24/11/2024 15:15
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Desde hace tres años vivimos en esta desgraciada y atribulada Nación, una película continua de los Hermanos Marx que me recuerda a las más célebre de una Noche en la Opera, cuando entre otras escenas se recoge el disparate de la parte contratante… Las continuas contradicciones de aquellos que tienen la responsabilidad del Gobierno, del Estado y su Corte de los Milagros que minimizó el alcance de esta tragedia , de la que llevamos contabilizados oficialmente más de 80 mil compatriotas fallecidos, con un malabarismo que nos tiene a casi todos los españoles atónitos, en un barco a la deriva desde el punto de vista social, económico, patriótico, sanitario etc., que nos lleva a no dejar de leer la España Invertebrada de Ortega y Gasset con plena vigencia 100 años después. Para colmo, la crisis con Marruecos, con Estados Unidos que sigue vigente, y prácticamente de oyentes en el escenario Comunitario e Internacional, donde también hay que escenificar otra película memorable que es los Hermanos Marx en el Oeste. Y es lo que hay, una completa orquesta desafinada, sin director y que cada instrumento toca la partitura según le viene en gana, Y VIVA LA PEPA. Donde los independentistas nunca lo han tenido mejor y la burla al Estado de Derecho y a la Justicia es moneda de cambio diaria, y “que se mueran los feos, que no quede ninguno de feos”, como decía la Canción. Claro está, que nos van a presentar un macro proyecto para el 2050, la creación de una Nasa Española, cuando en la actualidad, llevamos arrastrando una tragedia económica, sanitaria, social y regional sin precedentes. Por lo menos, nos quedará Madrid, y el fantasma atávico de las dos Españas, irreconciliables, como el cuadro de Goya, cuando los dos majos garrote en mano, están prestos a acometerse sin piedad, como Caballo de Troya que galopa desbocado por estas desgraciadas tierras, sin rumbo ni norte.

He contemplado consternado en TeleSanchez el peregrinar, de una ballena gris aparecida en las playas de Mallorca, perdida, hambrienta, ya sin esperanza de tornar a sus frías aguas, y así poder sobrevivir. Como he dicho anteriormente, me ha recordado a esta nuestra querida España, que como esa ballena lleva pegando tumbos negándose a entrar en la melancolía, y al final descansar en la orilla de la muerte.

Hay quienes desean que sigamos tristes, callados, apáticos y sumisos, por lo que tenemos que resucitar el Espíritu del Quijote, para que los Molinos sean Gigantes, los Borregos  sean Ejércitos y la Venta sea Castillo. Con ese espíritu de Rebeldía que en latigazo aparece históricamente desde nuestros subconscientes, de pueblo indómito e invencible. Y ahí está nuestra Historia que no la tiene nadie, por mucha envidia que padezcamos: los Tercios, el descubrimiento de América, su Conquista sin Genocidio, el 2 de mayo, los últimos de Filipinas, Blas de Lezo , Bailén, Cádiz, La Rendición de Breda, el Gran Capitán, Lepanto, que salvó a Occidente de los Turcos, Trafalgar, Numancia, Zaragoza, el Siglo de Oro y tantos episodios heroicos inolvidables con pérdidas y ganancias…. y recientemente Madrid.

Y no olvidemos Córdoba, también a la deriva, sin acuerdos, consensos. Cada uno a lo suyo, sin líderes naturales  que nos arropen y dirijan, con esa somnolencia pasiva de los últimos 40 años, echando de menos a Don Antonio Cruz Conde, Don Antonio Guzmán Reina, Fray Albino, y tantos otros que sería de Justicia recibiera su familia un homenaje de toda la Ciudad.  También debo de traer a estas líneas comentarios que me han llegado del lamentable estado de abandono del Zoológico, que en su día fue el segundo mejor de Andalucía, que necesita estar al mismo nivel del Jardín Botánico que es una gozada visitarlo. Y una propuesta ¿por qué no resucitamos cuando se pueda y con las medidas sanitarias pertinentes , la Feria de Septiembre, que nunca debió de perderse, como Feria de Día, organizada desde el Ayuntamiento en conjunción con las fuerzas económicas y sociales de la Ciudad, y así laminamos algunas heridas que tienen abiertas los empresarios de la Hostelería, que no han sido atendidas sus razonables peticiones debidamente, como es público y notorio?

Autor

REDACCIÓN