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Qui sine peccato est vestrum, primus in illum lapidem mittat

Impunidad, para maderos, tras la denominada Ley Mordaza de 2015 ampliada y “mejorada”. Pepera y liberticida legislación que sociatas-podemoides apenas rozarán, tan obvio. Entre el gobierno, los maderos y los ropones se descojonan de nosotros. Ellos, faraones, cuasi dioses, divinidades que osaron descender de los cielos. El resto, chusma. Impunemente eliminable, como Stefan Lache, llegado el caso. La gente del común, culpables de algo, sin saber muy bien de qué. Culpabilidad de ribetes casi teológicos, kafkiano memento: Joseph K. La presunción de inocencia, triturada: aplastante victoria de la presunción de veracidad. 

“Divinas” palabras, amen (y un cojón de pato mareado)

Ya sea el feminismo liberticida – neomonjas cual hienas, atroces sociópatas de género/degeneradas – tras la monstruosa ley del 28 de diciembre de 2004 o el maderamen impune: palabra de  mujer o palabra de madero devienen feroz sinonimia, plena identidad diríase, de Divina Palabra. Las valleinclanescas palabras divinas. Gente, gentucilla, gentuza de segunda: hombres o no policías. Presunción de veracidad, horror moral. Y jurídico

…Ya saben, este mundo milagrero de plandémicas almas rudas, a fuer de culocagadas, intuye el latín ignoto de las DIVINAS PALABRAS. Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra. Corpus joánico. Evangelio. Capítulo octavo, séptimo versículo. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.
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