21/11/2024 18:39
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Isabel Ayuso denunció en defensa de la integridad de su hermano a sabiendas de que nadie está limpio en el PSOE. En consecuencia, Nadia Calviño y Teresa Ribera, la de «Transición Ecologética», ministras y sospechosas, son objeto de investigación por la Guardia Civil que ha efectuado registros dado que-creyendo que todo abuso es jauja-las pringadas podrían haberse negado a facilitar documentaciones que los agentes han tomado a la fuerza, legal. ¿Estamos ante un impulso de ley, sin cortapisas, que inicia una reacción en cadena para aflorar los trapos sucios del múltiplemente sospechoso desgobierno sanchista? 

 
Quizá nos encontremos ante un punto de inflexión y reacción, donde Anticorrupción deja claro que nadie está exento de cumplir la ley en el ejercicio del poder. Ni siquiera el «gilimendaz» que ocupa La Moncloa. De ser así, hasta el tonto del Puma acabaría entre rejas si se averigua todo lo que oculta, incluso la alta traición con el asunto de Marruecos. España necesita reaños conjuntos, con la Justicia al frenre, para sacudirse el yugo de esta descomunal estafa al descubierto que es Pedro Sánchez. 

Por mediación de la todavía autónoma, parece, Fiscalía Anticorrupción, agentes de la Benemérita han irrumpido en el Ministerio de «Trasuntos económicos» y Transformación Digital en busca de documentación  que concierne al marido de la ministra. Contratos que, en plena plandemia, se adjudicaron sin concurso público. Esta corruptela familiar-como tantas otras incluidas las del doctor cum fraude y sus padres con el Playbol- permanece desde hace tiempo en el punto de mira de la opinión pública que no pueden manipular las putas, prescindo de eufemismos, de la prensa comprada. 

 
Con pérdidas de 1.052.009 €, el marido recibió ayudas públicas de 963.708 €, un calco de corrupción que se multiplica en cada uno de los miembros de esta manada socialcomunista que ha dispuesto de los ingresos vitales de los ciudadanos, al antojo de  despreciables intenciones de latrocinio. A pesar de la soberbia tan repugnante de la que se sirven para atemorizar a cuantos piensen en denunciar este totum revolutum de corruptelas que proliferan sin disimulo-desde que el tontaina del Falcon decidiera no levantar el culo de la poltrona, suciamente presidencial-, parece que la presa que contiene las aguas sucias de la siniestra puede reventar judicialmente. 

 
La Calviño parecía modosita cuando se anunciaba su incorporación al desgobierno criminal de Pedro Sánchez, antes de que se mostrara el verdadero cariz delictivo del grupúsculo gregario que se comanda desde La Moncloa. No solo parecía decente sino que parecía blanquear la imagen vergonzosa del conglomerado ministrable que ya se percibía con la traición al electorado, sumando a los ministerios intereses oscuros para subordinarse a los comunistas que al día de hoy hiede a componenda delictiva y asociación continuada con los enemigos del Estado. Nadia Calviño aparentaba profesionalidad e integridad siendo un mero espejismo, una inútil, y conformando la misma basura a las órdenes del sátrapa, hostil y oscurantista que en cuatro años ha destruido cuanto el consenso alcanzó durante cuatro décadas. 
 
No debería haber extrañado que cuantos se han subordinado a las órdenes del cum fraude, llevaran consigo el germen de la corrupción y una insana vanidad ausente de moralidad, honestidad y sentido de servicio al ciudadano. Y siendo de la misma cuerda no hay un solo responsable de este inverosímil gobierno de sinvergüenzas que no haya delinquido, encubiertos por la Fiscalía General, o lanzado sin miramientos al aprovechamiento déspota del cargo que una veintena de miserables detentan, aun seguros de la impunidad que supone este intento de asalto al poder con las maneras más carroñeras que el partido socialista acostumbra desde su fundación. Pero quizá esa impunidad se vaya quebrando a medida que este lozadal de siniestra manipulación ideológica deja al descubierto la verdadera esencia pútrida, política y personal, de esta pandilla de iracundos dementes que no engañan a nadie, agotados los recursos de la estafa, convertidos en intenciones totalitarias para amedrentar cualquier legítima resistencia contra depredadores que en cualquier país con arrestos de dignidad histórica ya estarían juzgados. 
 
La Guardia Civil registrando dos ministerios. ¿Cuáles son los siguientes? Si hay justicia en España esto debería ser el inicio del fin para el mayor sospechoso que desgobierna, con absoluta carencia de escrúpulos, una cada vez más despierta España. 

Autor

Ignacio Fernández Candela
Ignacio Fernández Candela
Editor de ÑTV ESPAÑA. Ensayista, novelista y poeta con quince libros publicados y cuatro más en ciernes. Crítico literario y pintor artístico de carácter profesional entre otras actividades. Ecléctico pero centrado. Prolífico columnista con miles de aportaciones en el campo sociopolítico que desarrolló en El Imparcial, Tribuna de España, Rambla Libre, DiarioAlicante, Levante, Informaciones, etc.
Dotado de una gran intuición analítica, es un damnificado directo de la tragedia del coronavirus al perder a su padre por eutanasia protocolaria sin poder velarlo y enterrado en soledad durante un confinamiento ilegal. En menos de un mes fue su mujer quien pasó por el mismo trance. Lleva pues consigo una inspiración crítica que abrasa las entrañas.
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