Feliz enlace matrimonial de Javier Ortega Smith, en la Ciudad Imperial castellana. Por Fígaro

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La ciudad Imperial de Toledo, tuvo una vez más una buena noticia. Con amor y la trascendencia de un acto único así y agradeciendo las muestras de cariño a los asistentes, se dieron el ‘sí, quiero’ Javier Ortega Smith y Paulina Sánchez del Río este sábado por la mañana, día 16 de octubre de 2001. Tal y como estaba previsto, la ceremonia religiosa se celebró en el monasterio de San Juan de los Reyes, de dicha ciudad. El secretario general de Vox y su mujer agradecieron a los que les acompañaron, todos los miembros de VOX, familiares y amigos su asistencia. Igualmente han querido agradecer también a los medios la forma en la que han tratado su enlace a través de un extenso comunicado que han compartido cabeceras como ‘ABC’. «En este día tan importante para nosotros agradecemos las innumerables muestras de cariño que hemos recibido de familiares, amigos, conocidos y compatriotas que han hecho más especial, si cabe, este día. Es imposible responder una a una a tantas muestras de afecto, por ello queremos ofrecer este agradecimiento público a todos ellos».

La ciudad Imperial de Toledo se vistió de gala para albergar la celebración de boda tan significativa, del diputado de Vox, y Paulina Sánchez del Río Nájera, una mejicana trece años más joven que trabaja en el Departamento de Prensa en España e Italia del HSBC, un banco británico. La ceremonia religiosa tuvo lugar en el monasterio de San Juan de los Reyes, un precioso enclave gótico con más de cinco siglos de antigüedad que se construyó bajo la orden de los Reyes Católicos y que fue declarado Bien de Interés Cultural. Allí acudieron muchos miembros de la formación política para acompañar a Javier Ortega y a la que iba a ser su esposa.

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Tras el enlace los recién casados también quisieron hablar de la ciudad en la que han contraído matrimonio. «Del mismo modo, queremos hacer un reconocimiento especial a la Ciudad Imperial, Toledo, a la que nos sentimos estrechamente unidos sentimental y familiarmente y que a partir de hoy tendrá un significado especial en nuestras vidas. Por lo que supone para nosotros, y más tras haber celebrado aquí nuestra boda, expresamos un agradecimiento especial tanto a la ciudad como a sus habitantes y a la comunidad franciscana del monasterio de San Juan de los Reyes, donde hemos tenido el privilegio de celebrar la ceremonia religiosa», han manifestado, sin olvidar a la hostelería y a «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad» por la ayuda prestada.

Finalizado el enlace matrimonial la pareja se ha ido a festejar con los suyos en el coche gris de época que también ha llevado a la novia hasta la entrada de la iglesia. Como era de esperar, los alrededores del recinto de San Juan de los Reyes se han llenado de curiosos que no querían perder un solo detalle acerca del enlace.

Tras estos rituales los ya casados y los invitados se trasladaron al restaurante Venta de Aires, un local que está situado frente al circo romano y que es bastante popular en la ciudad castellana.

Ha destacado el mensaje del líder de Vox, Santiago Abascal, que compartió a través de sus redes sociales unas imágenes en las que aparece paseando por el monte de San Lorenzo de El Escorial junto a otros compañeros de partido, dejando claro que son una familia más allá de la política. «Unidos dentro y fuera del Congreso. Orgulloso de la familia de los 52 de Vox, un equipazo de gente buena y trabajadora. Pero de vez en cuando hay que alejarse de la tensión del Parlamento y darse una vuelta por el campo», ha señalado el político junto a las fotografías publicadas.

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Santiago Abascal estuvo acompañado de su mujer Lidia Bedman. Otras caras conocidas de Vox han hecho lo propio, como Macarena Olona o Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros.

Fue un evento feliz, de los pocos con que podemos contar en esta España convulsa y en estado excepcional, hoy en manos de quienes menos debía de estar, y de cuyos andares actuales dimos cuenta en el artículo de ayer.

En síntesis nuestro Secretario General dejó de ser soltero, tras haberse celebrado una boda como Dios manda, a cuyos contrayentes deseamos todo el bien que se merecen del que también se podrá beneficiar España.