertos y que Vd. Sra. Calvo, así como su Presidente y sus colegas comunistas y separatistas  pretenden coartar nuestra libertad de pensar y de existir. Lo están intentando desde hace mucho tiempo. Lo que espero es que ahora en el trámite parlamentario de la ley partidos como el PP y VOX den la batalla legal y eviten este liberticidio. Ya no se trata de la defensa o no de la FNFF – a ver si el PP se da cuenta – sino la defensa de la libertad, de la defensa de la CE que quieren sustituir en un anhelado proceso constituyente por una “ad hoc” a sus ideas socialistas/ comunistas.

Y termino: yo no sé si son muchos o pocos los que coinciden con mi visión de la historia. No lo sé. Pero si sé que son millones de españoles los que estarían dispuestos a defender mi libertad de pensar y opinar como a mi me de la real gana. Y lo siento pero he vuelto al casticismo.

Autor

General Chicharro
General Chicharro