21/11/2024 17:56
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El otro día, un malvado e ignorante podemita, de esos que, además de no haber dado un palo al agua nunca, jamás ha leído un libro, se ha atrevido a tildar a los Reyes Católicos de xenófobos y racistas.

Lo grave no es tanto semejante declaración, del todo ajena a la realidad, cuanto que toda la bancada de “lameculos” socialistas hayan aplaudido esta burda mentira lo que sirve para retratarlos al poner de manifiesto no solo su ignorancia, sino también el odio visceral que profesan, igual que sus socios de gobierno y todos los que los apoyan, a España, su historia y al sentimiento de Nación.

En primer lugar, la historia hay que estudiarla en su contexto temporal y no con la visión con que se puede apreciar cinco siglos después, toda vez que nada tiene que ver la sociedad del siglo XVI con la del XXI. Por otra parte, a finales del siglo XV, España se estaba sacudiendo el yugo musulmán que nos llevaba atenazando y subyugando desde el siglo VIII. Fueron casi ocho siglos los que empleamos en recuperar, palmo a palmo, todo lo que los moros nos habían sustraído a la brava.

Cuando en 711 los musulmanes nos invadieron, sin que nadie los llamase, lo hicieron, no de forma pacífica como todos estos iluminados de la pijoprogresía izquierdosa nos quieren hacer creer, sino manu militari, llevándose por delante nuestra cultura y nuestra religión y convirtiéndonos en sus siervos y esclavos.

Tal situación provocó el inicio de la Reconquista que culminó el 1492 con la gloriosa toma de Granada con lo que, además de expulsar al moro definitivamente de nuestras tierras, se unifican los territorios de la península -salvo Portugal y Navarra que lo haría en 1512-1515- en un mismo Reino, lo que supone el nacimiento de la Nación Española.

Uno de los elementos cohesionadores en el medievo, entre tierras y hombres, era el principio de unidad religiosa lo que obligó a la conversión al cristianismo de los musulmanes y judíos que permanecían en España, expulsando a los que contravinieron esa norma, circunstancia esta que no nos puede sorprender y menos si nos situamos en el contexto temporal, ya que todavía, cinco siglos después, en muchos países musulmanes se persigue a cualquier otra religión que no sea la propia.

Aquella unificación de los Reinos de la vieja Hispania trajo como consecuencia la proyección de España como elemento clave y decisivo en la Historia universal, el gran momento de España que nos aupó, y eso es lo que más le molesta a la pijoprogresía izquierdosa, a la cabeza del mundo, algo que, por motivos que se ignoran, la izquierda es incapaz de asumir.

En este afán perverso y malsano de borrar la historia y reescribirla al gusto de los social-comunistas y su miserable pléyade antiespañola, se pretende eliminar todos aquellos instantes de gloria -muchos por más que les moleste- de nuestra Historia para reemplazarlos, precisamente, por aquellos otros turbulentos y represivos, afortunadamente pocos, en los que ellos dirigieron nuestros destinos. En breve, de seguir así y esperemos que no, nuestros jóvenes tan solo estudiarán los meses de vigencia del frente popular.

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Decir que los Reyes Católicos era xenófobos es desconocer siquiera el significado de la palabra toda vez que, tanto los judíos como los moriscos expulsados, eran naturales de territorios de la vieja Hispania y por tanto, no se pueden considerar extranjeros ya que no lo eran al no cumplir el requisito de “ser de un país distinto” como señala el diccionario de la RAE.

Lo mismo sucede con ese otro calificativo de “racistas” con el que se despachó este estulto e inculto podemita. Si alguien luchó contra la esclavitud y desterró el racismo en nuestras tierras fue, precisamente, la Reina Dña Isabel I quien el 20 de julio de 1500 dictó una Real Provisión por la que se prohibía la esclavitud en los territorios de la Corona Española y otorga a los nativos derechos de propiedad y Carlos I, en 1542, les reconoce los mismos derechos que al resto de los súbditos de la Corona.

Pese a lo que esa malvada izquierda, tanto española como hispanoamericana, quiere hacernos creer que nuestra colonización de América fue genocida, basta con leer a Pío Baroja -supongo que este inculto podemita desconocerá de quien se trata- quien señalaba: “hemos purgado el error de haber descubierto América, de haberla colonizado más generosamente de lo que cuentan los historiadores extranjeros con un criterio protestante imbécil, y tan fanático o más que el del católico”. Una verdad absoluta que deberían tener en cuenta todos esos papanatas que sirven de altavoz a los que han creado nuestra leyenda negra.

