¿Cuál representa el bien y cuál el mal?

A los bobos y democratizados individuos, se les llena la boca de agua y no solo no se ahogan, sino que exhalan improperios sobre una Dictadura, que nunca lo fue, en beneficio de una Democracia, que nunca lo ha sido.

La confusión está en el juego de palabras y mientras el Régimen de Franco, para una mayoría, representa una feroz Dictadura, esta representó una libertad absoluta del individuo, que bien guiado con una dirección perfecta, consiguió para sí mismo, los mayores retos y como no, para toda su familia.

El ciudadano español, no solo fue protegido por el Régimen, sino que consiguió estudios, trabajo y progreso, cubierto sobradamente por un Sistema, que protegía al individuo, de los personajes espurios o delincuentes que intentaban robarle sus pertenencias e incluso la vida.

Ese autocrático Régimen hizo del individuo un ser soberano, con su propiedad libre de allanamientos, con una gran familia compuesta de muchos hijos, que todos con el esfuerzo de sus padres salían adelante, en sus estudios y profesiones.

Pues bien, ese individuo, no solo consiguió su independencia económica, sus propiedades, su familia unida, sus hijos con un futuro asegurado y con una felicidad en todos los órdenes de la vida.

Mientras eso ocurría, en esa mal llamada “Dictadura”, a la muerte de su artífice, salieron de las cloacas, todo tipo de RATAS, que desechó al ciudadano, para auparse con todos los privilegios para esa traidora, falsaria y cobarde élite de malnacidos que con la frase de: “LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA”, sustituyó un Régimen benefactor para el ciudadano, en una demolición planeada, de todo lo conseguido y recibido del anterior Régimen.

Esa mal llamada Democracia, no solo era una DICTADURA, de los Partidos y de sus politicastros, contra el español de bien, para con palabrería viperina, descomponer su historia vivida, implantando un Estado Impositor e Impostor, para beneficio de los políticos que lo conforman.

Curiosamente, mientras la supuesta Dictadura, era admitida y celebrada por el 95% de los habitantes, como el bien y benevolente estado individual y colectivo, esta supuesta Democracia, es una Dictadura de Partidos.

Pero además que todo es así, ahora un Gobierno puede hacerse con el poder, con tan solo 4 millones de votantes, sobre los 28 posibles y sobre una ciudadanía de más de 47 millones de individuos. Y con solo ese simbólico número, que es menos de un 10% de la población total, implantar unas Leyes y unos Decretos, que invaden a la mayoría y que someten al individuo a unos impuestos descomunales y a unas vivencias contra su propia voluntad e integridad.

Sin duda las palabras tienen un significado y la realidad, tiene otra bien distinta.

La Autocracia de D. Francisco Franco, mal llamada Dictadura, era un Régimen pletórico de valores esenciales, para trabajar por Dios, la Nación y el pueblo.

Esa era la meta de nuestro Caudillo y Generalísimo de los Ejércitos y la consiguió con creces.

Después de la Guerra de Liberación, en la que el General Invicto, venció al comunismo bolchevique, al anarquismo y a la masonería, como primeros objetivos y como cimientos básicos y cruciales, para edificar un edificio fuerte y consistente.

Una vez desterrado el mal, el satanismo y el crimen de unos engendros diabólicos, al Régimen del 18 de Julio, a la cabeza, con su jefe incondicional, se puso a trabajar con dureza, vitalidad y pundonor, para construir una Nación nueva, pero con la base de la creencia en Dios y en la Patria inmortal.

Los Partidos Políticos, que exacerbaban con absoluto disgusto y deprecio de nuestro Caudillo, como el peor mal que puede acarrear a una Nación, su temor ha sido consumado, mediante el Perjurio de un infame monarca, que todo lo jurado, lo perjuró, para no solo destruirlo, sino crear una Nación ambigua y diabólica, por la que la Unidad, ha sido destruida en beneficio de las tribus separatistas, que con todo tipo de derechos conseguidos mediante una Prostitución, abominable, atea, masónica y liberticida, que ha deshecho la Unidad de la Patria y la ha convertido en unos Reinos de Taifas, que terminaran con ella.

Francisco Franco: Generalísimo y Caudillo de España

¡VIVA CRISTO REY!

¡VIVA MI REINA MADRE S.A.R. Dª  YSABEL!

¡VIVA FRANCO!

¡ARRIBA ESPAÑA!

Autor

Miguel Sánchez

Empresario. Licenciado en Marketing y en Dirección de Ventas. Escritor de varios libros, sin publicar, aún.  Aficionado a la escritura y a la historia de España.

Caballero Legionario que fue del  IV Tercio Sahariano Alejandro Farnesio, en dónde estuvo en Mando Bandera. Escogido para portar al Santo Cristo de la Buena Muerte, representando a la Xª Bandera.

Congregante del Santísimo Cristo de la Fe, Cristo de los Alabarderos y María Inmaculada Reina de los Ángeles, en la Catedral de las Fuerzas Armadas

Luchador nato por el  Valle de los Caídos y sus monjes Benedictinos, por nuestro Cristo Redentor, la Familia, contra el Aborto y la Patria Grande, Unida y Gloriosa, desde la muerte del General Invicto.

Amigo, seguidor y admirador de la figura más transcendental y entrañable del siglo XX español, D. Blas Piñar, mi Caudillo, siempre junto a él, tuve el honor de aplaudirle, ovacionarle, dialogar y abrazarle, porque era mi ídolo y lo seguirá siendo por toda la eternidad. Y tengo el orgullo, que de  sus magníficos libros escritos, poseo unos diez, dedicados, con cariño y con su pluma de oro, como escritor en la excelencia.

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