El problema palestino y quién trata de salvarse. Por José Antonio Ruiz de la Hermosa

Camino de la Tercera Guerra Mundial, si no lo remedia la incompetencia de algunos; esa es la realidad, pero poco a poco vamos viendo que las cosas ni son lo que parecen, ni con mucho lo que nos cuentan. Las televisiones en primer lugar y los medios afines al desgobierno, o sea los que habitualmente recogen, casualmente por supuesto, las campañas publicitarias del Estado, y que son los que están lanzando una serie ideas y apreciaciones acerca de algo tan complicado e inestable como el conflicto de Oriente Medio. Un auténtico polvorín al que le están echando continuamente gasolina para que arda.

La realidad es que si de forma habitual sigues elementos oficiosos de una de las partes, no controlada por occidente, como son las televisiones iraníes y de algunos países musulmanes, te puedes dar cuenta de que las cosas no siempre coinciden con lo políticamente correcto de los telecirco o telecuatreros, así como los del pravda de Madrid y su terminal mediática de radio y televisiones asociadas ideológicamente.

Si ves a diario los telediarios y los programas de comentario de Hispantv, la más light, no por su contenido, sino porque al ser una televisión en español y con la idea de adoctrinar al sudamericano de nivel cultural y económico medio, bajo y bajísimo. Con las típicas soflamas que encajan en la ideología seudocomunista, asociadas a las directrices musulmanas chiitas y relativas a su encaje con el Grupo de Puebla y las directrices también de Moscú y Pekín.

Pero todo esto en España y Europa no se ve, y aunque como digo hay mucha soflama, lo cierto es que en el caso de Irán se apoyan en hechos reales y, sobre todo, en algunos que no estamos valorando adecuadamente en Occidente, pues creemos a pies juntillas lo que las prensas oficiales nos hacen de tragar como bueno, cuando del extremo que nos cuentan a los grises de la realidad hay un trecho enorme. Y para muestra nos vale un buen botón.

Recientemente, hace menos de quince días, el líder israelí visitó Estados Unidos, aunque tuvo que acortar su visita por el ataque desde el Líbano causó el fallecimiento de más de una docena de niños. Pues la verdad, el triunfal paseo del líder israelí no fue tan triunfal. Primero fue a que le dieran más material militar, pues el conflicto israelí, igual que el ucraniano es un pozo sin fondo. Me refiero a una máquina de triturar material militar, carros de combate o cañones, de momento sin pérdida de aeronaves, lo más preciado. Pero…, el consumo de munición de armas ligeras, de proyectiles de artillería, y sobre todo de material antiaéreo, este último de forma brutal, pues los iraníes y sus asociados, se han dado cuenta del tremendo consumo de munición de artillería, cohetes o misiles, para mantener el famoso «escudo de hierro o cúpula de hierro» que se ha convertido en un masivo y continuo gasto, difícil de gestionar.

Todo lo anterior genera un gasto tremendo que hoy por hoy financia Estados Unidos y nosotros seguramente sin saberlo, para poder mantener en marcha el suministro de las fábricas norteamericanas. También y, después de que los israelitas marcaran una ofensiva que acabaría en cuatro semanas, llevamos más de cuarenta días sin resultados positivos. Los objetivos marcados por los mismos israelitas, no sólo no se han cumplido en temas concretos, si acaso solo y parcialmente en el número de fallecidos del bando gazatí, pero este fracaso y la no recuperación de los israelíes capturados por Hamás, tienen al presidente israelí contra las cuerdas.

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Benjamin Netanyahu se encuentra en la situación de: «susto o muerte», más bien o ganas o mueres y ese planteamiento precisamente se ha reforzado después del viaje a Estados Unidos. Muchas sonrisas, apretones de manos y aplausos en los discursos, pero entre bastidores parece ser que al presidente le han apretado las clavijas y le han dado un ultimátum sus amigos demócratas. Mientras, su reunión con Trump fue caótica y corta, con un Donald con cara de pocos amigos y un tiempo de la misma reunión, no corto, sino cortísimo. Tras el cual surgió curiosamente la necesidad de volver a Israel apresuradamente. Lo cual nos adelantó la postura de Trump si el 6 de enero es presidente. De modo que el aviso a Netanyahu quedó muy claro, terminas la guerra ganando o te vas. Grave problema, porque ni dentro de Israel, ni entre sus socios, pocos, es de que va a pagar los vidrios rotos.

Y esto no acaba aquí, pues los saltos al vacío, como el asesinato del líder de Hamás en Teherán, dentro de la celebración del ascenso al poder del nuevo presidente iraní, choca frontalmente con cualquier valoración positiva a nivel diplomático y político internacional. Las Leyes internacionales escritas y la costumbre entre políticos y dirigentes internacionales marca un estatus quo de no agresión, mientras se realizan este tipo de actos y celebraciones. Algo que éticamente va a pesar, y mucho, en el ámbito internacional. Por mucho menos hay quien acaba frente al Tribunal de La Haya, pero dudo mucho que un dirigente israelí, haga lo que haga, va a ser perseguido legalmente fuera de Israel.

Mi opinión, tras seguir día a día lo que está sucediendo en Oriente Medio es que precisamente los líderes israelíes se enfrentan a una situación que les lleva directamente a provocar una guerra regional como única solución. Esto es aún más peligroso de lo que ellos piensan. Y ahí, lo dejo.

Autor

Jose Antonio Ruiz de la Hermosa: José Antonio Ruiz de la Hermosa es oficial retirado del Ejército Español. Especialista en Estrategia, táctica y logística Aérea. Especialista en Salud Laboral, Prevención de Riesgos, Divulgador e Historiador.

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