21/11/2024 16:41

A la vista está, porque nos lo revelan los horrores cotidianos, que es imperativo un proyecto revolucionario. Más aún: una inmediata y tenaz acción revolucionaria y regeneradora. Ya no hay que poner el foco en la inmigración desmadrada, ni en asuntos semejantes que, con ser gravísimos, no representan la esencia del mal, sino en las instituciones desleales que han dejado al ciudadano al pie de los caballos. Ellas -y quienes están al frente de ellas- son las culpables de que la violencia inmigratoria degüelle y decapite, y de que la patria sea un bebedero de patos en el que chapotean refocilados sus enemigos, troceándola y esquilmándola con absoluta impunidad.

Son a nuestras propias instituciones a las que hay que combatir. Enfrentarnos a ellas para mostrarlas que la verdadera libertad es siempre para el bien, y que elegir el mal es siempre carencia, privación de verdad y libertad. Gritarlas que la voluntad humana, la de los hombres de bien, es libre; que el objeto propio de la voluntad es el bien; que la mala voluntad es contra la naturaleza, porque es vicio, y el vicio no puede existir de manera natural sin ir contra el bien.

Aquí y ahora nos hemos acostumbrado a que la justicia haga culpa de la virtud, a que la envidia y la codicia no dejen de hacer su oficio y salgan triunfadoras, a que acusen, agravien e incluso maten por facha, no al traidor, sino al virtuoso y al patriota leal. Y eso es terrible. Una sociedad que permite tales abominaciones es una sociedad a extinguir. Y no podemos ni debemos contemplar de brazos cruzados la aniquilación de España por esta chusma de malhechores. Pero no me pregunten cómo hallar la solución, porque, aunque la sé, carezco de poder para llevarla a cabo y mi única fuerza son mis escritos, es decir, mis convicciones. Y con ellas, un puñado de ambles lectores que las comparten.

Pero sé también que la suma de muchas gotas, si no se dispersan, si se agrupan y acumulan en un recipiente, lo hacen rebosar. Puesto que el libre albedrío nos ha sido dado para amar el bien, el objetivo es la salvación de la verdad, de la libertad, de la familia, de la propiedad privada, de la patria y de la vida, entre otros muchos fines loables. Y ante ese objetivo, que es uno y múltiple, y sagrado, toda sangre puesta en el empeño es poca. Porque si la obediencia al bien es la virtud madre y la tutora de todas las demás virtudes, también lo es en correspondencia la desobediencia al mal. Desobedecer al déspota, violar las reglas por las que rige sus abusos es tanto más justa cuanto más cómoda y fácil es para sus lacayos su observancia.

Cuando la falsa y bardaje oposición pepera confía en recibir el Gobierno por derribo para que nada cambie; cuando desde la propia policía se protege al crimen; cuando la justicia prevarica; cuando los educadores dan lecciones de iniquidad; cuando las FF.AA desamparan a la patria y colaboran con los enemigos de ésta; cuando la intelectualidad reniega de su inteligencia y prostituye verdades y conocimientos; cuando los medios son instrumentos al servicio del poder corrupto; cuando el rey no reina, pero fortalece con su firma la atmósfera disoluta y la desunión; cuando todas las instituciones y sus representantes han renunciado al honor y se dedican a extorsionar al Estado…; cuando todo ello ocurre, al ciudadano sólo le quedan dos opciones: seguir siendo propiedad de los «putos amos» o emanciparse. Y muy a menudo la emancipación requiere que de las ramas de los árboles pendan los innumerables y siniestros frutos antiespañoles.

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Por eso es ineludible la revolución. Son ellos, los «putos amos» y sus esbirros, quienes, desde su infinita vileza y su desprecio a la dignidad humana, no nos han dejado otro camino que el de la acción revolucionaria, el de la inexcusable rebeldía.

Autor

Jesús Aguilar Marina
Jesús Aguilar Marina
Madrid (1945) Poeta, crítico, articulista y narrador, ha obtenido con sus libros numerosos premios de poesía de alcance internacional y ha sido incluido en varias antologías. Sus colaboraciones periodísticas, poéticas y críticas se han dispersado por diversas publicaciones de España y América.
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Anastasio G

Jesús has dado en la diana, ese es el camino que habra que tomar, no queda otra.

