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¿Cuál es el concepto de lo normal? Se califica como normal, entre otros conceptos clarificadores de su esencia, lo que se toma como norma o regla social, es decir, aquello que es regular y ordinario para todos. Normal, también, es un término estadístico que hace referencia al concepto aceptado.
1- Habitual u ordinario. 2- Que sirve de norma o regla. 3- Que por naturaleza, forma o magnitud se ajusta a ciertas normas fijas de antemano. Es así de claro y sencillo de entender.
Pero hay otro concepto que puede ser en el caso que nos ocupa mucho más clarificador y es el concepto normal desde el punto de vista biológico, porque eso que todos aceptamos en un ámbito general como aquello regular y ordinario para todos, aquí se traduce en que en todas las especies animales y el hombre es una más dentro del grupo de los mamíferos, para cumplir la norma, en este caso biológica, no tiene que padecer ninguna merma ni menoscabo física, ni sensorial simplemente para poder sobrevivir. Esto no es discutible. 

Y ustedes se preguntarán ¿Y esto a que viene? Pues viene. Verán. Hace unos días, en La Junta de Castilla y León, la izquierda miserable, criminal y ladrona orquestó una encerrona al vicepresidente de La Junta a través de una indigente mental que con un escrito, que ni siquiera tuvo la vergüenza de aprenderse por lo menos los conceptos principales del mismo y con una actitud infame y chulesca, insultó gravemente al señor Gracia-Gallardo. La procuradora en cuestión del partido socialista es una tal Noelia Frutos que desde su situación física de discapacidad y después de la cantidad de insultos que, insisto, leyendo, le soltó a García Gallardo, le pidió una contestación sin paternalismos y no sé cuántas chorradas más y este contestó «No voy a tratar con ninguna condescendencia sus faltas de respeto y le voy a responder como si fuera una persona como todas las demás y no como hace su equipo» y se armó el lío padre. Toda la izquierda criminal y abortista que matan a no nacidos en cuanto detectan cualquier anomalía en el feto, se escandalizaron de una contestación que no tiene segunda lectura, y que ellos retuercen, por estar dirigida a una persona en silla de ruedas. Esta es otra campaña más de esta izquierda nauseabunda que además en este caso concreto han tenido como corifeos escandalizados a todos los partidos pesebreros y a todas las asociaciones de discapacitados que viven del cuento desde siempre y han reivindicado que las personas discapacitadas son normales. 

Un invidente, un sordo, una persona en silla de ruedas, o con cualquier tipo de discapacidad, aunque estos tipejos suelten un mensaje que ni ellos mismos se creen, no entran en el concepto explicado más arriba de «normalidad» y entender esto y asumirlo es una cosa natural. La dignidad de toda persona, con cualquier tipo de tara física, psíquica o sensorial, tiene que ser, por descontado, actuación prioritaria en cualquier sociedad del mundo actual, pero no se pueden retorcer conceptos para beneficio de gentuza inmoral. 

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Créanme que sé de qué hablo. Padezco una discapacidad genética de nacimiento y llevo más de 30 años en silla de ruedas. Físicamente estoy gravemente limitado para casi todas las acciones que un ser humano realiza todos los días de forma cotidiana. ¿Esto se sale de lo que entendemos por normalidad? Por supuesto. Gracias a Dios, he podido estudiar y trabajar, pese a mi situación de deterioro progresivo. Nadie me ha hecho de menos ni compadecido nunca. Llevo una vida dentro de mi situación y gracias al apoyo y cariño de amigos, Luis, Héctor, etc. De hermanos y de un ángel de la guarda llamado Elena, razonablemente normalizada y todos los días doy gracias a Dios. Pero de esto, a sentir que cumplo la norma, va un abismo. 

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.