13/05/2024 02:01
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La tempestad Olona deriva en extraños giros. Nuestra Macarena está dando el macarenazo bien de veras. Dice su amigo Mario Conde que esto es una tormentita esquizofrénica, pero más parece la tempestad paranoide de una guerra de egos enormes.

Los enemigos de esta madre patria vejada y doliente, socialistas, comunistas, rojos, masones, independentistas… valgan las redundancias, compran palomitas y se están sentado en platea con la convicción de que la peli va a ser buena y con final feliz… para ellos. Y me fastidia. Nunca me gustó que ardiera Troya.

Da la impresión de que Macarena, que tiene un ego más grande que el paso de la Virgen sevillana que lleva su nombre, ha decidido echar un pulso a VOX. Pero VOX tiene unos egos en su cogollo central que son tronos de procesión de Viernes Santo. Y los pasos del Cristo de los Alabarderos Ortega, Jesús el Pobre Buxadé, Jesús del Gran Poder Abascal, el Cristo de Medinaceli Espinosa, y no digamos el trono monasterial de la Virgen del Rocío, están para pocas saetas.

Y a los votantes, que al final son los costaleros, empieza a pesarles tanto ego. El problema es que del choque de egos, como en el de trenes o tronos, solo salen cascotes. Se nos va a quedar la derecha identitaria hecha un ecce homo.

Es verdad que Macarena no se fue solo por la enfermedad. Es verdad que lleva razón en la falta de democracia interna, que sólo hay que ver la evolución de los estatutos. Hoy los afiliados de VOX solo eligen su hamburguesa en el McDonald’s después de la asamblea. Pero más que de falta de democracia, las voces profundas de Bambú hablan de otras cosas. Que pasas por debajo de la sede y te crees que tienes esquizofrenia de tantas voces que oyes. Voy a terminar no pasando de puro miedito que me da. Las voces hablan del ninguneo de todo aquel que no es “uno de los nuestros” -léase con voz de Vito Corleone-. Esos “nuestros” caben en un taxi aunque sean egos como pasos de Semana Santa. El resto de los de VOX son contingentes. Solo el taxi es necesario. En VOX no hay partido. En VOX, como en Arabia Saudí, manda la familia Real.

Y les ha salido un grano. Con el paso de la Macarena, la consigna es el silencio. Parece que se ha pedido a los escasos medios afines a VOX el silencio para bien, o para mal. La irrelevancia.

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Los escasos medios afines callan, pero los no afines se lo están pasado de cine con el temporal Olona, y la sacan día sí y día también, que van a acabar deslomados de tanto pasear el paso. Y como la política de medios de VOX es tan siniestra como la gestión de recursos humanos, no afines a VOX son casi todos. Como saben que hablar de Olona hace daño a VOX, nos van a terminar contando que Olona ha ido a comprar cereales al AhorraMas por amor a España y respeto por los andaluces.

Cualquier día de estos, Pedro Antonio de las Begoñas y Yoli Tucán felicitan a VOX por su inspirada política de medios. Que no es más que la extrapolación de la pura soberbia que hasta ahora les ha funcionado con los afiliados y cargos aplicada a los medios de comunicación.

La disidencia es cuantificada como locura. En eso PP y Vox no son muy diferentes a los comunistas. Que dicen que Olona, como dijeron de San Gil, está loca. Pero el caso es que lo de Macarena no es locura. Es casi peor. Es también soberbia. En eso es muy de VOX, vaya por Dios. Y para calmar su sed de venganza está dispuesta a cualquier cosa. Y cualquier cosa es mucha cosa: sacar todos los trapos sucios de VOX o ponerse en manos de los que fundaron el Rotary, ese club selecto en el que no son todos los que están, ni están todos los que son, pero estar, están. Y ahí sí que se complica todo.

Seguro que VOX tiene trapos sucios. Las voces del Palacio de Linares de la calle Bambú cuentan algunas cosas inquietantes, pero que al lado de los trapos de PP y PSOE, se quedan en pañuelos. No preocuparse gente, que ya se van a encargar los medios no afines a VOX de poner la lupa y que parezcan sabanas. Es lo que tiene la política de tierra quemada de VOX con los medios.

Podemos asegurar que Olona miente muy a menudo. No se iba a ir de Andalucía, y se ha ido; estaba enferma para la exposición mediática pero no para los escraches con medios de comunicación y puñetazos incluidos; dejaba la política, pero no la deja; le preocupaban los españoles, pero con sus numeritos los únicos que están disfrutando son los enemigos de España, incluido Podemos, y los que se la han repartido como un cortijo, digo PP y PSOE. Pues menos mal que le preocupamos.

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Miente. Miente demasiado. Y en eso no se diferencia mucho de algunos dirigentes de VOX que a decir de las voces profundas, faltan a la verdad como Olonas despechadas pero sin la atenuante del despecho. Y es demasiado histriónica y teatrera en sus puestas en escena.

En VOX piden silencio, pero es complicado no hablar de algo que se veía venir. En el Palacio de Linares de Bambú los fantasmas de Raimunda y Raimundita andan recitando las obras completas de Lope de Vega. Ya digo que pasas al lado y eso parece radio macuto. VOX ha tratado a su gente como a zapatillas circasianas, que son una especie de babuchas que llevan muy mala vida. En general, los ninguneados o depurados por señalar errores, pedir explicaciones ante arbitrariedades o quejarse porque les daba la bala perdida de un mono con metralleta, morían en silencio y con dignidad. Como era gente leal que profesaba las ideas de VOX, fieles a España, les dolía dañar un proyecto que habían colaborado a levantar. O simplemente sabían que dañar a VOX era dañar las esperanzas de muchos. Quizá la única posibilidad de salvar España del viaje a la Fosa de las Marianas.

Olona no. Cuentan que Olona llegó más tarde al partido. No vio crecer a VOX a sus pechos. Se lo encontró ya adulto y castigador. No le duelen prendas, en pleno cabreo, para comportarse como hembra despechada y que caiga quien caiga. Tenía que suceder y sucedió. Y va a pasar factura en tanto me temo que no va a servir de reflexión. Y no aprender de los errores es la mejor forma de terminar desparecido en el Triángulo de las Bermudas.

Si Macarena, hembra despechada, no se da cuenta de que cuando ataca a VOX las butacas del cine están a rebosar de los enemigos de España, piraña Feijoo incluido, disfrutando de la peli y comiendo palomitas, es que ni es tan lista, ni es tan patriota.

Pero yo a lo mío, que Troya está que arde. Y yo con estos pelos.