José Luis Fernández

Es necesario que surja un movimiento patriótico español que se proponga corregir todo el mal que se le ha hecho a España desde el año 1.978 hasta la actualidad, empezando por la redacción de una nueva Constitución en la que se defina a España como un Estado unitario (es decir, sin comunidades autónomas) en el que estarían prohibidos los partidos separatistas y los que estén basados en religiones diferentes del Cristianismo, un Estado que limite su participación en la Unión Europea a la libre circulación de mercancías entre los paises miembros y que abandone el Tratado de Schengen para recuperar el control de nuestras fronteras terrestres y marítimas con el objetivo de conseguir que la inmigración irregular caiga a cero. Ese nuevo Estado español debería restablecer la vigencia de muchas leyes que existían antes de 1.978, empezando por el Código Civil y el Código Penal, y que han sido reformadas o abolidas por los sucesivos Gobiernos del PP y del PSOE con un resultado muy dañino para la salud moral del pueblo español…y esto solo sería el comienzo de todo lo que hay que hacer.

José Luis Fernández

Aclaración para evitar malentendidos: los partidos que estén basados en la religión islámica o que pretendan imponer esa religión en España estarían prohibidos.

Covadonga

Lo más terrible es que no haya una sola Institución del Estado que esté dispuesta a defender a la Nación española. El panorama es absolutamente desolador y ya ni la revolución será suficiente. No entiendo cómo la gran mayoría de la población puede estar tan tranquila con este futuro tan siniestro que nos aguarda.

Antonio

Y cuando se tenga todo eso pensar también en salvaguardas para cuando los demás paises de la gran sinagoga nos provoquen una guerra «en nombre de la democracia y la libertad» por no seguir con sus mamarrachadas.

Geppeto

Y un sistema basado en un nacionalcatolicismo trasnochado y casposo donde te obliguen a ser católicos con clérigos asquerosos que te obliguen a casarte por la iglesia o hacer la primera comunión si Eso está bien Pues para ti pero para mi no

Javier Marzal

Las instituciones y las autoridades públicas solo son piezas de un sistema corrupto. En otras palabras, el enemigo del progreso no son las instituciones ni los políticos, sino el sistema cuya base es el régimen del 78. Estoy de acuerdo en que hace falta una revolución, pero ésta tiene más enemigos aún que el propio régimen. Que yo sepa, soy el único español que propone un camino revolucionario

Javier Marzal

De ese tipo de movimientos ya hay muchos y ninguno triunfa porque no es el camino

Javier Marzal

No son mamarrachadas y no es nada personal, sólo son negocios (www.decadencia.es)

Javier Marzal

Estamos en decadencia y lo que se llama izquierda, derecha y liberales lo ocultan. Lógicamente son un diagnóstico correcto no puede haber solución y el diagnóstico está en http://www.decadencia.es

Javier Marzal

Le sugiero que antes de imaginar el futuro, estudie el lamentable pasado y presente, informándole que solo mi trabajo escrito puede servirle

Surreal

El problema existente en España está presente en los restantes países: Los agentes de los Illuminati han okupado las cabeceras jerárquicas de los sistemas y subsistemas de organización y gestión de todas las naciones. El problema trasciende las fronteras hispanas: es un problema mundial (Gran Reseteo pre Abominación Agenda 20 30 y Nueva Dictadura Mundial) y solo teniendo en cuenta esta realidad cabría establecer una estrategia acertada y a la altura de las circunstancias.

Josepady

Señores, basta ya de artuculitos proponiendo que alguien haga algo. En la calle Ferraz esquina a Marques de Urquijo, desde hace ya 291 días, se reúnen unos 100 patriotas, cantándole al sátrapa todas las fechorías que está cometiendo con los españoles de bien. Si cada día hubiera allí 10.000 españoles, lis acontecimientos darían un giro de 180 grados. Les invito a dejar de escribir y a entrar en acción!!!Ya!!!

Jota

La única solución posible es cambiar la farsa oligarquica del 78 por una verdadera democracia. Y hacerlo pacíficamente por aclamación en las calles.

Para ello deben eliminarse los corruptos partidos y los corruptos políticos. Los cargos públicos deben nombrarse al azar entre los ciudadanos.

Ya está inventado, es la democracia ateniense, que fue la que hizo de Grecia una potencia.

Grecia tenía una «democracia» corrupta de partidos y políticos, y la evolucionaron quitando lo partidos y los piliticos. Y se convirtieron en potencia. Buscar en Wikipedia.

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