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Eres cocainómana, mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres, contigo se pierde todo, no te quieren ni tus propios compañeros, hija de puta, puta, zorra; que te follas a todos los policías municipales,vergüenza, si fuera tu hijo tendría que coger un arma y pegarte un tiro’.
Esta retahíla de violencia verbal no es mía, las vertió Isabel Serra contra una mujer trabajadora de uniforme de policía municipal en Madrid, como relata su condena a 19 meses de prisión que impone el Tribunal superior de justicia, confirmando que además del desprecio hembrista, no machista, de esta feminazi a otra mujer, tambien «empujo y lanzó objetos contundentes a la policía» unas frases que si publicas en redes sociales, Twitter y faceBook, suspenderán tu cuenta por incitación al odio, pero jamás a Isa Serra: es comunistas y tiene patente de corso.
Odio y violencia parecen definen a las Serra (tu odio, mi sonrisa) esa pareja de hermanas que llegan a defender la fantasía de la violación si te provoca un orgasmo. Su hermana melliza Clara, retorciendo el lenguaje a sus «gustos» políticos, llegó a afirmar que «Hay mujeres que tienen fantasías de violación y no hay que castigarlas por ello» léase, violame hasta el orgasmo que luego te denunciaré por acoso sexual, demostrando que algunas hembristas son peores que una mantis religiosa.
«La mentira es un arma revolucionaria» afirmaba Lenin, quien teorizó que «una mentira repetida mil veces se convierte en realidad». En ese empeño de imponer su post- verdad toda la izquierda mediática atacó la sentencia, demostrando que la única justicia es la proletaria porque les da la gana, calificado de farsa la sentencia y de falsa la violencia probada contra la policía linchada.
El comunista hará prevalecer su calumnia impuesta a la población también en las redes con «Maldita» y «Newtral» quienes consienten el delito marxista, el odio judeófobo y el bulo si es de izquierdas, hasta llegar s meter a 6 millones de judíos en un cenicero. Si además eres un transexual que odias a los niños twitter verifica tu cuenta, demostrando que solo son otra cuerda de comisarios políticos 2.0 que impone el mass media «leftie» cuya idea de libertad de expresión son los excesos de izquierdas y el derecho a la crítica un acto intolerable si no eres rojo, triturando el principio rector de la democracia, el sagrado derecho la libertad de expresión e información que estos comunistas asesinaron en Caracas desde CEPS y están asesinando aquí.
Cuando Isabel le dice a la mujer policía «Con todo lo que hemos luchado las mujeres» actúa cual comisaría que expropia el feminismo hacia un neo-feminismo que promueve el odio al hetero desde la mentira y la envidia. Las mujeres que más defendieron el feminismo real fueron perseguidas por la izquierda que hoy la reivindican. El caso más sangrante es el de Clara Campoamor quien murió en el exilio por culpa del frente popular. En sus memorias confiesa que de no haber huido de la España Republicana, los abuelos de quienes hoy manosean su nombre la habían asesinado y seguramente violado, como cruelmente se burlaba de las monjas la FemiNazi Almudena Grandes.
Es la misma violencia física y verbal con que asaltaron la capilla cristiana de la universidad complutense, mientras degradan la condición moral de la mujer si no es de Podemos o en las manifestaciones del #8M cosificando groseramente sus desnudos cuerpos, mientras escupen y vierten orín a quienes no son de izquierdas, atacando a una trabajadora pública en defensa de la justicia, la propiedad privada, la libertad y la ley, esa sin la cual viviríamos en la jungla que ya anticipan las hordas podemitas, asaltando la libertad de todos con acosos y escraches, un fascismo llamado jarabe democrático que denuncian cuando los sufren ellos.
Caigase ya la careta de esta ruinosa canalla totalitaria que busca el enfrentamiento civil, la dictadura del proletariado, el ruinoso igualitarismo comunista y la lucha de sexos. Son quienes convocaron a la inmolación de sus lobotomizadas bases en el #8M mientras vestían guantes protectores, conscientes de que aquel experimento sociológico costaría vidas.
«El activismo es el modo empleado por inútiles para sentirse importantes, incluso si las consecuencias de sus actos dañan a quienes dicen ayudar»
Thomas Sowell
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