22/11/2024 10:20
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Desde la llegada al poder de Pedro Sánchez, “para convocar elecciones”, hace menos de tres años, el número de empleados públicos se ha incrementado en más de medio millón de pesebreros.

La mayoría enchufados a dedo, por medio de concursos amañados, nombramientos de altos cargos, asesores, personal eventual, de confianza, de libre designación, etc.

El funcionario por oposición está empezando a ser un dinosaurio en vías de extinción,  y, encima, mal visto por sus superiores, nombrados digitalmente, y por la mayoría de sus compañeros, reclutados con el carnet del PSOE en la boca.

Hemos pasado de 13 ministerios a 23, es decir, casi el doble, con el  consiguiente incremento de secretarios de estado, o viceministros, subsecretarios, secretarios generales técnicos, directores generales, etc.

Y asesores a patadas, muchos de ellos escasamente con el graduado escolar, que en nada pueden “asesorar”, pues nada saben.

Son, simple y llanamente, “comisarios políticos” del partido correspondiente, liberados de trabajar, y cuya única función es hacer política partidista, pero, eso sí, pagamos con el dinero de todos los españoles, no del partido o partida correspondiente…

Las diecisiete autonosuyas siguen aumentando sus plantillas, y la reciente “ley de interinos” (que será ley, pero no Derecho), regalará una plaza de funcionario a varios cientos de miles de personas.

Personas ingresadas, en la mayoría de los casos, también a dedo.

Todo ello en contra de los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad… Pero eso, ¿a quién le importa?

Hay tantas administraciones públicas, local, comarcal, provincial, autonómica, estatal y de la UE, que amenazan con convertirnos a todos en empleados públicos.

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Y entonces, ¿quién trabajará realmente, y pagará el IVA y el venía, etc.?

Las administraciones públicas, los chiringuitos, las “ocurrencias”, empresas públicas, pero que gestionan con criterios partidistas, prácticamente todas deficitarias, son la pescadilla que se muerde la cola.

España se encamina a la ruina económica, política y social, de la mano de Pedro Sánchez, el falso doctor en economía.

El vencedor del volcán de La Palma, del Covid, del terrorismo, del separatismo, etc.

Sólo que los muertos que dice haber matado, gozan de buena salud.

Mientras tanto, el PP sigue sin hacer oposición, y VOX amaga con hacer, pero tampoco hace, e incluso se permite votar a favor de que el gobierno puede hacer lo que le dé la gana con los préstamos de la UER, sin control parlamentario alguno…

¿A quién creen que votarán este millón de pesebreros, y sus familias, cónyuges, padres, hijos, etc.?

Autor

Ramiro Grau Morancho