21/11/2024 19:11
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España necesita una derecha democrática, limpia, constructiva, social, patriótica, europea y mundialista. El futuro necesita una ideología integradora que recupere el objetivo de lograr “la convivencia democrática”, que establece el preámbulo constitucional. No hay que tener miedo a re-afimar la vigencia de sus tres primeros artículos: la soberanía del pueblo español en su conjunto, la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles y el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.

El PP de Rajoy no estuvo a la altura, baste como ejemplo su incapacidad para aplicar el 155 a la Generalitat de Cataluña y para derogar la ley de Memoria Histórica de Zapatero, que echó por tierra el espíritu de reconciliación de la transición. Tampoco tuvo espíritu para promover la independencia del poder judicial y fue incapaz de poner en marcha, con rapidez, una ley de Educación para toda la nación.

Fue esplendoroso su fracaso ante un Pedro Sánchez que le acusaba públicamente de corrupción ante lo cual el presidente Mariano no se atrevió a frenarlo con el caso de los EREs, que ha sido el caso más grave de corrupción económica y política que ha habido en el casi medio siglo de la democracia española. Siempre nos quedará la duda ¿será que Rajoy tenía miedo a que Sánchez se sacara de la manga alguna carta oculta contra el PP?

Le sucedió Pablo Casado, alias Piquito de Oro, también carente de la menor visión de Estado. Su único gran enemigo era VOX. Hay que ser corto para pensar así. En fin, Casado y su escupe huesos de aceituna se fueron ignominiosamente por el vertedero de la política, tras intentar eliminar al principal valor del PP actual, la presidenta Ayuso.

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Ha llegado Feijoo, pero ¿será capaz de una autentica renovación? Su ausencia en la investidura de Alfonso Fernandez Mañueco como Presidente de la C.A de Castilla y Leon fue un gesto demasiado explícito. No quiso ir porque Juan García Gallardo, de VOX, era el Vicepresidente de la autonomía. Pobre Albertiño, ¿con esos mimbres quieres que te votemos los españoles? VOX tuvo la claridad de imponer en CyL al PP el cordón sanitario que necesita la política española: o te coaligas conmigo o lo haces con el PSOE.

Parece mentira que ahora, en Andalucía, siga el PP pretendiendo ignorar a VOX a la vez que se presenta con “maricomplejines” ante temas clave tales como la Unidad de España, la necesidad de reordenar el Estado de las Autonomías, la Memoria Histórica, la Inmigración descontrolada y el Desastre Económico al que Sánchez y Calviño están llevando a España.

El tema es tan obvio que ante la pregunta que es el título de este articulo ¿Ha cambiado el PP de Rajoy y de Casado? si la respuesta del lector es que No, la opción que le queda, no lo dude, es votar a VOX.

Macarena Olona es la figura que, por su capacidad, su visión y su energía, producirá un auténtico despegue de Andalucía. Ánimo, andaluces hay que votar pensando a la vez en Andalucía y en España

Autor

Enrique Miguel Sánchez Motos
Administrador Civil del Estado.
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