El partido Agrupación Nacional (RN) logró un 34% de los votos, con el 63% escrutado, claramente por delante del Nuevo Frente Popular de izquierda (NFP) y del bloque macronista. Muchos de los duelos de la segunda vuelta serán entre tres aspirantes, por lo que las posibles retiradas estratégicas de ciertos candidatos para evitar la victoria de otros pueden ser decisivas en algunas circunscripciones.
La derecha de Marine Le Pen logró una victoria histórica en la primera vuelta de las elecciones francesas, ante la que el presidente Emmanuel Macron y varios líderes de la ultra izquierda y del centro-izquierda hicieron llamamientos a la unidad para evitar que consiga la mayoría absoluta. Una de las tres proyecciones nacionales de escaños publicadas por los institutos demoscópicos contempla la posibilidad de que el RN obtenga la mayoría absoluta en la segunda ronda (le asigna entre 255 y 295 escaños, cuando el umbral está en 289).
Le Pen, ante unos enfervorecidos seguidores en su feudo electoral de Henin-Beaumont (norte), solicitó el voto el 7 de julio para lograr esa mayoría absoluta y que Macron no tenga otro remedio que nombrar a su delfín como el próximo jefe de Gobierno. Para la derecha que ya había ganado las dos últimas elecciones europeas pero jamás unas legislativas, se abre ahora la posibilidad de llegar al Gobierno con el mayor grupo parlamentario, mientras que en la Cámara saliente tenían únicamente 89 escaños. La victoria del RN, la primera en unas legislativas, es «inapelable», según su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, que pidió una movilización para lograr la mayoría absoluta en la segunda vuelta.
Y aquí los prostituidos de la televisión espantosa y demás medios de putas y putos periodísticos-regados con otros 200 millones de euros por el delincuente monclovita- rabian, advirtiendo que la ultraderecha también ha llegado a Francia. Peligra la sopa boba multimillonaria para los parásitos vendidos al Diablo. Lo cierto es que la derecha moderada ante la radical izquierda de la marrullería y la corrupción habría ganado en España con VOX de no ser por el fraude electoral continuado y el trabajo sucio del Partido Popular comandado por el aldeanista Feijóo, socio preferente del psoe más sucio y fullero de toda la democracia. Europa y América se hartan de la basura izquierdista que con el mal perder que la caracteriza, como cuando al perro rabioso le quitan el hueso que muerde sin resistencia, llama a la beligerancia abierta procurando unificar sus huestes para violentar la convivencia civilizada. Tal y como se sabe que se haría en España donde Sánchez ha llegado tan lejos por la prudencia de quienes han juzgado que de tanto juego sucio, la intención para quedarse apoltronado en el poder pasaría hasta por la expectativa guerracivilista. Algo que vamos a comprobar pronto en Francia donde la ponzoña de Macron ha dejado posos residuales que han envenenado el núcleo social de Francia.
En España el mafioso Pedro Sánchez con toda la apestosa familia hediendo a corrupción, con la jeta criminal que saca de los abisales fondos de su pútrida inmoralidad junto a su sectaria comparsa socialista sin moral ni vergüenza, prepara un paquete de medidas de «regeneración democrática» para amordazar a la prensa y a la justicia imparcial. En España terminamos con una guerra civil siglo XXI, a este paso a cogernos con muchas ganas. Sólo un misil nuclear «putinesco» nos libraría de un destino inevitable y reiterado. Conflicto civil: justo lo que pretenderán en Francia cuando los perdedores llamen, revestidos de esa superioridad moral propia de la carroña ventajista, al conflicto civil permanente. No tardaremos en ver el ejército por las calles de París para contener las hordas si la hipócrita ultraizquierda y la derecha cómplice, no logran frenar la indignación popular expresada en las urnas. Aquí la cosa soldadesca del honor descansa en permanente holganza, ausente de toda dignidad para vergüenza histórica de esta España cobarde y ruin que un día escupirá sobre su propia memoria, sobre estos años donde Satanás la dominó, ella estúpidamente complacida, hasta el infierno de los tiempos.
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No quiero chafarosn la fiesta … pero la extrema derecha francesa de Marine Lepen, de su padre Jean-Marie, de la nieta de este, Marion Maréchal Lepen y del nieto politico, Jordan Bardella … por desgracia para nosotros y para Francia, son todos, absolutamente todos masones … al servicio de los EE. UU.
Jordan Bardella después de su Debate con Gabriel Attal primer ministro, se saludan sonrientes dandose un apreton de manos que les delata como Grandes Maestros de Grado 33…
Una verdadera pena para los Ingenuos Patriotas franceses entre los que me cuento por nacimiento, por mi madre, vasco-francesa, por mis estudios franceses y por mi residencia ….
Por supuesto, CARLISTA
Viva Cristo Rey
DIOS, PATRIA y REY LEGITIMO
¿Qué es eso de: «Vasco-francesas»?Tú madre, será española-francesa, no?
Eso no es masonería, eso tan solo es el alentar al separatismo. Piensa, un poco.