La “Ley de Amnistía” acabará con España. Por Julio Merino

La “Ley de Amnistía” acabará con España

PUIGDEMONT HUMILLA A ESPAÑA, SE RÍE DE LOS ESPAÑOLES Y CANTA VICTORIA

Porque con ser gravísimo lo que está ocurriendo con la trama del Ábalos, más es lo que el Presidente Sánchez le ha concedido al huido de Waterloo

Como nadie sabe cuál es el contenido real de lo que se va a aprobar en las Cortes, nos hemos idos hasta el Oráculo de Delfos para intentar averiguar cuáles han sido las exigencias del Presidente que huyó escondido en el maletero de un coche y de ser ciertas, no hay más remedio que echarse a llorar… aunque no por lo que se ha aprobado, sino por lo que también quería el Puigdemont. Dicen que el Oráculo solo dijo: “Pan para hoy y hambre para mañana”… “Hay quien sale de la cárcel y va directo al paredón” O sea, que tratando de buscar respuestas a las palabras del Dios Apolo, el Oráculo de Delfos, el camino nos lleva al Presidente Companys, aquel que tras dar su Golpe de Estado y proclamarse independiente de España fue casi en directo a la cárcel y años después (y además de por sus 600 mil asesinatos) al paredón de Montjuich.

Sin embargo, según nuestros espías, habría que aplaudir al señor Sánchez por lo que ha conseguido rebajar de las exigencias de la nueva Ley que le ha permitido seguir en la Moncloa. Así que nos vamos a centrar en lo que, al parecer, va incluido en la Ley y lo que se ha suprimido.

Estas son las peticiones de Puigdemont:

Volver a España en el Falcon presidencial adornado con la señera y aterrizando en Barajas.
Traslado en coche descubierto al Hotel Palace, su permanencia durante su estancia en Madrid.
Saludo desde el balcón de Felipe González y Alfonso Guerra, el día que ganaron las elecciones de 1982.
Dormir en la Suite Real, donde solía dormir Alfonso XIII y otros monarcas de visita.
Traslado a la Moncloa en coche de caballos y escolta mora y ser recibido por el Presidente Sánchez como Jefe de Estado y con la señera grande al lado de la española.
Amnistía general política, económica y social con carácter retroactivo desde la salida del Presidente Tarradellas.
Referéndum de Autodeterminación con fecha fija para el 11 de septiembre del 2024.
Cambio de frontera territorial. Cataluña será todo lo que quede a la orilla izquierda del Ebro.
Selecciones deportivas desde el momento en que la Ley sea publicada en el BOE.
Traslado del Museo del Prado a Barcelona.
Mil botellas de aceite de oliva virgen.
Mil botellas de vino “Pedro Ximénez”

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Dios, y los cabellos se me ponen de punta y hasta me dan ganas de gritar ¡viva Napoleón!.. porque esto ya no es ni siquiera política, esto es una putada, una humillación, deshonra, indignidad, ofensa, vergüenza, desprecio, desdén, afrenta, degradación, inclinación, doblegamiento, mortificación, vejación, burla, baldón, menoscabo, bochorno… y son estos señores, estos traidores a la Patria, estos traidores a la Historia de una gran Nación, los que nos obligan a recordar al Generalísimo Franco. Y por ello pido mi propio Referéndum. Yo ante lo que estoy viendo y lo que seguramente veremos en los próximos años solicito mi propio Referéndum, con una sola pregunta: ¿Le gustaría a usted que volviera Franco? (pero no, no se preocupe, lo borro, que ya sé que mencionar hoy a Franco puede ser hasta un delito, y además está muerto).

Dios, que alguien ponga los frenos a este desvarío. ¡Y todo por 7 votos y querer seguir en la Moncloa!

Julio Merino

Periodista y Miembro de la Real Academia de Córdoba

Autor

Julio Merino: Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.