22/11/2024 01:35
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Planificada agenda de desastres planetarios: guerras biológicas y nucleares, «apagones» digitales (colapso de internet, culmen), pufos “climáticos”, escasez de alimentos, hambrunas, escenarios apocalípticos y postapocalípticos. Planes a contrarreloj, acelerando desorejadamente las agendas, demasiado retraso, el tiempo se les echaba encima.

Alta, altísima masonería, tras las bambalinas

Supra-gobiernos en la sombra  – conciliábulos de «hermanos», rostros conocidos, unos más, otros menos – forzando estudiadamente una serie de catalizadores eventos, hogaño plandemia, falsa pandemia mediante. Apuntalando líneas temporales de eventos. Cincelando progresivamente totalitarios y genocidas tecno-sistemas de control poblacional. Lo de siempre. Políticos de todos los partidos. Oscuras aristocracias. Jefazos del ejército y la policía y las distintas iglesias mayoritarias. Todos altos – altísimos – y encumbrados masones. Diseño inequívoca y enteramente mandilero. Con sus silencios, discreciones, secretos…

Furtivo gobierno mundial de familias antiguas y poderosas, trece poderosas familias de sangre azul o negra, nigérrima, nobleza negra pues, manejando los hilos desde hace siglos de forma velada. Mediante sociedades y agentes secretos, pringados a través de sus plurales y tenebrosas argamasas – pedofilia VIP, tráfico diversos (personas, drogas, armas, órganos…), rituales satánicos, sacrificio de críos, bebés incluidos- , blanqueadores bancos, tácticas y prácticas mafiosas. Todo tan Cosa Nostra, pues. Los gobiernos títeres, valga el pleonasmo, empresas asesinas y terroristas, ramplonas entidades corporativas sin más. Los mass-mierda, la inmensísima mayoría, afianzando todo el espanto mediante el lavado de cerebro planetario.

Lo peor, siempre por llegar: de la plandemia a las guerras nucleares

“Resfriar” falsamente a China. A través de entelequias víricas, conflicto que desemboque en una apetecida y suspirada guerra nuclear a gran escala. Tras el momento «plandémico», el momento bélico. Nuclear.  Atacar a China (recuerden la tenida satánica de hace unos días de la asesina OTAN). Irán, víctima propiciatoria, contra Israel, por ejemplo (implicados, también, Siria, Líbano, Iraq). Otro posible inicio, Japón contra China.

Forzar al totalitario y genocida régimen de Xi Jinping​, no dejarle más opciones. Rusia, en lontananza, reyertas con la Usa de Biden. Saltando la chispa en cualquier momento, bajo cualquier pretexto. Una vez encendida la mecha, no retorno.  De conflicto local a guerra abierta total. Armisticios parciales y vuelta a empezar. En el ínterin, cientos de millones de (trans)humanos, abortado su camino hacia la posthumanidad, vaporizados para siempre. Todo ello dentro los impíos Evento de Nivel de Extinción. ELE, Extinction Level Event, en la lengua del Imperio.

Y, tras la «vacunación» y las guerras nucleares totales, proseguirá la reducción poblacional tan anhelada por las élites psicópatas. Evo cataclísmico. Y sucesivas eras postcataclísmicas. Con periodos de destrucción. Y de reconstrucción. Y vuelta a empezar, hasta la siguiente demencia. Infraestructuras en bancarrota. La humanidad, infinitamente menoscabada. En el poder, gobiernos indisimuladamente militares con leve disfraz civil.

Les parecemos mierda…y nos tratarán como tal

Tales adanistas, sociópatas, maquiavélicos, sádicos, manejadores de hilos, cual nuevos dioses (Gen 3,5),  irán mermando la presencia de gente en nuestro actual planeta. Transhumanizándonos, volviéndonos locos. Ente dizque humanos sin compasión, sin empatía, sin humanidad alguna. Les parecemos mierda, y como mierda nos seguirán tratando. Salvo dudosa reacción comunitaria o popular. Nos han declarado la guerra. Y, en mi caso, si quieren guerra, la tendrán.

Devotos de la evolucionista «selección natural», a ello van: se quitan las máscaras, intentando con la plandemia ponérnoslas a nosotros. Obteniendo, de paso, sus deseados grados de control. A un nivel manejable. Realizando sus distópicas y húmedas fantasías del gobierno único planetario. Nuevo (des)orden mundial, traduzcan satanocracia. Siempre con las excusas de las «emergencias», ora falsas, ora reales, siempre inducidas por ellos.

Y sabiendo perfectamente, información privilegiada, todo lo que va a suceder, con su fecha y detallada hora. Lo peor, por ejemplo: asteroide que impactará la tierra y cuya trayectoria deviene ya imposible de desviar. O arrasadora tormenta solar. O «favoreciendo» la hipótesis del deslizamiento polar. O modificando el eje de rotación de la Tierra, O, vuelta de tuerca, fingida (Blue Beam) o real invasión alien. Con sus respectivos planes de «evacuación planetaria», si se tercia, para algunos «elegidos».

Eras cataclísmica y postcataclísmica

Tras las falsas y reales pandemias (en ambos casos, plandemias), tras sus suculentas, prefabricadas  y «perfectas» guerras nucleares, parciales y totales, con fecha fija de duración, sobrevendrán abracadabrantes sucesos geofísicos. De conmoción en conmoción. De locura en locura. Huracanes (preferentemente, manipulando alisios y monzones), terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas. En los cuatro temas, devastadores.

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Más población planetaria difuminada. Y, no lo duden, por si acaso, geoingeniería mediante, durante decenios, perfectamente perfilada y «ensayada«, poseen la tecnología adecuada para suscitar aquellas «emergencias climáticas» que les salga de la punta de la polla.

Todo se perderá como lágrimas en la lluvia

Están muy locos, repito. Y son muy malos. Extremadamente malvados. Supremamente arrogantes. Inauditamente poderosos. Insuperablemente peligrosos. Su alimento, el poder y el miedo masivo. Un mundo de peleles domesticados y esclavos, su codiciado y enfermado ganado transhumano. Sin poder – mediante el ilegítimo y atroz monopolio de la violencia – y sin el miedo de la peña, nada serían. Porque, en el fondo, nada son. Fobocracia, pues…

…Y de ustedes depende revertir siquiera levemente lo anteriormente descrito. Porque sucederá, salvo fiera e implacable e insumisa reacción suya. En fin.

Autor

Luys Coleto
Luys Coleto
Nacido en Bilbao, vive en Madrid, tierra de todos los transterrados de España. Escaqueado de la existencia, el periodismo, amor de juventud, representa para él lo contrario a las hodiernas hordas de amanuenses poseídos por el miedo y la ideología. Amante, también, de disquisiciones teológicas y filosóficas diversas, pluma y la espada le sirven para mitigar, entre otros menesteres, dentro de lo que cabe, la gramsciana y apabullante hegemonía cultural de los socialismos liberticidas, de derechas y de izquierdas.