22/11/2024 04:03
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Nos aferramos a tradiciones que van teniendo poco sentido porque su significado se ha perdido, no se recuerda o no se celebra. Pero es igual porque aquí todo da lo mismo con tal de salvar el jolgorio. Es como aquel lema publicitario de una salva para condimentar que decía… “Perdimos el imperio, pero salvamos la salsa”.

    ¿Qué somos? ¿Qué es España? España, y de forma acelerada, va constituyéndose en un país de ciudadanos de distintas procedencias, origen étnico, historia, cultura y religión, cuyo vínculo con España es únicamente jurídico, lo que conlleva o supone una serie de obligaciones y sobre todo derechos políticos. Pero un país no es una comunidad nacional, supuesto que el concepto de ciudadanía jurídica no necesariamente tiene conciencia de pertenecer al mismo pueblo ni por su origen étnico, ni por compartir vínculos históricos, culturales y religiosos comunes.

    El poder que maquina en las sombras está terminado con el mundo Occidental, cuyas huestes marchan tras la bandera del terrible alarido del NO SERVIAM. Poder al que se han sometido los Estados de Europa, que han dejado de servir a sus gentes para dominarlas culturalmente. Y esto ha sido posible por medio de la persuasión demagógica, que es lo propio en el sistema de democracia liberal. Así, prescindiendo de la conciencia moral, ese poder, en lugar de ser ejecutor de la verdad y de la justicia, se ha convertido, en el mejor de los casos, en simple árbitro de las disputas sociales o en tirano como es en el caso de España.

    Suárez sólo necesito dos cosas, su encanto personal y dinero. Con lo primo fabuló y confundió, con lo segundo tapó bocas y cerró tratos. Luego cayó en desgracia, se murió y fue enterrado como un santo, porque la jerarquía de la Iglesia es la primera institución social confundida. La lección estaba aprendida… Actuar con osadía, pasarte los principios morales y jurídicos por el forro, y proyectarte, porque el poder se ejerce sobre gilís y ambiciosos.

    Sin retrotraernos más allá, haber confeccionado una Constitución de forma ilegal, esto es, no respaldada por unas Cortes constituyentes; dejar que Zapatero completase dos legislaturas, y consentir hoy a Pedro Sánchez seguir al frente del gobierno de España, ha sido y es propio de un país sin conciencia. 

    De siempre hemos sabido que ha sido la clase media (que desde finales del siglo pasado no existe tal cual se concebía en el pasado, aunque se siga utilizado la expresión) la que ha mantenido al Estado y sustentado a las clases más humildes. La clase media pagaba por tres. Así, por ejemplo, y como en tantas otras cosas, pagaba para mantener una Sanidad nacional, gratuita o de bajo coste, y a la vez se pagaba una sanidad privada. Era así, y estábamos satisfechos de ello porque éramos una comunidad de compatriotas a la que cada uno contribuía en la medida de sus posibilidades. Nadie ponía este orden en cuestión. Hoy esto ha terminado.

    Ha terminado, porque molesta pagar a una clase política de filibusteros, terroristas y rufianes. Molesta pagar la sanidad, la educación y la justica a gentes venidas de fuera, incluyendo a sus niños. Molesta que nos quiten lo que es nuestro, que es por lo que se intenta ocultar al Estado depredador las ganancias legítimas y el patrimonio honradamente conseguido. Ahora bien, con estos mimbres no se construye una comunidad. Es imposible. Pero hay más, más, porque a muchos españoles nos molesta compartir espacio con gentes que no comparten nuestra cultura, nuestra religión y nuestras costumbres… ¿Qué español medianamente decente da propina a un extranjero por mejor servicio que le haga? … De sobra sabemos que han llegado de cualquier forma y manera, que han quitado y rebajado el trabajo de muchos españoles, y que demasiado han obtenido como para que encima les demos más.

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    El modelo de sociedad al que vamos es el modelo norteamericano. Un modelo de sociedad utilitarista, y por eso mismo individualista. Un modelo de sociedad con enormes disfunciones, en cuyo sustrato no se aprecia más que indiferencia, odio y racismo. El modelo que estamos importando.  

    ¿Me pueden decir qué se celebra el 12 de octubre más allá de un desfile militar que se debería hacer en San Sebastián, Gerona o Melilla?

Autor

Pablo Gasco de la Rocha