24/11/2024 11:22
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Sigo creyendo que el punto de la nación donde se da la mayor dureza de rostro y donde es más notoria la gilipollez humana y filihumana, es en el Congreso de los Diputados y las sedes de las otras formas mas individualizadas de gobierno de la nación.

Dureza acerada de rostro, gilipollez cogida de su brazo, el más profundo analfabetismo y, como consecuencia de dichos hallazgos, el engreimiento chulesco de los gilipollos y las gilipollas creyéndose los aladides de la verdad, razón, de la cultura -¡que tiene cojines!- y del progreso.

Como reciente muestra de dónde se localiza la gilipollez hoy, en el Congreso de los Diputados y diputadas, a una de las múltiples vicepresidentas de este Gobierno «ciempiés», se le ha ocurrido culpar a la «cultura machista» del retraso del acuerdo en los Presupuestos Generales del Estado. Ella, la comunista vicepresidenta, aboga por las negociaciones pausadas que, al parecer, le parecen más femeninas: «hay una cultura en este país muy masculina de llevar al limite las negociaciones». Lo que deja claro que la señora vice comunista, se cree dueña de la verdad y la razón. La tal señora no es capaz de comprender que está herrada… ¿es errada…?

¿Esa cultura machista, descubrimiento de la señora Díaz es lo que provoca los enfrentamientos entre la señora Montero -otro de los grandes asombros de este asombroso gobierno- con la señora Calviño? Es que la gilipollez, como digo en los primeros renglones de este trabajo, camina fuertemente cogida del brazo y al mismo paso del analfabetismo «ilustrado». Ese que utiliza el «detrás mío»; el «delante mío»; el «contra más mejor», el que por ser comunista o sociata la criaturita, se le allana el camino para poder alcanzar el titulo universitario del que tanto presumen, y del que tanto desconocen.

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Y claro; a personas de ese «corte» son a quienes se les ocurren utilizar proposiciones que serían incapaces de llevar a efecto, por pura indocumentación cerebral que, limpia de la demagogia roja, avalaríamos todas las personas normales, no solo de este país, sino también del resto del Mundo. Es más, yo diría que todas las personas normales echamos de menos que nadie se haya ocupado en cuarenta y seis años de que: «los que más tienen que aportar más en un momento en que nuestro país necesita ingresos públicos» -parece rara la composición de la oración ¿no?-.

Lo de pagar más aquellos que, no solo los que mas tiene, sino también los que mas ganan, lo dice una señora que como diputada en el Congreso Nacional, con un sueldo, entre que si sí o si no, por encima de los 5.000 euros, se ahorra el pagar a Hacienda el 40% del impuesto que los demás pagamos el 100% y no tenemos posibilidad de hacer regates.

 

Autor

Eloy R. Mirayo
Mi currículum es corto e intranscendente. El académico empezó a mis 7 años y terminó a mis 11 años y 4 meses.
El político empezó en Fuerza Nueva: subjefe de los distritos de C. Lineal-San Blas; siguió en Falange Española y terminó en  las extintas Juntas Españolas, donde llegué a ser presidente de Madrid.