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Señor, el pasado 6 de agosto le escribí una carta abierta, con motivo de la salida de España de su padre, el Rey Don Juan Carlos I, que «El Correo de «España» tuvo a bien publicar en sus páginas de opinión y aunque no la contestó (ni yo se lo pedía) me consta  de buena tinta que usted sí la leyó….a pesar de ello se la vuelvo a enviar para no tener que repetir lo que en ella le decía y, muy en especial, lo que le pronosticaba sobre la respuesta que iba a recibir  a su cobarde comportamiento .con su padre.

Pero, antes, incluso, de que la vuelva a leer le voy a recordar una vez más las palabras famosas de Winston Churchill ante el Parlamento en 1939:

«Les dieron a elegir entre el deshonor y la guerra y ustedes eligieron el deshonor, pues bien tendrán el deshonor y la guerra».

Porque muy parecida es la situación que usted vive:

 «Le dieron a elegir entre su Padre y la Monarquía… y usted sacrificó a su Padre creyendo que así salvaba la Monarquía, pues, y a la vista está ya, no salvó, ni lo va a salvar, a su Padre y ya tiene perdida la Monarquía» 

Ese será ya su pesar mientras viva, porque usted condenó a su padre, y lo sigue condenando, antes de que hablara la Justicia y sin tener en cuenta la presunción de inocencia.

Y ahora sí, le ruego que vuelva a leer la Carta que le escribí en Agosto:

CARTA ABIERTA AL REY

FELIPE VI

( Córdoba, 6 de agosto del 2020)

 

Señor, con todos los respetos debidos a quien además de ser Rey, o por serlo, es el Jefe del Estado de España, mi España, al menos en la pequeña  parte que me corresponda, me dirijo a usted para decirle, con toda la humildad de un anciano jubilado, padre y abuelo, que se ha equivocado y se está equivocando absolutamente con su Padre. Su comportamiento, al aceptar que los comunistas antimonárquicos, se salgan con la suya, y arrojarle de su lado y hasta de España, como si fuera un perro con la rabia… (y que conste que ni soy monárquico ni juancarlista, ni antimonárquico, ni rojo ni azul, que sólo soy un español de 80 años) no sólo ha sido y sigue siendo anti-natura sino una gran torpeza política. Porque si usted ha sacrificado a su padre creyendo que con eso salva la Monarquía se equivoca de pé a pá…pues muy al contrario ha sido usted con ese cobarde comportamiento quien ha dejado a la Monarquía sin pedestal y a los pies de los caballos

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Y por si le sirve de algo le quiero recordar la leyenda de aquel campesino ruso que iba en trineo de los Urales a Moscú con todos sus hijos y se vio de pronto atacado por una manada de lobos hambrientos los fue entregando , uno a uno, por salvar a los demás hasta quedarse solo…y entonces ¡¡ay!! ya no pudo hacer nada y acabó en las fauces sanguinolentas de las fieras.

Usted, Señor, ha arrojado su padre a los lobos por salvar la Monarquía… y al final los lobos se lo comerán a usted y a la Monarquía. Al tiempo.

( O tengo que recordarle lo que les dijo Churchill a Daladier y Chamberlain en 1938, cuando en Munich le entregaron a la fiera (Hitler) Checoslovaquia (un hijo):»Sólo os digo… que os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra… y elegisteis el deshonor, pues ahora tendréis el deshonor y la guerra».)

Mire usted, Majestad, le voy a decir, aunque usted no necesite mi consejo, lo que usted debería haber hecho, o lo que todavía puede hacer.

Usted, en cuanto comenzaron los ataques a su padre (que no van contra su padre, que van contra usted) tuvo que salir a la palestra, y sin miedos,: decirle a los lobos, mirándoles de frente: Señores, este Señor que veis sentado a mi lado, además de haber sido Rey de España durante 40 años, es mi padre…y lo seguirá siendo mientras viva y si en su largo Reinado se equivocó o realizó algo ilegal serán los Tribunales quienes le juzguen. Mientras tanto, y hasta que la Justicia se manifieste, va a estar a mi lado y con todos los honores que le han concedido las Leyes… y nadie, nadie, nadie, me va a hacer cambiar de idea.

Y si lo que pretendéis atacando a mi padre es atacar a la Monarquía hacedlo de frente, que para eso estamos en Democracia, por cierto la Democracia que él, el primero, trajo con su Reinado.

Y por hoy nada más. Mi padre y mi Rey, porque aunque abdicara voluntariamente seguirá siendo Rey, al menos hasta que hable la Justicia. Buenas noches y España siempre.

 Eso, Señor, es lo que yo, o cualquier español de bien, habría hecho en su puesto y en sus circunstancias…. y termino recordándole las palabras de aquel otro gran español: Señores, os aseguro que vale más morir con honra que vivir con vilipendio. 

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Con mis mejores deseos, le saluda   Julio MERINO.

 

Pues bien, ya tiene la respuesta. Ahora le obligan (por oportunidad dicen y dice usted también, al parecer) a que no regrese a España y usted acepta por bien de la Monarquía, sin tener en cuenta que tal cosa le puede causar a su Padre, incluso,  la muerte, pues el disgusto que se va  a llevar y la edad que ya tiene y su delicado estado de salud,  puede ser mortal… y si eso sucediera (nadie lo puede desear) usted, sí, usted, Señor, Majestad, sería el responsable de las dos muertes

              LA DE SU PADRE Y LA DE LA MONARQUÍA 

porque los lobos no se conformarán con su padre e irán, ya están en ello,  a por usted, a por la Monarquía  y a por España (que es más grave, todavía) Y yo le recuerdo, una vez más, el cuento del ruso, por muchos hijos que les echó  al final los lobos se lo comieron a él.

Por lo demás, sólo le puedo recordar que tanto su abuelo como su bisabuelo murieron diciendo ¡¡¡ VIVA ESPAÑA !!!….No lo olvide.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.