Este fin de semana en el Festival Internacional de Verano de El Escorial La danza contemporánea de La Veronal y la antología de la zarzuela

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Desde perspectivas diferentes, tanto Sonoma como Cállate, corazón exhiben, sin embargo, este fin de semana en el Festival Internacional de Verano de El Escorial sus vínculos con la tradición. Sonoma es directamente vanguardia y Cállate, corazón adopta el formato de una gala de zarzuela.

Ambos espectáculos forman parte de la programación de este encuentro de calidad con la música y las artes escénicas, organizado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, que se extenderá hasta el 24 de septiembre en las localidades de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial. El festival abarca con sus dieciséis espectáculos una amplia representación cultural de primer nivel en la ópera, la música clásica, la zarzuela, el flamenco, la danza contemporánea, el ballet, el circo, los títeres y el teatro clásico.

Sonoma, que acoge el Teatro Auditorio hoy sábado a las 20.30, es la nueva creación de Premio Nacional de Danza 2013 Marcos Morau para su compañía La Veronal, que fundó 2005.

La Calanda del cineasta Luis Buñuel y la propia figura del artista aragonés constituyen el origen de este montaje. En él, Morau, nacido en la Comunidad Valenciana, retoma las ideas esenciales de la pieza que creó en 2016 para el Ballet de Lorraine, Le Surréalisme au service de la Révolution, a partir de la figura del autor de El perro andaluz y de su pueblo natal, cuyo origen medieval contrastaba el coreógrafo con el París cosmopolita, así como hacía con la disciplina jesuítica que recibió Buñuel y la libertad surrealista.

En Sonoma se amplía y se desarrolla todo este microcosmos, en el que Buñuel describe el abismo donde cae la imaginación humana, que es libre, pero el hombre no lo es.

Nueve bailarinas en escena plasman el estilo artístico de la compañía, en la que trabajan profesionales de diversas disciplinas que no se limitan a la danza sino que incluyen la fotografía, el cine o el teatro de texto. Voz, gesto, palabra, música dan forma a Sonoma, en la que elementos de la tradición folclórica, como la vestimenta, fiestas como la tamborrada, o rituales subrayan su vínculo con lo atávico.

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Con numerosos espectáculos en su trayectoria, Marcos Morau ha hecho coreografías para reconocidas compañías, con obras como Carmen para el Royal Danish Ballet, Cathedral para Scapino Ballet Rotterdam, Edvard para Carte Blanche y Nippon-Koku para la Compañía Nacional de Danza, entre otras.

Época de esplendor de la zarzuela

La gala Cállate, corazón (Teatro Auditorio, domingo, 20.30) constituye una reivindicación de la época de mayor expresividad y complejidad musical de la zarzuela, su culminación en los años 30 del pasado siglo como género lírico genuinamente español.

La soprano Saioa Hernández, «la diva de nuestro siglo», como apuntó Montserrat Caballé, vertebra este espectáculo antológico de zarzuela en formato de concierto, en el que la acompañan el tenor Francesco Pio Galasso y el barítono Borja Quiza, bajo la dirección de Javier Ulises Illán al frente de la Orquesta del Festival Internacional de Verano del Escorial.

El listado de compositores españoles lo componen Francisco Alonso, Fernando Díaz, Manuel Penella, Pablo Sorozábal, Federico Moreno Torroba, Reveriano Sotullo y Juan Vert. A ellos se le suma el británico Benjamin Britten con N.3 Lament, de Mont Juic, la suite inspirada en la visita que hizo a Barcelona en 1936 para asistir al congreso de la Sociedad Internacional por la Música Contemporánea.

Durante los 90 minutos de la gala se escucharán piezas de Las leandras, El cantar del arriero, Luisa Fernanda, La del manojo de rosas, Adiós a la bohemia, La tabernera del puerto, Katiuska, La leyenda del beso, Don Gil de Alcalá y El gato montés.

Estas obras prestan especial atención a los conflictos amorosos propios de la zarzuela mediante una música que se aproxima a los nuevos lenguajes musicales del siglo XX sin perder el elemento folclórico característico. Esto fue especialmente visible en la segunda y la tercera década del siglo XX, donde el género llega, después de tres siglos de forja de un estilo, a su cénit, gracias a la dedicación de destacados compositores de todo el país.

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El donostiarra Sorozábal, el valenciano Penella, el madrileño Moreno Torroba o el célebre dúo formado por el gallego Soutullo y el también valenciano Vert, convertirían Madrid y Barcelona en las dos grandes capitales del género, un momento de fulgor que se apagó súbitamente. Desde la Guerra Civil hasta hoy prácticamente desapareció la creación de nuevas zarzuelas.

Humor familiar en la calle

El Festival Internacional de Verano de El Escorial dedica un apartado de su programación a espectáculos en espacios abiertos. El del domingo, Carreta y manta (21.00), a cargo de la Compañía Sin Fin, está dirigido al público familiar.

La obra homenajea a los cómicos de la legua, aquellos actores que recorrían los pueblos en un carro que les servía para representar sus obras. La plaza de España de San Lorenzo de El Escorial es el escenario de Carreta y Manta, un espectáculo de humor protagonizado por los restos de un grupo de cómicos que representarán piezas y extractos de autores clásicos, como Quevedo, Lope de Vega, Agustín de Rojas o Tomás de Iriarte.

Fundada en 2003, Compañía Sin Fin se ha especializado en un teatro que funde las disciplinas teatrales con las circenses. Ha producido ocho espectáculos de teatro, uno de música, cinco de calle y múltiples eventos.