19/09/2024 18:47
Getting your Trinity Audio player ready...

Amigos andaluces, amigos simpatizantes de VOX, al aceptar presentarme a las elecciones que van a celebrarse el próximo día 19 ya sabía que no iba a ser un camino de rosas. Porque aquí hay tantos intereses en juego, unos del pasado y otros del presente y otros del futuro, que en cuanto se habla de urnas se encienden todas las luces. El PSOE no quiere que se le recuerden sus 40 años de robos y sueña con recuperar el “cortijo” que han tenido a su disposición sin cortapisa alguna. El PP quiere Andalucía, porque es una mina electoral, económica, política… ¡y una llave para abrir las puertas de la Moncloa! Y no hablo de las extremas Izquierdas porque esos ya ni quieren las urnas.

Sabía eso y algo más, pues aunque no sea Ortega y Gasset (que descubrió lo que era aquella República en 3 meses y se marchó) lo he podido comprobar por mí misma estos años que llevo en el Congreso de los Diputados. La política española de hoy es una política de navajeros, de intereses Partidistas, de intereses personales… y ya lo estoy comprobando. Llevo 3 días y ya me han sacado eso de que no soy andaluza y no puedo presentarme, cuando llevan más de 50 años presentándose unos y otros (como “paracaidistas”) y circuncisiones diferentes. Me acusaron de no haberme empadronado legalmente. Han ideado un regalo de 50 millones de euros para comprar los posibles trabajadores que ya están más con VOX que con ellos. Han atentado (y lo de las cerraduras no ha sido otra cosa que un atentado terrorista) contra nuestra presencia legal y democrática y por último, ayer mismo, el Partido Socialista Obrero Español (que ya no es el Partido Socialista de la dignidad) ha presentado en las Cortes un proyecto de Ley para expulsar a VOX de la legalidad.

LEER MÁS:  Aquí hace falta un dictador. Por Julio Merino

¡¡ O sea, que a toda costa nos quieren quitar de en medio!!

Miren ustedes, la encuesta que acaba de hacer pública el CIS no se la cree ni el mismísimo Tezanos. Que “Don Juanma” vaya a poder gobernar en solitario, o incluso con Mayoría Absoluta, no se lo cree ni el propio Bendodo (y le envío mi pésame más sincero por el fallecimiento de su padre), ni siquiera se lo cree don Alberto Núñez Feijóo. Ellos no saben lo que es Andalucía ni lo que son los andaluces. Tenían que haber estado aquí cuando aquel 28 de febrero de 1980 don Adolfo Suarez, en aquellos momentos poderoso Presidente del Gobierno, quiso llevarlos como corderitos por la vía de segunda división (la vía del artículo 143 y no la del 151) a la Autonomía.

¿Y vamos nosotros a ser menos que Cataluña, el País Vasco o Galicia?

¡No hay cojones para eso!

Y el pobre Suárez se llevó la primera y gran derrota de la Democracia. Señor Feijóo repase y sepa lo que es “Agravio comparativo”… y no les diga a los andaluces lo que tienen que hacer porque ya sabe que el andaluz de buena cepa lleva en su cartera un documento que dice: “este andaluz está autorizado para hacer y decir lo que le dé la gana”.

Estoy seguro que a don Feijóo y a don Moreno les va a pasar lo que a Suárez.

Como se lo van a llevar muchos, Izquierdas y Derechas, cuando descubran quién es y cómo es la verdadera Macarena Olona, esa bella alicantina, granadina, vasca, andaluza, castellana y madrileña… cuando la oigan hablar y explicar cómo hay que levantar las alfombras de la corrupción y la miseria.

LEER MÁS:  La bomba Toni Cantó que viene de camino. Por Julio Merino

El CIS, el PSOE, y especialmente el PP ya están intentando aguar el vino de VOX, como puede comprobarse en el “apagón” que le han dado en los medios y en las televisiones donde dominan desde hace años y donde VOX no sale ni por casualidad.

Pero, hablaremos la noche del 19-J.

Autor

Julio Merino
Julio Merino
Periodista y Miembro de la REAL academia de Córdoba.

Nació en la localidad cordobesa de Nueva Carteya en 1940.

Fue redactor del diario Arriba, redactor-jefe del Diario SP, subdirector del diario Pueblo y director de la agencia de noticias Pyresa.

En 1978 adquirió una parte de las acciones del diario El Imparcial y pasó a ejercer como su director.

En julio de 1979 abandonó la redacción de El Imparcial junto a Fernando Latorre de Félez.

Unos meses después, en diciembre, fue nombrado director del Diario de Barcelona.

Fue fundador del semanario El Heraldo Español, cuyo primer número salió a la calle el 1 de abril de 1980 y del cual fue director.