13/05/2025 11:58
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Poco a poco se siguen incorporando nuevo colaboradores a El Correo de España. En esta ocasión se trata de Alejandro Mille Cicuéndez, Jefe Nacional del SEU, Sindicato Español Universitario. Le damos la bienvenida y les invitamos a conocerlo.

Háblenos un poco de su vida y de su militancia política.

Pues nací en Madrid, en el Hospital de la Paz. Me crié en un pueblo de Toledo hasta que retorné a Madrid con 8 años, por lo que he podido vivir plenamente la vida rural y la vida de ciudad, cosa que creo que me ha enriquecido mucho y me ha hecho ver a España desde las dos realidades principales de su composición.

Actualmente, estoy cursando el último año del Grado en Derecho, con vistas a dedicarme a la abogacía. Siempre he estudiado en la Pública, desde el colegio hasta ahora, mostrándome en todo momento fiel defensor de la misma pero, evidentemente, no en la situación en la que se encuentra actualmente.

Llevo militando 6 años en el Sindicato Español Universitario y en Juventudes Falangistas de España, puesto que ambas organizaciones actúan prácticamente de manera conjunta. Actualmente soy Jefe Nacional del SEU, gran responsabilidad para mi pero también un gran honor del cual no me veo merecedor y más con el histórico de líderes que han ocupado este puesto anteriormente.

¿Qué supone para usted colaborar en El Correo de España?

Lo primero, un honor. Quiero aprovechar para daos las gracias por esta oportunidad de oro para expresar nuestra perspectiva en libertad. Siempre es reconfortante que piensen en uno para realizar cualquier desempeño, máxime si se trata de un medio de comunicación trufado de grandes plumas. Me lanzo a esta aventura con mucha ilusión y muchas ganas.

Lo segundo, un profundo sentimiento de responsabilidad. Espero estar a la altura de los brillantes compañeros que voy a tener.

¿Quienes son sus escritores de referencia?

Podríamos dividirlos por categorías: en novela, Rafael García Serrano. Su «Eugenio, o proclamación de la Primavera» es el libro de cabecera de cualquier falangista. Más allá, tiene verdaderos clásicos como «La Fiel Infantería» o «La Plaza del Castillo». Un gigante de las letras patrias, olvidado por los propagandistas de nuestro tiempo. También Pérez-Reverte, aunque hace tiempo que no me convence en lo literario. En sus opiniones personales jamás lo ha hecho.

En un género, quizás ignoto, para el común de los lectores, como es el geopolítico, destaco al coronel Pedro Baños, que con su trilogía de «Así se Domina el Mundo», ha demostrado una soberbia y crucial visión del mundo actual. Muy necesaria, por otra parte, para conocer las triquiñuelas de «los buenos».

En textos políticos: Spengler, Ramiro Ledesma, Maeztu, Cordreanu, José Antonio y por tirar del lado contrario, me ha parecido muy interesante lo que he leído de Fidel Castro, previo al triunfo de la Revolución.

¿De qué temas va a escribir en nuestro medio?

Tengo intención de hablar de actualidad. Veo análisis magistrales en muchas columnas de infinidad de medios, pero casi siempre falta la denuncia a este sistema corrosivo y disolutivo. A veces, es necesario hablar de historia para señalar una situación y a veces, en fechas especiales, es preciso hacer una reseña histórica. Por otra parte, otras veces la situación se orienta más favorable para hablar de doctrina. Todo esto, con el enfoque correcto, es actualidad a mi juicio.

¿Por qué hay que dar la batalla cultural desde los medios y cualquier plataforma a nuestro alcance?

Es capital. Hay que aprovechar cada centímetro de espacio para poder transmitir nuestro mensaje. Lo reitero muchas veces, nuestra lucha es la del bien contra el mal. La batalla es a varios niveles, uno de los más importantes el cultural. Nunca debemos de cejar en nuestro combate con la pluma, puesto que las guerras se libran de varias formas y antes la tinta, ahora el dominio web, son útiles necesarios para continuar nuestra lucha por el bien.

¿Cómo valora la situación actual de España?

Cadavérica. España se intuye porque hay unos señores de uniforme en la Junquera y en Ceuta y Melilla (de adorno) y varios millones de españoles reciben dinero de un ente que se hace llamar Estado. Por lo demás, económicamente nos mantiene Bruselas, a costa de socavar nuestra soberanía.

La mentalidad liberal-capitalista del consumo ha destrozado las mentes de nuestros compatriotas, su ansia acaparadora les hace hipotecarse por cualquier capricho, cada vez más ridículo.

La natalidad está en un punto que no puede decrecer más, parte por la imposibilidad económica y de conciliación familiar de la Juventud y parte por el hedonismo y el nulo espíritu de sacrificio de los jóvenes.

A mi modo de ver, son los problemas de los que derivan todos los demás.

¿Que soluciones propondría?

El actual sistema de partidos es un fracaso estrepitoso y visible. España es una partitocracia, donde estas entidades manejan a su antojo todos los aspectos de la vida nacional sin control alguno y sin, por supuesto, escrúpulos. Debemos avanzar hacia un modelo donde la titularidad del poder y de la economía, transite de los oligarcas al pueblo. Por pasos, con cabeza y desmantelando por fases, no destruyendo a las bravas, puesto que acabaríamos precipitándonos al vacío.

Habría que salir, inmediatamente de la OTAN y buscar una salida negociada de la UE. Buscar otra vez la relación estrecha y de canal con el resto del mundo con hispanoamérica. Revisar las nacionalidades concedidas durante los últimos 45 años y expulsar a delincuentes foráneos que desempeñan sus execrables actos en nuestro territorio.

Acabar, sin medias tintas, con el genocidio del aborto, el peor y más abominable de todos los genocidios cometidos en la sangrienta historia de la humanidad. Y, por supuesto, destruir el sistema de las autonomías, sin socavar la cultura regional de cada territorio, pero con un servicio común a la unidad de España.

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