Nieto
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A nadie debería extrañar que la mayoría de los medios de comunicación estén poniendo a Tamames en el ojo del huracán a propósito de la moción de censura promovida por VOX contra el Gobierno de Sánchez. Como he intentado explicar recientemente en «Autopsia al Periodismo» (SND Editores), los medios en España se han convertido en una fotografía-resumen del mundo de hoy; un batiburrillo de mentiras, aberraciones y burdas manipulaciones que hubiesen avergonzado a nuestros abuelos, pero que hoy, en este momento crítico de la Historia, pasan tranquilamente por «noticias» creíbles.
A los medios, a los editores de prensa y a las empresas periodísticas, para empezar, se la suda España. Les importa la unidad de la Patria menos que un partido del Recreativo Linense. Sus únicos intereses son, por este orden, tener más poder y más dinero, y tratar de perpetuar las aberraciones sistémicas que, a la vez, les supone cada vez más poder y más dinero público. De ahí que estén casi obligados a no salirse de la espiral permanente de la manipulación (es decir, a no decir la verdad ni al médico), y a poner la lupa siempre en lo banal, lo pequeño, lo anecdótico, dejando pasar lo sustancial e importante.
En la moción de censura promovida por VOX lo sustancial e importante no es Ramón Tamames, sino el objetivo que persigue la moción, es decir, echar del poder a Sánchez. Como no se quiere hablar de eso (de lo principal, de lo importante), los medios de un lado y de otro intentan hacer ver a la opinión pública la supuesta incoherencia que supone la designación del profesor. Le recuerdan su pasado en el PCE, sus declaraciones de hace treinta y cinco años, y no sería raro que entrevistasen a alguna novia díscola de su primera adolescencia. Pero de lo sustancial, del objetivo de la moción, no dicen casi nada, y lo que dicen es mayormente falso.
Esos medios (en realidad, casi todos) dejan a un lado un hecho que difícilmente se puede negar con datos en la mano: este Gobierno, quizá el peor de la historia de España, debe salir cuanto antes del poder, si no queremos ver el desmoronamiento completo de lo que queda de Estado de Derecho. Es un gobierno que está atentando gravemente, y de manera directa, contra los últimos resortes que protegen los derechos y las libertades fundamentales de los españoles. Es un peligro público, concretado en unas pocas personas, que es obligatorio sacar de las instituciones, porque está en juego no solo la supervivencia de la nación, sino también la de nuestras familias.
Si reinase el mínimo sentido común en los medios de comunicación, se darían cuenta de que la moción de censura, al margen de lo que suceda parlamentariamente, tiene una explicación, una razón de ser. Saldrá adelante o no, pero está justificada. Es más, en cierto modo, podemos decir que todos los diputados nacionales, en la medida en que están obligados a defender la supervivencia de la nación y la protección de los derechos y libertades públicos, deberían apoyar la moción, si no fuesen (en la práctica) esclavos de los intereses particulares de sus respectivos partidos políticos, verdaderos dueños de la soberanía nacional.
Ni Tamames debería ser la noticia, ni las tertulias deberían dedicar horas y horas a especular sobre lo que no interesa a casi nadie. Sánchez debe salir del poder cuanto antes, porque España no resiste más tiempo en las manos de sus más crueles enemigos. En ese empeño, en el de salvar la nación, tendrían que estar no solamente todos los políticos, sino también toda la profesión periodística. Pero es necesario recordar que estamos en tiempos sombríos, de tribulación y oscuridad, y que todas las certezas que habíamos heredado de nuestros ancestros, se han convertido en terribles aberraciones. Algunos, sin embargo, nos resistimos a formar parte de ese consenso vulgar.
Autor
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Nació en Madrid en 1975. Es Doctor en Periodismo por la Universidad San Pablo CEU. Ha dedicado casi toda su vida profesional a la radio, primero en Radio España y desde 2001 en Radio Inter, donde dirige y presenta distintos programas e informativos, entre ellos "Micrófono Abierto", los Domingos a las 8,30 horas. Ha dirigido la versión digital del Diario Ya y es columnista habitual de ÑTV en Internet. Ha publicado los libros "España no se vota" y "Defender la Verdad", "Sin miedo a nada ni a nadie", "Autopsia al periodismo". Esta casado y tiene un hijo.
Es una auténtica mentira que se viva en democracia. El sistema implantado es una dictadura disimulada, donde solo viven aquellos que tienen el beneplácito del partido para integrarse en la empresa del negocio político, A todo esto hay que añadir a todos aquellos que se llaman profesionales del periodismo, que se venden por el dinero que los gobiernos de turno les regala y que, es un acto delictivo, porque es un robo que se hace a los contribuyentes. Ningún medio dice, como tampoco denuncia, que, un indecente, sostenido por socialistas, comunistas, golpistas, separatistas y terroristas, está destruyendo España y que no existe ninguna Institución que le pueda apartar y que esta corrupta democracia, ampare al desgobierno durante toda una legislatura. Alguno pide listas abiertas, Alguno denuncia que el voto depositado, no tiene valor, ya que, el partido que lo recibe lo utiliza a su conveniencia. Donde está el mal de que se haga una moción de censura, si había que hacer una todos los días, desde que este personaje y que con su chulería desgobierna. Quienes son los que no están de acuerdo con la moción los periodistas y el PP.
Bueno, tampoco ha estado mal que el PP (del Sr. Casado – Aznar) votase con los Bilduetarras, podemitas, golpistas catalanes y demás ralea en contra de una moción de censura al sr. Sánchez que supongo que no se la merecía. No se abstuvo como parece que va a hacer ahora sino que votó en contra. Y se quejan del gobierno. Con lo que más disfruto es con los escupitajos que los socialistas les dedican en un a modo de «Roma no paga a traidores». Para los anales.