22/11/2024 01:12
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Hablar del PP en estos días es fácil y además el hacer sangre y leña del árbol caído y calcinado es muy apetecible, pero hoy, aunque sí voy a hablar de estos tipejos, no voy a tratar el tema central de su suicidio y posible desaparición del escenario político. Hoy voy a ocuparme de la ocurrencia que tuvo hace unos días el ínclito y aún presidente andaluz, Juanma Moreno de hacer un homenaje a dos personajes de las letras sin pararse a pensar un minuto en lo que suponía equilibrar sentido humano, trayectoria literaria y sentido social de los elegidos.

Poner a la misma altura en un homenaje oficial a Rafael Alberti junto a José María Pemán es un insulto y un salivazo en plena memoria de este último.

En descargo del señor Moreno hay que decir que es sabido la incultura de esta derecha casposa y buenista que padecemos desde décadas. Seguro que este analfabeto no ha leído a ninguno de los agasajados y eso como digo puede valer como disculpa, pero alguno de sus asesores millonarios le tendría que haber advertido la poca conveniencia de poner en equilibrio de importancia y respeto a un chequista junto a un escritor moral y cristiano. Porque si le hubiera pedido el cuerpo darse un baño de cultureta agasajando a Alberti como «gran poeta español y andaluz» pues allá él. Pero la ocurrencia de unir a este miliciano perseguidor y denunciante de personas que a través de la publicación de la revista El Mono Azul, facilitaba nombres y direcciones para que fueran «paseados», o con suerte molidos a palos en alguna de las checas de la capital de Madrid que tanto Rafael como su compañera sentimental, otra perra miliciana sedienta de odio y sangre como él, María Teresa León, frecuentaban asiduamente.  Equiparar a este personaje con el otro homenajeado, Pemán, es como poco un insulto a la dignidad de las personas y la moral de cualquier ser humano. José María Pemán escritor de amplio recorrido con una trayectoria que abarca teatro, novela, ensayo, poesía entre otras actividades divulgativas, siempre atesoró un aire andaluz con perfume filosófico, solo hay que recordar sus meditaciones de «El Séneca». Un intelectual completo y un ser humano de gran talla

Católico y profundamente Monárquico, el asesinato de Calvo Sotelo le hace tomar parte de lo que fue la lucha de salvación de la Patria y se une al bando de Franco siendo además el primero en utilizar en sus elocuciones radiofónicas los términos Cruzada y Movimiento.

El tonto de Juanma que tiene encefalograma plano como su partido, no tiene ni idea lo que le hubiera gustado al chequista comunista si no fuera porque tuvo que salir corriendo, echarle el guante a Don José María.
 

Por cierto, señor, Moreno Bonilla, en el año 2020 el Ayuntamiento de Cádiz, ciudad natal de Pemán tuvo la brillante ocurrencia de retirar el busto y la placa conmemorativa del autor de la fachada de su casa. Independientemente de su querencia a homenajear a pistoleros no estaría de más que se devolviera a su lugar el busto y la placa de un intelectual limpio y bueno, de donde nunca debió de ser arrancado por el odio de esos de la izquierda que tanto respetan ustedes.

 

Autor

Alejandro Descalzo
Alejandro Descalzo
Nace en Madrid en 1958. Estudia en Los Escolapios de San Antón. Falangista. Ha publicado 4 libros de relatos. Apasionado del cine y la lectura. Colaborar en este medio lo considera un honor.