21/11/2024 15:34

Repaso con fruición aquellas citas que constantemente me llegan por el famoso wassap; unas de esos grupos a los que en su mayoría no recuerdo haberme inscrito, otras de personas que generalmente no me conocen o me conocen poco. Se repiten en una proporción que en algunos momentos puede llegar a ser apabullante. Quizás lo que más me moleste es la multiplicidad de su aparición en los diversos grupos, lo que demuestra que la gente ni lee, ni hace puñetero caso de lo que ponen los demás en esos grupos.

Hasta tal punto llega este asunto, que los propios interesados en muchas ocasiones introducen el mismo vídeo o comentario varias veces, lo que demuestra que tampoco leen aquello ajeno que pretenden que leamos los demás. Todo un caso de desprecio sistemático a la libertad del prójimo y a su inteligencia, y un caso paradigmático de hasta qué punto tampoco son capaces de ser coherentes consigo mismos y reconocer que lo que hacen no es interesante para demostrar ninguna valía, pues entienden que el mérito está en la cantidad y no en la calidad.

Y dirán que todo este rollo, ¿ qué tiene que ver con la mentira? Pues mucho. Realmente el tema se centra en que la sociedad ha construido un sistema basado en las apariencias, las apariencias que queremos dar, pero con la particularidad de que el mismo sistema menosprecia al individuo. Este lo percibe y actúa en consecuencia, reinventándose una vida paralela en la que finge ser lo que no es, ni siquiera es capaz de ser así, lo que al final provoca los desastres de superficialidad que vivimos.

Pues todo este preámbulo no es más que el retrato de quien en este momento está en el candelero. Un candelero cuya definición no es la de la indocumentada y analfabeta famosilla-candelabro– que abrió la puerta a otras que como ella brillan fatuamente en el mundo de la farándula como de la política y, sobre todo, si son, fueron o serán estrechas colaboradoras de quien vive en la mentira permanente. Recordemos que  los de estar en el candelero existía hace 500 años y desde entonces ejerce la misma función: los que cantaban en el coro de las iglesias así eran vistos por los parroquianos.

En definitiva, los parroquianos, o sea nosotros, oímos cantar, o no, porque mucha gente está en el mundo a la vista y aún así no nos enteramos de nada. Como  en la iglesia, para la mayoría es como si oyera llover. Y no hacen nada. Estas últimas semanas hemos visto cómo se quedaban con nuestro dinero, el que entregamos voluntariamente, y no contentos con ello nos meten las manos en los bolsillos y se lo quedan de un sablazo. No contentos, si se les descubre y afea su conducta, se revuelven y tratan de destruir a cuantos los ponen en entredicho. En definitiva y avanzando un grado más en la apreciación, ahí está el mal, los enviados de Satán a la Iglesia y al Mundo, los que están dispuestos a destruirnos al mismo tiempo que nos convierten en esclavos, de momento.

Lo más llamativo es que en un lugar como España, como se decía: “crisol de hombres valientes” que lucharon contra musulmanes o franceses y que conquistaron medio mundo, los actuales son incapaces de salir de esta vergonzosa España creada para mayor gloria de Rinconete y Cortadillo. Indiferentes ante el saqueo y la propia esclavitud. Los esclavos de 1984 de George Orwell están en España, son casi la mitad de la población y el problema que tienen es que no sólo son esclavos sino que cuando les explicas que lo son, se enorgullecen de serlo. El “trilero mayor” Sánchez les engaña con los cubiletes y la bolita mientras ellos disfrutan siendo engañados.

Hemos visto a los que luchan para evitar el engaño, los vimos recientemente en las Juntas Electorales denunciando el fraude de Ley, pero no les han dado pábulo. Es más importante el fútbol, la droga de masas, el wassap y figurar en los más superficiales candeleros que la libertad… y ese es el gran problema: que en “La era de la mentira” a los engañados no les interesa dejar de serlo, son felices siendo engañados y los héroes, pocos, pero aguerridos, están luchando contra unos carceleros que son aplaudidos por quienes están siendo gustosamente encarcelados. Y ahí lo dejo….

Autor

Jose Antonio Ruiz de la Hermosa
Jose Antonio Ruiz de la Hermosa
José Antonio Ruiz de la Hermosa es oficial retirado del Ejército Español. Especialista en Estrategia, táctica y logística Aérea. Especialista en Salud Laboral, Prevención de Riesgos, Divulgador e Historiador.
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Luisa Pancorbo

EL DE LA FOTOGRAFIA ES EL GRAN MARICON, TIENE AL FRENTE DE LA FISCALIA A OTRO MARICON, EN SU GOBIERNO A MUCHOS MARICONES, EN LOS MEDIOS DE COMUNICACION, LLENO DE MARICONES, TODOS ELLOS SON LOS DADOS A LA MENTIRA A LLENAR TODO DE BULOS Y MENTIRAS. LES GUSTA LO LGTBI…..AHTUO Y TODO EL ABECEDARIO PROGRE MUGRE. QUE PESTILENCIA.

QUE ASCO SON COMO PUERCOS QUE SE RESTRIEGAN EN EL FANGO DE LA POCILGA.

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