La vista de lince de los de Comunicación. Por Casandra Desencadenada

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Hay un chascarrillo argentino que cuenta que, cuando Dios hizo a la Argentina, le salió un país tan bello y tan rico que dejaba a los demás en inferioridad. Preguntado por los ángeles que cómo pensaba hacer para igualarlo con el resto, Dios contestó: tranquilos, lo dejo en manos de los argentinos.

Pues eso, VOX tiene un mensaje y un programa que es como Argentina. Pero el Altísimo lo ha puesto en manos de unos cuantos iluminados que superan al peor gobernante argentino. Y no por robar, que yo tengo para mí que son gauchos honrados a carta cabal. Si lo malo es que, para desgracia de los votantes, piensan que son infalibles. Y no es que sean falibles, que sí lo son, es que fallan más que la conocidísima escopeta de feria. A lo mejor es que está cada uno haciendo lo que no debería. Y si se les mezcla en una coctelera y se les recoloca en otra función, lo mismo acertamos. O no. Hay algunos que donde los coloques colapsan el sistema.

Alguien ha hecho creer a los que dirigen que, si no se mueven y ponen las manos bajo el peral, las peras caerán maduras tarde o temprano. Y ahí tenemos al partido que nos iba a salvar, con las manos extendidas, sin moverse, esperando la recolección por la gracia del tiempo y ley de la gravedad. A este paso va a llegar junio y no han recogido una pera. Se lo digo yo. Para que la estrategia del dontancredismo funcione hace falta que el resto tampoco se mueva.

Si seguimos con esa imagen, nuestros lideres máximos de VOX está a verlas venir y además no dejan que nadie recolecte. Y menos que haga mención de ir a por un cesto.

La parálisis es total, el que se mueva no sale en la foto. Pero a este paso no hay foto. Para eso ya teníamos al PP.

No solo laminan a sus bases y colaboradores porque se mueven. O por si se mueven. Es que, los que se han desilusionado por un trato y una gestión interna catastrófica, no es fácil que vuelvan. Y es muy seguro que van a poner a VOX del color corporativo: verde. Y, poco a poco, se extiende esa mancha en las poblaciones. De ahí gran parte del tirón de Olona, que está atrayendo a muchos de los descontentos de VOX, de los maltratados por VOX. No sabemos si recolectándolos para un proyecto nuevo de Hispanoamérica y la ideología de género, o mareándolos para que se lleven otra desilusión. De momento, la tenemos de charla en charla y de entrevista en entrevista demostrando que las universidades son una ciénaga de intransigencia, y que hay más tontos que hongos entre los antifas. Que ha ahorrado mucho dinero para financiarse una campaña y que los que odian a VOX tienen ganas locas de unirse para ir contra VOX. También, que el proyecto de Macarena es hacerle la cama a VOX, y que VOX se las pinta solo para activar bombas de relojería. Y que le revienten en la cara.

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Porque mientras la bomba Olona revienta, la idea de estar debajo del peral con las manos abiertas no parece muy buena.

Y todo esto sin que VOX tenga un solo as en la manga de los medios de comunicación, porque se ha dedicado a quedar mal con todos, hasta con los más afines, por el procedimiento de exigirles sumisión perruna y tratarlos a batacazo. Para vista de lince, de lince miope, la de los responsables de Comunicación de VOX. O la de los que mandan. Que no tengo claro yo que ninguno de Comunicación tome decisiones por su cuenta. Los iluminados de VOX, esos que se cargan la Argentina de Perón en tres semanas, han creado un erial en la huerta de comunicación.

A VOX no le tratan bien los medios. El bipartidismo es lo que tiene, los medios, o son de los progres de la derecha o son de los progres de la izquierda. Pero si surge algún medio afín que trata de apoyar la opción verde, recibe un trato entre malo y peor. Y si intenta ser afín pero independiente, se le lamina porque por afín, lo zarandean -la confianza es un asco, oigan- y por independiente, lo ningunean porque no se puede uno fiar de los que no son afines.

Dicen los espíritus de Bambú que se han ido vetando medios y periodistas con el mismo desparpajo y arbitrariedad con la que se fueron descartando equipos y recursos humanos. Y que se han escatimado hasta sonrisas -que son gratis, caray-, a medios nuevos dispuestos a dar cancha a VOX en tanto el PP se deshacía en amabilidades.

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Puede no gustarles la prensa, los periodistas y los medios, pero lo cierto es que nada hay peor para un partido político que ser odiado por la prensa, los periodistas y los medios. La postura más inteligente es llevarse bien, aunque a veces te traten mal. Pero es que los de VOX, de puro listos, se pasan de rosca. Y de paso, ya que se pasan, que los linces se pasen por el oftalmólogo a graduarse esa vista, mejorable como poco.

Yo no sé quién decide el tema de comunicación de VOX, pero ruego al Olimpo en pleno que no recoloquen ahí a los monos con metralleta, que ya van bien servidos.