
«Varios cientos de asesores tiene el presidente en Moncloa, y más concretamente en presidencia, pero nadie ha dado una razón de peso, de ahí que las especulaciones se hayan disparado»
Cada minuto que pasa me cuadran menos cosas del apagón. Cada vez salen a relucir más sospechas porque comprobamos que el Gobierno de Pedro Sánchez sigue en la misma línea de otras desgracias, la DANA, la pandemia, el volcán de La Palma…y ahora esto. Es una realidad que hemos presenciado, por eso no podrán engañarnos más ni el propio presidente ni la presidenta de Red Eléctrica Española. De momento no vamos a entrar en las especulaciones, que son muchas y algunas muy chabacanas, por no decir imposibles, pero con Pedro Sánchez al frente de una catástrofe todo es posible y todo negativo; eso sí, si le pillan en otra mentira, tranquilos que dirá que es «cambio de opinión». Tan sólo le ha faltado decir que «la culpa es de la ultraderecha porque se han puesto todos de acuerdo para encender la luz y han bloqueado el sistema»
Las preguntas más inmediatas son las que casi todos nos hacemos. Y digo casi todos porque los fieles a Sánchez y a la coalición conocida como «opinión sincronizada o lamelengüetas» niegan cuanto no les conviene. Tienen que seguir viviendo de la mamandurria diaria y habitual, que eso de tener que trabajar es muy duro y sacrificado. Varios cientos de asesores tiene el presidente en Moncloa, y más concretamente en presidencia, pero nadie ha dado una razón de peso, de ahí que las especulaciones se hayan disparado y vayan desde un atentado, pasando por un boicot de Francia y Marruecos, viejas cuentas de Netanyahu por las reiteradas traiciones y desplantes de Sánchez, la deuda de 36 millones de dólares que Puigdemont dejó a deber a Putin, el boicot de la ONU al sur de Europa para que vaya despertando y hasta la venganza de Donald Trump o el bumerán que ha vuelto contra María Jesús Montero y Yolanda Díaz por dedicarse a hacerse selfis durante el sepelio del Pontífice Francisco.
Eso pasa porque «no hay transparencia en un país que ha dejado de ser democrático», como bien ha dejado constancia la Comisión de la ONU. Hay un dato muy efectivo: si no quieres bulos y maledicencias, informa a la ciudadanía y di la verdad, aunque pedir eso al mentiroso Pedro «cum fraude» es como pedir al Camarlengo que retrase el cónclave hasta que termine el partido de fútbol o el telediario.
Casi 1.200 asesores en Palacio de Moncloa, pero ésta ha estado en silencio durante siete horas, sin aportar ninguna información a la ciudadanía. Portugal no ha dejado de dar información puntual a sus ciudadanos. Esa es la diferencia entre un país democrático y otro que avanza a pasos agigantados hacia las formas de vida y gobierno de Venezuela y Nicaragua con dictaduras asesinas, narcotizadas y represaliadas. Tampoco entiendo que el presidente del Gobierno haya prohibido la entrada a los periodistas durante su comparecencia. En la mirada de Pedro Sánchez, casi siempre escondida y retirada de pantalla, se le notaba que mentía y ocultaba información: es algo que los españoles ya le tienen cogido el tranquillo. Confieso que es mirarle a la cara y sé si miente, esconde verdades o tiene miedo a decir la verdad.
Durante la pandemia no dejaron de robar y traficar muchos socialistas mientras nos mantenían encerrados y retenidos en casa: ahí tienen los resultados, que ahora están saliendo a relucir y que no han dejado de atascar los Juzgados. Cada día se suma alguno más, desde el propio presidente en el caso Playbol –pendiente de reabrir por las falsedades que encierra— pasando por la propia Begoña “Pelela” Gómez, continuando por Ábalos, Koldo, Víctor Aldama, el parador de Teruel, Jéssica, la miss de Asturias, cuarenta y siete investigados de los altos cargos socialistas y llegando hasta la exdirectora de ADIF, David Sánchez y ahora Beatriz Corredor, presidenta indocumentada sobre asuntos eléctricos. Pero tranquilos, ya sé que olvido a muchos más, aunque los tengo en mente. Por eso ahora temo que escondan algo más, que hayan robado a lo grande o que hayan podido eliminar algo importante mientras estábamos a oscuras.
