Del mismo plan: La Ley de Memoria Democrática y el asalto al Constitucional. Por Ignacio Fernández Candela

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Son dos bazas ineludibles que la ultraizquierda sanchista ha de aprovechar para deslegitimar el régimen del 78 y con él la Transición y la legitimidad de la Jefatura del Estado. Asaltos permanentes contra el Estado de Derecho en esta confrontación golpista contra España que llegó con una moción de censura trampeada para dinamitar las bases constitucionales. La siembra de la cizaña no es casualidad porque denostando al rival político se impone el permiso moral para deslegitimar los acuerdos de la democracia post franquista con el pretexto de que cuanto devino durante cuatro décadas, incluida la Corona, proviene de una dictadura. Primero la siembra de la disensión, la anatematización de todo ideal que no comulga con el sectarismo socialcomunista, y luego la justificación de una propia imposición revanchista, remontando la Historia para manipularla y engañar así a las nuevas generaciones, esponjas que absorberán el credo mendaz del frentepopulismo como paradigma de justicia social y verdadera democracia. Las dos bazas confirman el oportunismo de un desgobierno criminal que no puede permitirse perder el poder para no dejar innúmeros trapos sucios al descubierto: la oportunidad del descrédito de la verdadera Historia, ensalzando a los verdaderos causantes de la Guerra Civil, después al terrorismo etarra, y la de la coacción contra la Justicia, tomada en principio desde la Fiscalía General de Estado en escalada hacia el Consejo General del Poder Judicial, para desvirtuar la función del Tribunal Constitucional que desde el gregarismo puede amputar y diluir los artículos de la Constitución colando las exigencias de los enemigos de España, tal y como chantajean sin disimulo para mantener a un sátrapa en La Moncloa.

El asalto al Tribunal Constitucional forma parte del mismo plan que conlleva la Ley de Memoria Democrática: anular el espíritu de consenso que brindó la Constitución, aunque imperfecta es el eje que ha vertebrado cuarenta años de convivencia democrática, y diluir la responsabilidad en su defensa desprestigiando una labor cuyo máximo exponente fue la Jefatura del Estado. Son programas de libro con origen en la Complutense de Ciencias Políticas, métodos que antes sirvieron para asesorar a Venezuela y que los mismos cizañeros trasladaron a nuestro país con el beneplácito y la financiación del bolivarismo y el Grupo de Puebla.

El sanchismo en tanto destroza a propósito la economía de millones de ciudadanos y enriquece a los afines, sigue una estrategia primordial de disensión con el objetivo último de modificar el régimen democrático y soberanista del pueblo para someter España a los dictados socialcomunistas y a las especulaciones del NOM. Desprestigiar el espíritu de la letra, anular la Transición, es un objetivo en consonancia con la toma del Tribunal Constitucional para transformar España en un aparente marco de legalidad, fruto de una ingeniería social cuya impune criminalidad pasa por controlar la Justicia y borrar los méritos del consenso que posibilitaron décadas de verdadero progreso y convivencia.

Autor

Ignacio Fernández Candela

Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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