Relevo en la jefatura de la Casa del Rey a beneficio de inventario. Por Pablo Gasco de la Rocha

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El relevo del hasta ahora jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, después de casi treinta años al servicio de la Corona, por Camilo Villarino, diplomático, pone a debate bastante más que un relevo motivado por cansancio o jubilación. Pone a debate la defensa que la institución monárquica tiene que hacer en España para salvar la dinastía.

Salvar la dinastía en el contexto actual de una España desvertebrada, con problemas estructurales de enorme calado a los que durante décadas no se ha hecho el menor caso: Plan contra la sequía, Política de inmigración acorde a nuestros intereses, Independencia energética y planes de industrialización, Ley de Educación acorde con las deficiencias y proyección de nuestros jóvenes. Plan estatal de vivienda de lucha contra la especulación. Plan de Fomento de la natalidad. Fuga de talento…

Lo que necesita España es proyectar confianza en la capacidad para apropiarse de un nuevo modelo político-social más allá de las simplezas con las que se atonta a los ciudadanos y combatir la apatía mediante una discusión pública que denuncia su quiebra.

Así pues, el trabajo del Rey tendría que evaluar los riesgos a los que se ve sometida España, primeramente, por parte del Gobierno del PSOE presidido por Pedro Sánchez y apoyado por rufianes y exterroristas. En este sentido, ¿se entendería que Felipe VI firmara una Amnistía ilegítima y éticamente reprobable que pondría en cuestión la firmeza pública con la que desautorizó el Proceso Independentista Catalán de 2012?

La Corona no puede obviar que la aceptación a beneficio de inventario, es una de las formas de aceptar una herencia gracias a la cual los aceptantes no adquieren responsabilidad personal por las obligaciones de la masa hereditaria.