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Esto de las ayudas sociales no es un invento de la criminal y ladrona izquierda. Tampoco es una conquista de estos delincuentes la Seguridad Social, aunque «la chiqui Montero» no lo sepa. Todas las conquistas que ahora se achacan a ellos mismos, son políticas aprobadas por el franquismo, también las ayudas a familias numerosas.
Mi familia se benefició de esta ayuda porque en casa éramos cuatro hermanos y mi padre era un trabajador que cumplía los requisitos para solicitarla. Había ventajas y ayudas concretas en descuentos de todo tipo. No te daban una cantidad determinada al año y ahí te las arreglarás tú, no. Te cubrían necesidades concretas, sin ningún tipo de electoralismo, y además, a ningún miembro del gobierno o de alguna institución del régimen, o cercano a él, se le ocurría pedir este tipo de ayudas. Ni de broma.
El café para todos, y esta vez sí con razones electoralistas, ha supuesto que estos tipejos que nos desgobiernan elaboren leyes sin pies ni cabeza. Creo no hace falta poner muchos ejemplos, pero sí me quiero referir a las ayudas a familias numerosas de estos cafres que con solo tener un número de hijos y sin poner ningún tope económico, cualquiera la puede solicitar. Me voy a centrar en una de esta ayudas, una miserable limosna de aproximadamente 190 euros al año que se concede en un solo pago y en este caso concreto se le denominó, bono térmico, dado el incremento en las facturas energéticas de los ciudadanos.
La MEMA, médico y madre, la analfabeta de Mónica García. Esta millonaria del partido del delincuente Errejón, que vive con un sueldazo de escándalo en un Ático de más de 100 m. con vistas al parque del Retiro, sin enterarse la pobre muchacha que ella también lo ha cobrado, denunció públicamente al vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Enrique Osorio de haber cobrado el famoso bono térmico, y el caso es que los dos pájaros estos tenían derecho a percibirlo, pues son ambos familias numerosas y al no haber un requisito económico concreto, pues se pide y punto. El derecho a recibir una ayuda tiene que tener un freno moral de dignidad. Unos políticos millonarios con patrimonios enormes y sueldos superiores a 7000 euros mensuales, por mucha familia numerosa que sean, solo por un poco de moral y decencia, después de haber cobrado esa ayuda que no necesitan, por sinvergüenzas, deberían de ser cesados de sus cargos y expulsados de sus respectivos partidos.
La corrupción está enquistada en todos los ámbitos, públicos y privados de esta sociedad enferma y vacía de conceptos morales y lo malo es que no hay arreglo posible.
Autor
- Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.