De lo único que no tengo dudas es de que el día 28 fue un día de angustia, prisas, pilas y transistores. Sobre todo, pilas y transistores. Muchos de ellos hubo que desempolvarlos y recordar en qué lugar “dormían” el abandono. Sorprende que algunos jóvenes no supieran que tenían dos ruletas (una para el volumen y otra para cambiar de emisora, sin tecnicismos) y cuando alguien se lo apuntaban, se enfadaban porque seguían los aparatos sin funcionar, sin darse cuenta que carecían de pilas o era el momento de cambiarlas porque se habían agotado u oxidado. Manejan el móvil o el ordenador como los niños la peonza, pero un simple transistor les rompió los esquemas. A los más mayores, el transistor nos transportó a la triste tarde del 23F y a los partidos de final de liga de la segunda mitad del siglo XX con el aparato en la oreja.
Hoy, con el sosiego de un nuevo día, comprobamos que el presidente Sánchez vuelve a echar la culpa a las empresas privadas de las Eléctricas y a la ultraderecha, como si el fascismo hubiera resucitado a Mussolini y el nazismo a Adolf Hitler para que apagaran los interruptores eléctricos y dejaran España en negro o a oscuras. Llegado a esto, no he podido evitar el recuerdo de lo que dijo la madre de Pagaza a Patxi López: «¡Harás y dirás muchas cosas, Patxi, que nos helarán la sangre!»
Vamos terminando. El Gobierno vuelve a estar de moda, pero por incompetente e inútil. Entre la población ya circulan memes y conversaciones en las que se apuesta a ver a quién más echa Pedro Sánchez la culpa: a los fachas, al cambio climático, a Franco, al cierre del Valle de los Caídos, a Feijóo, a la ultraderecha, al gobierno de Mariano Rajoy, a Netanyahu o al Pontífice Francisco. Pedro es capaz de cualquier cosa, menos de hacer y planificar cosas buenas.
Día de pilas y transistores, sobre todo, pero también de angustia, preocupación y nula transparencia gubernamental. La incompetencia e inutilidad del Gobierno también esta vez ha sido una realidad, nunca una suposición. Mientras, José Luis Ábalos desaparecido, Begoña “Pelela” Gómez cursando su nacionalidad dominicana, David Sánchez encausado y Beatriz Corredor rascándose el moño en REE, a pesar de su medio millón largo de sueldo anual.
Autor

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Jesús Salamanca Alonso nació en Arrabal de Portillo (Valladolid). Maestro. Licenciado en Historia por la UNED. Realiza el doctorado sobre "La cuestión Iglesia-Estado: impacto y reacción en Valladolid durante la Segunda República". Editor de Análisis en Clave Liberal. Analista político, dedicado a la investigación sobre terrorismo, política y educación. Articulista desde hace veinte años. Colabora en Diario Siglo XXI, El Mundo-Diario de Valladolid, El Mundo-La Crónica de León, Diario Directo, Minuto Digital, Análisis Digital, Asturias Liberal, España Liberal, Foro Liberal, Castilla y León Liberal y Diario Liberal, entre otros. También colabora como firma invitada en Batiburrillo. Durante años ha colaborado en El Norte de Castilla, Escuela Española, Magisterio y diversas revistas locales, sindicales y de opinión.
Ha trabajado en la Obra de Protección de Menores, CENEBAD, Técnico Asesor en la Consejería de Educación de CyL, Asesor Técnico docente en la Dirección Provincial de Educación, sindicalista... Actualmente, además de numerosas colaboraciones diarias en medios de comunicación escritos, trabaja como profesor y director de Centro de EPA.
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PERO ES QUE NO SE VA A SALIR A LA CALLE A PROTESTAR POR EL LOCO DEMENTE OKUPA DE LA MONCLOA POR EL APAGON. ES QUE ESTE PAIS ESTA LLENO DE COBARDES !