21/11/2024 22:13
Getting your Trinity Audio player ready...

En 1936 apenas habían pasado 19 años de la revolución que instaló el marxismo en Rusia. Las condiciones socio políticas y económicas de la España de entonces convertían nuestra nación en objetivo preferente del marxismo internacional. La revolución encaminada a sumir España bajo el totalitarismo comunista era cuestión de tiempo y oportunidad. Solo una acción decidida del ejército y fuerzas afines podían evitar la caída de España bajo la órbita del marxismo internacional. Nadie, y menos aún el Generalísimo Franco, deseaban la confrontación civil que luego se produjo de forma inevitable al fracasar en gran medida el alzamiento militar. Un alzamiento que se hizo inevitable al fracasar todas las medidas de corte democráticas que dejaron sin efecto cualquier atisbo del estado de derecho. El estado estaba roto y la anarquía era la norma. El Alzamiento militar supuso para España el fracaso de la instalación en España de una dictadura marxista al estilo soviético y puso los fundamentos para el nacimiento de un estado social de derecho sin parangón en la historia de España.

80 años después, una España moderna, y no comparable a la de 1936, debería contemplar lo que entonces sucedió como un episodio de la historia; sin embargo aparecen de nuevo fuerzas disgregadoras y totalitarias que mantienen los mismos objetivos que el Frente Popular de entonces.

Hoy asistimos perplejos ante los intentos de dividir y enfrentar a los españoles que el Gobierno socialista/comunista/secesionista actual,  en connivencia con ETA, está llevando a cabo a través de la previsible Ley de Memoria Democrática que entrará en vigor en breve.

Nuestro amor, nuestra fe y nuestros valores son más fuertes que su odio.

LEER MÁS:  ¿Alquiler forzoso de viviendas o falsa alarma? Una perspectiva cristiana. Por Francisco Ángel López Cabello

Estemos alerta para que no lo consigan. Venceremos.

Autor

General Chicharro
General Chicharro