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La situación política actual, a nivel mundial, es de una gravedad extrema. Algunos ingenuos ciudadanos respiran con tranquilidad creyendo que por fin la pesadilla está a punto de terminar, y nada más lejos de la realidad. La situación española no tiene ningún viso de arreglo con unos políticos de un lado y otro que son los mismos perros con muy poco margen de movimiento y a expensas de lo que manden, esos poderes supranacionales, esa mafia que compra voluntades inundando de deuda pública y caos a una Europa arrasada y vendida que paga a esa mafia con soberanía y libertad propia.
En ese laberinto se encuentra nuestra propia nación. En este juego diabólico diseñado por gentes privadas y organismos que nadie ha elegido se sustenta un diseño globalista que nos lleva a un caos y a un cambio de ciudadanías que se diluyen en un relativismo suicida que arrasa todos los fundamentos del ser social y convierte al hombre en una «cosa» amorfa y sin capacidad de reacción. Las maniobras políticas que forman parte de un teatro absurdo y diseñado por todos estos organismos que nadie ha elegido, como decía antes, son el motor de un caos que solo a ellos les beneficia y enriquece. Personajes como Soros o Bill Gates poseen unas riquezas personales y una ambición tan desaforada que mandan y ensayan políticas a nivel mundial para crear una nueva sociedad que no sepa nada y que no tenga nada. Unas sociedades dirigidas por ellos y con solo una bandera a ondear, el miedo y lo peor es que nadie hace nada en contra.
Diseñaron un virus de laboratorio para eliminar gentes. Dicen que somos muchos y sobramos. Sobramos nosotros, ellos no. Hay pocas personas que sabe que antes de «regalarnos» el COVID, Gates puso en circulación en ciertos puntos del continente africano unas dosis de vacunas contra la polio, contaminadas, que causaron muerte y desolación a raudales.
La OMS, la UE, la ONU, la OTAN, UNICEF y algunas organizaciones más son los artífices de todas las mentiras que están intentando cambiar el mundo para crear sociedades esclavas que sin margen de criterio trabajen en ese proyecto distinto del que ha movido al hombre desde hace miles de años.
El cambio climático, entendido como un calentamiento global, no existe. Las emisiones catastróficas de CO₂ a la atmósfera es otra patraña. Las energías renovables, además de ser infinitamente más caras que las de toda la vida, nuclear, derivados del carbón, etc., son inviables por su casi nula operatividad. Ahora han sacado a pasear algo que aparte de inquietante puede resultar negativamente imprevisible por sus resultados y consecuencias, me refiero a la tan cacareada inteligencia artificial. La tecnología, junto con la destrucción de la familia, la moral y el concepto de decencia e inteligencia, es otra terminal del caos que están provocando. Hace ya unos años desterraron a Dios y lo sustituyeron por todo este tinglado de podredumbre y vacío existencial. El aborto, la eutanasia, las leyes de género, las oleadas de emigrantes ejecutadas por mafias al servicio de estos diabólicos poderes y los entramados de gentes anormales y amorales que pervierten a nuestros hijos, incluso desde las escuelas, son proyectos de ingeniería social puestos en marcha para cambiar y arrasarlo todo.
Miren a las pobres gentes en las calles como zombis enganchados a los móviles. Últimamente, estoy viendo y oyendo noticias referidas a los extraterrestres y a sus avistamientos Ovni. Surrealismo puro ¿Tendrá esto algo que ver con ciertas declaraciones de Bill Gates, de hace no demasiado tiempo, profetizando próximos contactos con seres de allá fuera? ¿Cabe algún tonto más en este pobre planeta?
Cuando el hombre deja de creer en Dios, ya puede creer en cualquier cosa, decía Chesterton. Esto sí que es incontestable Una triste realidad que acaba con la esencia del hombre. La Civilización Occidental Cristiana es el objetivo a destruir y lo están consiguiendo a toda velocidad.
Autor
- Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.
Muy bien razonado y muy cierto. y, no obstante: «Hay pocas personas que SEPAN…» El subjuntivo es absolutamente necesario para una correcta expresión y no comprendo por qué lo están ustedes desterrando del habla y de la escritura ( si el idioma inglés carece de él, será problema de los angloparlantes ).
«…organismos que nadie ha elegido…» ¿Y quién es nadie?
¿ quien o qué es lo que está escondido tras esa palabra? Pues nuestra indolencia, nuestra pusilanimidad, en resumen, nuestra falta de valor para reaccionar adecuadamente,( lo que quiere decir con contundencia ante el despropósito mundial que se pretende),con ese espíritu de sacrificio, esa altura de miras que anteriormente nos había llevado a la gloria, y, por encima de todo, con esa ardiente fe en Dios que siempre nos había acompañado en todas nuestras empresas.