17/06/2025 06:15

Desconozco si es de procedencia paterna o materna, pero resulta evidente que Pedro Sánchez lleva consigo los genes de la corrupción, lo cual viene a significar que es un ser corrupto por naturaleza. De hecho, si repasamos su biografía política vemos cómo toda ella está marcada por diferentes episodios en los que la corrupción está presente de una u otra forma, proporcionando al personaje un aura oscura y fría, tejida con el fino hilo de la amoralidad más absoluta.

– Así, siendo ya militante del PSOE y con la más que probable intención de ir ascendiendo en el seno del partido socialista, P. Sánchez tuvo a bien doctorarse en Economía, pero, conocedor de sus limitaciones intelectuales, en lugar de dedicarse a ello con esfuerzo y dedicación, optó de forma indigna por plagiar el trabajo de diferentes expertos en la materia. En consecuencia, la obtención del grado de Doctor aportó a P. Sánchez un estatus académico inmerecido, ya que su aportación a la ciencia económica fue ciertamente nula, algo que, por extraño que parezca, debe provocarnos tan solo un mínimo malestar, ya que en general su actuación casi indefectiblemente trae consigo mucho más graves y perniciosas secuelas.

– Pasó el tiempo y en 2014 se celebraron unas elecciones primarias en el PSOE para elegir a su secretario general. Se presentaron a la contienda P. Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias y si bien el favorito era E. Madina, contra todo pronóstico P. Sánchez salió victorioso, siendo en consecuencia nombrado secretario general del PSOE. Sin embargo, según los último informes de la UCO, dichas elecciones fueron amañadas por dos de los principales colaboradores de P. Sánchez a lo largo de su periplo político, esto es, Santos Cerdán y Koldo García. Así, según la UCO, Santos Cerdán envió un whatsapps a Koldo García que decía textualmente “Cuando termine, apuntas como que han votado esos dos que te faltan sin que te vea nadie y metes dos papeletas”, siendo poco tiempo después respondido con un simple “Ya está”, confirmándose así el pucherazo. Tras el conocimiento del deplorable suceso el sector crítico del PSOE ha puesto, con toda la razón del mundo, el grito en el cielo, de tal forma que distintos políticos socialistas de cierta relevancia han manifestado públicamente su malestar y el rechazo que les causaban las prácticas mafiosas sanchistas. En este sentido, si bien todo ello puede interpretarse como el principio de una rebelión interna contra el sanchismo, mucho nos tememos que todo ello esté abocado al fracaso, ya que P. Sánchez a lo largo de los últimos años ha colonizado todos los órganos internos del partido, convirtiendo así al PSOE en una suerte de secta donde el servilismo ha sustituido a la honestidad y la fe ciega a la inteligencia.

– En cualquier caso, P. Sánchez alcanzó la secretaría general del PSOE, si bien las cosas no le fueron como esperaba, ya que perdió estrepitosamente las elecciones generales de 2016, al obtener el peor resultado del PSOE en toda su historia. Debido a ello y para reforzar su debilitado liderazgo, en octubre de 2016 se celebró un tenso Comité Federal en el que P. Sánchez forzó una votación para decidir si era pertinente o no convocar un Congreso Extraordinario y celebrar elecciones primarias cuanto antes. Para lograr su objetivo P. Sánchez recurrió nuevamente a hacer trampas, de tal forma que no se le ocurrió otra cosa que colocar una urna escondida detrás de un biombo, para votar en secreto sin las garantías habituales, es decir, sin censo ni interventores. Tras descubrirse el entuerto, los dirigentes socialistas forzaron una moción de censura interna cuyos resultados arrojaron una contundente derrota de P. Sánchez, lo cual le llevó, de forma prácticamente obligada, a presentar su dimisión como secretario general del PSOE, pasando el partido socialista a partir de ese momento y hasta 2017 a estar dirigido por una gestora.

Llegado 2017 se volvieron a convocar elecciones primarias en el PSOE para elegir al secretario general que habría de dar el relevo a la gestora. Ante tal situación P. Sánchez recurrió a financiar su vuelta al ruedo político con el dinero de su suegro, el cual procedía de tres saunas gais y un club de alterne, donde jóvenes de ambos sexos vendían sus cuerpos a viciosos individuos por un puñado de euros. De esta forma tan poco honorable se puso en marcha la “Banda del Peugeot”, constituida por P. Sánchez, José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García, con el objetivo de viajar por toda España para conseguir el voto de los afiliados al PSOE. Finalmente el 18 de junio P. Sánchez fue elegido por las bases como nuevo secretario general del PSOE y en ese preciso instante comenzó a desarrollarse la mayor historia de corrupción política de la España contemporánea, ya que unos pocos años después todos los compañeros de viaje de P. Sánchez están sentados en el banquillo de los acusados debido a su actividad delictiva.