Permítanme una reflexión. Muchas veces, al ver en mi ciudad a hispanoamericanos del altiplano, pienso en la gratitud que le deben a España ya que, de haber conquistado sus tierras ingleses, franceses u holandeses, no hubiese quedado ninguno de ellos y sino volvamos la vista Estados Unidos, Australia, Canadá, etc.

Pero así quiere reescribir la historia esta lacra de vagos podemitas, comunistas de salón, que odian visceralmente a España y a todo lo que ella ha significado en el mundo y lo hacen con la aquiescencia de la bancada de “lameculos” socialistas que, vendidos por un plato de lentejas, aplauden desaforados a sus líderes, incluso a los que están sujetos a investigación por corrupción. Dais asco y vergüenza.

Por cierto, un recado para las feminazis y toda esa turba de histéricas, Dña. Isabel I, una MUJER, fue la mejor Reina de España y de ella nos deberíamos sentir orgullosos todos los españoles de bien y, de manera especial, las mujeres.

Autor

Eugenio Fernández Barallobre
Eugenio Fernández Barallobre
José Eugenio Fernández Barallobre, español, nacido en La Coruña. Se formó en las filas de la Organización Juvenil Española, en la que se mantuvo hasta su pase a la Guardia de Franco. En 1973 fue elegido Consejero Local del Movimiento de La Coruña, por el tercio de cabezas de familia, y tras la legalización de los partidos políticos, militó en Falange Española y de las J.O.N.S.

Abandonó la actividad política para ingresar, en 1978, en el entonces Cuerpo General de Policía, recibiendo el despacho de Inspector del Cuerpo Superior de Policía en 1979, prestando servicios en la Policía Española hasta su pase a la situación de retirado.

Es Alférez R.H. del Cuerpo de Infantería de Marina y Diplomado en Criminología por la Universidad de Santiago de Compostela.Está en posesión de varias condecoraciones policiales, militares y civiles y de la "F" roja al mérito en el servicio de la Organización Juvenil Española.

Fundador de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña, del Museo Policial de la J.S. de Policía de Galicia y de la Orden de la Placa y el Mérito de Estudios Históricos de la Policía Española.

Premio de narrativa "Fernando Arenas Quintela" 2022

Publicaciones:
"El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII. 1908-1931" (Fundación Policía Española)

"La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII 1887-1931 (LC Ediciones 2019)

"Catálogo del Museo Policial de La Coruña". Tres ediciones (2008, 2014 y 2022)

"Historia de la Policía Nacional" (La Esfera de los Libros 2021).

"El Cuerpo de la Policía Armada y de Tráfico 1941-1959" (SND Editores. Madrid 2022).

"Policía y ciudad. La Policía Gubernativa en La Coruña (1908-1931)" (en preparación).


Otras publicaciones:

"Tiempos de amor y muerte. El Infierno de Igueriben". LC Ediciones (2018)

"Historias de Marineda. Aquella Coruña que yo conocí". Publicaciones Librería Arenas (2019).

"El sueño de nuestra noche de San Juan. Historia de la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña". Asociación de Meigas (2019).

"Las Meigas. Leyendas y tradiciones de la noche de San Juan". Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan de La Coruña (2011).

"Nuevas historias de Marineda. Mi Coruña en el recuerdo". Publicaciones Arenas (2022). Ganadora del premio de ensayo y narrativa "Fernando Arenas Quintela 2022".
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José Luis Fernández

A los traidores que critican la epopeya de la Reconquista lo que hay que decirles es que «esta tierra es nuestra por derecho histórico». Muchas generaciones antes de que los musulmanes invadieran la Península Ibérica a sangre y fuego ya existía en estas tierras un pueblo con unas características culturales y religiosas propias, y totalmente distintas a las de los invasores islámicos; por tanto, los habitantes autóctonos tenían pleno derecho a expulsar a los invasores y quienes no estén conformes con que España sea de los españoles ya se pueden largar de aquí porque están sobrando.

Hakenkreuz

Claro que no. Tendría el mismo sentido que calificarles de racistas por expulsar a los herejes protestantes. No hay, además, libertad de insultar a Dios con herejías y blasfemias, por mucho que se manipule eso de la «libertad de culto» o de «expresión».
Y patriota no es sinónimo de xenófobo.
Y lo dice este que escribe, Hakenkreuz, que manifiesta xenofobia contra los ingleses por no devolver Gibraltar (y eso le cabrea mucho) y racista por no querer vivir donde hay moros, negros, chinos y gitanos porque, al no ser mayoritariamente cristianos, no me fío de lo que allí donde moren pueda ocurrir, no porque les desee mal alguno en su patria.

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