A cada paso resulta más inconcebible e increíble que un país que se auto titula “democrático” no disponga de los resortes necesarios para corregir, de inmediato, las disfunciones que puedan observarse en las Instituciones que lo rigen.
Llevamos tiempo descubriendo la corrupción galopante de los que rigen nuestros destinos, incluso la intermediación en los asuntos de Estado de personas que, sin ocupar cargo alguno ni tener esas funciones asignadas, poseen la capacidad necesaria para hacer inclinar determinadas balanzas a uno u otro lado según su conveniencia o sus intereses.
Aquí y allá saltan, a diario, escándalos de los que se hace eco la prensa que no está comprada -la otra calla por la cuenta que le tiene- que salpican a unos y otros, en los que se habla de corruptelas de cientos de millones de euros como si se tratase de baratelas que, por lo que se ve, a muy pocos los asombra o escandaliza pese a que, con ello, se demuestra que el sistema, además de podrido, no dispone de los mecanismos necesarios para defenderse de tan anómalas situaciones.
Estamos gobernados por políticos que, descaradamente, han vendido España por siete miserables votos tras perder unas elecciones generales y, para mayor inri, en alianza con toda la lacra antiespañola -sumar, podemía, golpistas catalonios, filoetarras, separatistas y demás canalla- cuyo único objetivo es destruir España y que, con ello, desaparezca como Nación.
El partido que representan, el más corrupto y miserable de la historia de España, no ha tenido inconveniente alguno en cambiar leyes para adaptarlas a sus necesidades, para tapar sus propias vergüenzas y las de sus socios -eliminación de la figura de la sedición; rebaja en las condenas por malversación de caudales públicos; amnistía para los golpistas catalonios que jamás han estado arrepentidos de sus fechorías, etc.-, contando, para ello, con los votos, y esto ya resulta rocambolesco, de los mismos que se van a beneficiar de esas modificaciones legales.
Lamentablemente, por medio de determinados subterfugios, a diario se salta la Ley a la torera sin que tales acciones tengan la mínima consecuencia. Todavía seguimos aguardando que aquel encierro ilegal al que nos tuvieron sometidos durante meses tenga alguna repercusión que exija, a los causantes, la reparación de los daños provocados.
La casi totalidad de los resortes legales existentes, los que tienen como función velar por la defensa de nuestros derechos y libertades consagrados en la Constitución, están en manos, de forma descarada, de los que gobiernan o de sus afines quienes hacen una dejación total de sus funciones en beneficio de aquellos que detentan el poder.
Vivimos en un país donde los dineros de los contribuyentes se dilapidan en beneficio de amiguetes y lacayos. Un ejemplo claro lo tenemos estos días con lo sucedido en TVE sin que ello suponga un hecho aislado, al igual que antes lo hemos tenido en compras millonarias de material inservible sin que tales acciones merezcan, al menos hasta ahora, reproche legal alguno.
En España, desde que los socialistas ocupan el poder, tan solo se financia aquello que se ajusta a sus cánones ideológicos, tal es el caso de Fundaciones, asociaciones, ONGs, chiringuitos de amiguetes, etc., el resto no merece ni tan siquiera un euro.
Han vuelto a recrear las dos Españas sobre la base de falsedades históricas, relatos tendenciosos y manipulación descarada de la verdad, siendo muy pocos los que levantan la voz en un país a cada paso más adocenado y consumido por sus propios miedos.
Estamos gobernados por mediocres. Tipos y tipas de la catadura de la “Mariquita Pérez” ferrolana, pero en fea, o por la estúpida de la MEMA esa cuya única obsesión, como buena comunista, es prohibir que se coma carne, que se fume, que los niños tomen golosinas, que se beban refrescos azucarados. etc., aun cuando es defensora del criminal aborto como si de un derecho se tratase.
En el colmo de la paranoia hemos escuchado estupefactos decir que la amnistía a los corruptos y golpistas catalonios nos va a ahorrar dinero a los españoles, toda vez que no habrá que poner en marcha la máquina de la Justicia. Visto desde ese punto de vista tan simplista, propio tan solo de un indocumentado, mejor sería eliminar el Código Penal en su totalidad y así nos evitaríamos los gatos que generan el aparato judicial e incluso el policial.
Caminamos sin rumbo hacia ninguna parte y, en consecuencia, a cada paso tenemos menos peso específico en el concierto de las naciones, especialmente las de nuestro entorno, algunas de las cuales ven, con muy buenos ojos, nuestro alarmante declive.
Vivimos en una suerte de ensoñación que llamamos “democracia” por el simple hecho de que, periódicamente, podemos acudir a las urnas aun a sabiendas de que lo que votamos sirve para bien poco, sin embargo, no disponemos de los resortes necesarios -los que existen están, mayoritariamente, en manos del poder político- que defiendan nuestros intereses y tengan capacidad para sentar en el banquillo a todo aquel que conculque la norma, sea quien sea, ocupe el puesto que ocupe.
La corrupción nos consume y aquí a nadie parece importarle y a cada paso menos pues merced a la subida de las temperaturas ya se adivina próxima la temporada de la “playita” y de tomar una “cañita” en una “terracita” que, a lo que se ve, es lo único que le preocupa a un pueblo totalmente aborregado.
Son pocas las Instituciones que no están en manos del poder político socialista y las que no lo están aguantan estoicamente los ataques de una casta totalitaria que ambiciona convertirnos en una república bananera, como lo son otras con las que simpatizan los que nos gobiernan.
¿De qué sirven esas supuestas comisiones de investigación? De nada pues están integradas mayoritariamente, de una parte, por los mismos que han cometido las fechorías, y de otra, por los que, por una cobardía inadmisible, parecen no querer llegar al fondo de la cuestión con el fin de que cada uno, sea quien sea, pague por sus actos, sea por acción o por omisión.
Mal vamos por este camino que nos lleva, directamente, al precipicio y lo que es peor, a una dictadura de izquierdas que acabará con España.
Eugenio Fernández Barallobre
Autor
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José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.
Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.
Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.
Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.
Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022
Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)
"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)
"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)
"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).
"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).
"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).
Otras publicaciones:
"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)
"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).
"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).
"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).
"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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«A cada paso resulta más inconcebible e increíble que un país que se auto titula “democrático” no disponga de los resortes necesarios para corregir, de inmediato, las disfunciones que puedan observarse en las Instituciones que lo rigen»
Otro artículo en el que usted no se da cuenta de que democracia liberal y corrupción son lo mismo. Es como pedirle al ladrón que sea honrado. Si es tan inconcebible e increíble pregúntese por qué, dónde está el defecto, el problema. Por qué en Usa en Francia en gran bretaña en Italia o Alemania ocurre exactamente lo mismo. Por qué en las instituciones de la UE ocurre y funcionan de la misma manera.
Platen, Aristóteles socrates… Todos los grandes filósofos griegos decían lo mismo de la democracia. Y condenaban a la democracia y sus sofistas.
Ese «auto» sobra. Qué moda más tonta la de duplicar el reflexivo. Con el «se» basta.