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– Pero siguiendo con esta crónica negra del sanchismo, nos encontramos con un P. Sánchez en la cima del poder del partido socialista dispuesto a asaltar la Presidencia del Gobierno de España. Así, sin ningún tipo de escrúpulos ni respeto a una lógica parlamentaria que otorgaba a la coalición de centroderecha una mayoría suficientemente holgada como para gobernar respetando el espíritu de lo establecido en sus respectivos programas electorales, P. Sánchez se lanzó como un poseso para alcanzar su objetivo, valiéndose para ello de una moción de censura contra Mariano Rajoy, aludiendo precisamente a aquello en lo que mejor sabía desenvolverse, es decir a la corrupción que anegaba al Gobierno. Ciertamente, si bien no puede negarse que el Gobierno de M. Rajoy había logrado sacar a España de la depauperación económica que había dejado tras de sí un sujeto tan corrupto e inepto como José Luis Rodríguez Zapatero, también es verdad que el PP, con la “Trama Gürtel” a sus espaldas, no podía considerarse libre de pecado, por lo que la moción de censura podría tener cierto sentido, si no fuera porque con su iniciativa P. Sánchez abría de par en par las puertas de la gobernabilidad de la nación española a comunistas e independentistas, a pesar de los perversos efectos que ello podría provocar en el futuro, algo que efectivamente ha acabado ocurriendo, si bien en unos términos y magnitudes que solo un sujeto obsesionado con el poder estaría en disposición de admitir.

Pues bien, en su comparecencia ante el Congreso de los Diputados P. Sánchez aludió a la sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a distintos líderes políticos del PP por formar parte de una trama corrupta, para pedir a M. Rajoy que asumiera sus responsabilidades políticas por la crisis institucional que como consecuencia de la corrupción de su partido se estaba produciendo en España. Así, P. Sánchez señaló que “España merece un gobierno limpio (…) usted señor Rajoy ha perdido la autoridad moral para seguir gobernando” (…) España necesita pasar página del lodazal de corrupción”, concitando con ello el apoyo de una mayoría de los diputados de la Cámara Baja.

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Resulta evidente que si P. Sánchez tuviera un mínimo de dignidad, al verse inmerso no en un lodazal sino en un auténtico tsunami de corrupción, dimitiría de forma inmediata, exactamente por las mismas razones que esgrimió para acceder al poder, ya que, a la vista de las pruebas encontradas por la UCO, no cabe la menor duda de que el PSOE se ha reconvertido en una organización criminal al servicio del sanchismo. Sin embargo, teniendo en cuenta su indecente proceder a lo largo de toda su trayectoria política, resulta evidente que P. Sánchez se aferrará a la poltrona, para así poder proseguir con sus campañas de difamación contra la oposición, los jueces y los guardias civiles, en un desesperado intento de dinamitar los propios cimientos de la democracia, del imperio de la ley y del Estado de Derecho, ya que su única esperanza es lograr ver materializado su perverso proyecto político para no acabar en la cárcel en compañía de su mujer y su hermano, algo que, por ser de justicia, deseamos fervientemente que suceda en un futuro próximo.

(Continuará)

Autor

Rafael García Alonso
Rafael García Alonso
Rafael García Alonso.

Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Preventiva, Máster en Salud Pública y Máster en Psicología Médica.
Ha trabajado como Técnico de Salud Pública responsable de Programas y Cartera de Servicios en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria, llegando a desarrollar funciones de Asesor Técnico de la Subdirección General de Atención Primaria del Insalud. Actualmente desempeña labores asistenciales como Médico de Urgencias en el Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid.
Ha impartido cursos de postgrado en relación con técnicas de investigación en la Escuela Nacional de Sanidad.
Autor del libro “Las Huellas de la evolución. Una historia en el límite del caos” y coautor del libro “Evaluación de Programas Sociales”, también ha publicado numerosos artículos de investigación clínica y planificación sanitaria en revistas de ámbito nacional e internacional.
Comenzó su andadura en El Correo de España y sigue haciéndolo en ÑTV España para defender la unidad de España y el Estado de Derecho ante la amenaza socialcomunista e independentista.
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