Dios no muere. Por Gil de la Pisa

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El día 24 del presente mes, en Guayaquil (Ecuador), durante tres días se celebrará, Dios mediante, el primer “CONGRESO INTERNACIONAL GARCIANO”, organizado por la Juventud ecuatoriana. Ni el Gobierno, ni la Iglesia han hecho nada por él –salvo “no haberlo impedido”– hasta el día de hoy.

A quienes conocemos el percal nada nos extraña. Es una prueba más de la degeneración de los “hombres públicos”, ya sean laicos o ministros de Dios (salvo “honrosas excepciones”, que impiden un final a lo “Sodoma y Gomorra” pues, en Dios, prima la misericordia) Es más — al parecer– sólo uno de los tres obispos de la ciudad se ha limitado a dar por recibida la invitación. ¡Menos da una piedra!

Aclarado este punto, les pregunto: ¿Han advertido que, en nuestro tiempo, la doctrina perenne de la Iglesia, y los valores humanos y cristianos, son defendidos principalmente por “seglares”? A la Iglesia de hoy, oficialmente—eso es lo destacable— le preocupa sobre todo el “cambio climático”. ¡Ese anzuelo de la Sinagoga de Satanás con el que pesca a todos los imbéciles que pueblan la tierra! Gracias a la Providencia, emerge una juventud hastiada de tener mandos estólidos y se ha decidido a pensar y actuar por sí misma.

Es el caso de unos jóvenes ecuatorianos, ilusionados por destacar la importancia de Don Gabriel García Moreno — a mí entender– el mayor genio que ha dado al mundo de la política y a la lucha por los valores cristianos, el Continente americano, desde Alaska a Ushuaia. Pero, además de gran estadista, fue un hombre de una cultura y facilidad para las ciencias incomparable, un auténtico científico. Ya quisieran Lincoln o Washington acercársele como estadistas.

Insisto una vez más en hablar de García Moreno, por varias razones:

La primera es por el menosprecio de la Jerarquía al gran mártir ecuatoriano, ninguneado desde hace más de medio siglo. Los papas beato Pío IX y León XIII siempre lo consideraron así. Lo asesinaron única y exclusivamente por el odio satánico contra el Presidente defensor de los derechos de Cristo Rey sobre la Sociedad y ser la Masonería el brazo ejecutor de las sentencias de la Sinagoga de Satanás contra quienes le plantan cara. Fueron las Logias europeas, quienes le condenaron a muerte y, estaban tan seguros de que había sido ejecutado en la fecha decidida, que dieron la noticia de su asesinato al menos un mes antes de su consumación. Entonces las noticias desde el Ecuador a Europa tardaban más de un mes y esa realidad fue, en primer lugar, la causa del “error” de anticipar la noticia, y en segundo lugar, prueba indiscutible y segura del origen de la sentencia de muerte contra el Presidente mártir: las Logias europeas..

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La Segunda porque, como ocurre siempre con los llamados “medios de comunicación ‘nuestros’… ”, lo importante es, el “propio ombligo”. A nadie le preocupa de reforzar la información de los “otros” nuestros, cuando no ha salido de él. Suicida realidad, cuando la forma inteligente de actuar es hacerse eco de quienes luchan en el mismo frente. Al menos, ésa ha sido mi norma de actuación, de la que no me arrepiento.

¿Creen ustedes que las televisiones católicas –radios o prensa— o las “independientes que oficialmente son consideradas por el público como adalides de la Fe y de los valores patrios, se van a hacer eco de esta noticia? Si su opinión es afirmativa, “¡despierten de ese sueño!”. ¡Ojala yerre por una vez!

De todos modos, –como decía el humorista–: ¡Yo sigo! , pues vale la pena luchar por ver al Presidente mártir de la Masonería, primero beatificado y, luego, canonizado, aun a pesar de ver al Modernismo, dirigiendo la Iglesia.

¡Cómo cambian los tiempos! Cuando presenté la tesis de doctorado, después de cinco años estudiando todo lo que se había escrito sobre García Moreno–y en especial sus cuatro tomos de cartas personales a sus dos esposas y a sus amigos–, había contado con la ayuda impagable del padre jesuita, Severo Gómez Jurado, postulador de su causa de beatificación. ¿Qué ha ocurrido desde el año 1952 hasta el 2021 en la Iglesia y en la Compañía de Jesus, a las órdenes de un señor con bigote y traje de “camionero”, en vez de la sotana del siempre conocido como el “Papa Negro”? ¿Cómo está esa “Causa”? ¿Continúa? ¿La han arrinconado?

Evidentemente, en la era del “Diálogo” y del “Ecumenismo” “no pega ni con cola” –como dicen en mi pueblo—beatificar a quien convirtió El Ecuador en la “República del Sagrado Corazón”. (Estos “fanáticos” molestan al clero y a los católicos modernistas “up to day”. ¡No se lleva! )

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Un breve recuerdo de los últimos momentos de la vida de García Moreno, cuando antes de ir al despacho, se acerca a la Iglesia para ofrecer a Dios su trabajo y pedirle luz y fuerza para gobernar la nación que llevará — como Franco– desde la postración y abandono absoluto de los políticos –exactamente idénticos a los actuales que padecemos–, al primer lugar de las república americanas. (España las había dejado a nivel europeo —o superior–, y los lideres independentistas estaban tirando por la borda lo heredado; y lo han continuado haciendo durante doscientos años; especialmente en el último siglo…) al encaminarse hacia su despacho, uno le da un hachazo en la cabeza mientras los otros, le cosen a tiros. Él los mira y les dice aquella frase inolvidable e inmortal: “¡Dios no muere!”. Iba sin escolta y con el abrigo abrochado, lo que le impidió defenderse… El pueblo –que lo ad miraba y quería– liquidó al principal asesino, allí mismo.

Ese “¡Dios no muere!” resuena como una explosión atómica en las mentes de los Hijos de Satanás pero al mandar en el Vaticano, difícilmente podremos ver nosotros a García Moreno en los altares. Ahora bien, tengo la seguridad — habida cuenta que “Dios no tiene prisa en hacer justicia”—que algún día, Isabel de Castilla y Gabriel García Moreno –vetados hoy por la B’nai B’rith del Vaticano, oirán, en las parroquias e iglesias del mundo católico, las oraciones de los fieles implorando su ayuda.

Concluyo invitando a las televisiones católicas y a “nuestros medios de comunicación” a “hacerme quedar mal”, dignándose informar a sus lectores, oyentes o televidentes, de la celebración del primer CONGRESO INTERNACIONAL GARCIANO, en Guayaquil. Mejor aún, si encuentran tiempo para hacerlo saber mediante otros artículos como éste, de sus periodistas o tertulianos.