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Sucedió una tarde del mes de abril del año 1869 y se debatía la Constitución de la “Gloriosa”. Según consta en el “Diario de Sesiones” del Congreso aquella tarde se debatía la forma de Estado: Monarquía o República… y, naturalmente, la temperatura de la cámara se elevó y hubo, incluso, algunos altercados graves.

En un momento dado Emilio Castelar, el líder de los republicanos, y el mejor orador español de todos los tiempos se levantó y dijo: “Un momento, Señorías. Yo no he dicho que esta Cámara no pueda proclamar la República o la Monarquía; yo lo que he dicho y sostengo es que si nosotros hubiéramos podido fundar la República desde el primer día, la hubiéramos fundado; y si vosotros hubierais podido establecer desde el primer día la Monarquía, yo os hago la justicia de creer que la hubierais traído. Importan poco los antiguos resentimientos de los partidos; nosotros no trajimos la República, porque no éramos bastantes fuertes para traerla; vosotros no trajisteis vuestra Monarquía porque tampoco erais bastantes fuertes para traerla”.

Bien, pues ya lo ven, han pasado 152 años y estamos en las mismas. Porque si algo está ya claro (y más de cara a las elecciones del 4-M) es que aquí ya hay dos Españas: la que hoy representa el señor Sánchez, el señor Iglesias y los independentistas catalanes, vascos y gallegos y demás ralea, que abiertamente vienen reclamando un cambio radical del Estado para cambiar la Monarquía constitucional actual y traer una República (en este caso sería federal) y que si no han conseguido todavía la ruptura y el cambio es porque todavía no tienen fuerzas suficientes para hacerlo. Pero bien claro está, y así lo manifiestan en todos sus mítines y en todas sus declaraciones, que el día que puedan, que en cuanto puedan, acabarán con el Régimen que nació  tras la muerte de Franco y con la Constitución del 78 y traerán su República.

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En frente,  el PP, VOX, empresarios, militares, clases medias, y españoles de bien prefieren seguir con la Monarquía y con el Estado actual. Pero tampoco ellos, esa España nacional, parece tener fuerzas suficientes para defender la Monarquía y el Estado. O falta de espíritu y convencimiento.

O sea, que estamos donde estábamos… y que aquí, a partir de estas elecciones del “4-M” la Democracia es ya y va a ser un plebiscito permanente, que se resolverá el día que las urnas o la fuerza se pongan de parte de uno de los dos frentes.

Y todo lo demás son ganas de perder el tiempo.

Porque si los Iglesias y compañía ganasen este 4-M España iniciaría el viacrucis que lleva de la Democracia en libertad a la Dictadura comunista, como ayer en Rusia, y hoy en Cuba y Venezuela. Lo de Castelar: “Nosotros no trajimos la República, porque no éramos bastantes fuertes para traerla; vosotros no trajisteis vuestra Monarquía porque tampoco tenéis fuerzas suficientes”

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.
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