Explicando la "plandemia" del próximo invierno: ¿Gripe aviar? Por Luys Coleto

Moviendo todos sus hilos. Casa Blanca de La Momia u oficialnoicos mass mierda (Sky News, Financial Times, Daily Mail, CNN…), abonando el terreno. La almorrana del mandril, «operación psicológica» de la viruela del mono, absoluto y rotundo fracaso. Entonces, Ébola o Marburgo: nasti de plasti. ¿SPARS 2025? Y emerge la vaporosa y vagarosa enfermedad X en lontananza, nombre comodín, aún no se requiere un nombre real, como tampoco necesitan una enfermedad real: sólo necesitan que la peña tenga la idea de una enfermedad en sus culocagados caletres. Y recuerda lector que nada de la próxima farsemia será más real que la última. Los “avances” en inteligencia artificial, paradójicamente, lo harán todo aún más inverosímil. Y risible. Más que La Covidicia.

Gripe aviar

Gripe aviar, óptima candidata, otra enfermedad respiratoria, porque éstas devienen extremadamente sencillas de “falsificar” usando dolencias endémicas preexistentes e idénticas sintomatología. Memento la falsemia covidiota para idiotas donde, oh milagro, la gripe literalmente se esfumo. Por otro lado, la criminal ONU informa que los “expertos en pandemias” están “preocupados por la propagación de la influenza aviar a los humanos”. Precisamente hace escasas fechas, Jeremy Farrar, Director Científico de la Organización Mafiosa contra la Salud (OMS), advirtió que “la amenaza de que la gripe aviar se propague a los humanos es una gran preocupación”.

La gripe aviar es una opción idónea porque les permite impulsar al alimón su feroz tiranía digital-sanitaria, la agenda verde, su transición alimentaria y las diversas hambrunas planificadas en suelo europeo para 2025. Pueden anclar el absurdo relato de que los lácteos, la carne vacuna, el pollo y los huevos se han vuelto “peligrosos” como excusa para racionarlos. O al menos forzar su escasez (o desvanecimiento) mientras en el ínterin hacen subir artificialmente los precios. Luego llegará lo chupiguachi del veganismo, la cancerígena carne cultivada en laboratorio o la ingesta de bichos que “previenen las pandemias y el cambio climático”.

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Se pondrá en marcha tal calandraca en pleno invierno, frisando con el final del otoño, cúlmenes instantes para las gripes estacionales y enfermedades respiratorias de toda la vida. Escogerán nuevos títeres políticos que refuercen la ridícula performance de los falsos binarismos y pondrán médicos algo más creíbles y algo menos corruptos. La enfermedad elegida hará confluir una o más agendas preexistentes, ya sea que afecten a los alimentos o que se originen a partir de alguna abracadabrante conexión con el “cambio climático». Acelerarán la pamema: sin necesidad de secuestros domiciliarios, aunque latente la amenaza de su puesta en marcha, surgirán timovacunas” en 100 ó 130 días para evitar que la gente se cosque del mayestático embuste como lo hicieron con la astracanada anterior. Y last but not least, clave de bóveda de hecho: intentarán perfeccionar sus totalitarias y liberticidas censuras, combatiendo la “información errónea y desinformación” antes de lanzar la nueva y falsaria narrativa…

…Pues lo de siempre. El cipote, cómo prefieres comérmelo, de un golpe o por tiempos, todo ello mientras uno va descojonándose delicadamente, valga el aparente oxímoron, en su puta y fea jeta. En fin.

Autor

Luys Coleto: Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.

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