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La desinformación, fenómeno que ha existido siempre, bien que con la potencia de los medios de comunicación actuales –redes in-sociales incluidas– alcanza niveles nunca antes vistos, se sirve de diversos procedimientos retóricos como son la demonización, de las medias verdades y las puras mentiras y falacias, de clamorosas omisiones, generalizaciones y simplificaciones, de burdas analogías y metáforas, de eufemismos torticeros y de muchos más.

La desinformación es la base de toda manipulación, lo que causa estragos en todos los órdenes en los que se aplica. Los que así proceden lo hacen siempre con objetivos maliciosos. Son, por demás, gentes carentes del menor escrúpulo, amorales, que desprecian a los demás y sólo quieren imponerse para beneficiarse de ellos de muy variadas formas.

Por todo lo dicho hay imperiosa necesidad, como bien dice nuestro eminente Gobierno, de perseguir la desinformación y a los desinformadores hasta acabar con ellos sin piedad, porque está en juego nuestra unidad, soberanía, integridad, democracia, libertad, paz, justicia y prosperidad.

Así pues, esperemos que los encargados de tan encomiable labor persigan y acaben con las toneladas de desinformación que venimos sufriendo los españoles desde hace décadas, las cuales no han llevado a:

Considerar al Frente Popular como modelo democrático en vez de marxista-leninista cuyo objetivo era la destrucción de la II República para implantar la dictadura del proletariado, tras una cruenta revolución, convirtiendo a España en satélite de Moscú.
Considerar el Alzamiento Nacional como “golpe de Estado fascista”, cuando fue natural levantamiento cívico-militar contra la tiranía frentepopulista para salvar la República y restablecer el Estado de Derecho.
Considerar verdugos de las decenas de miles de víctimas del Frente Popular y viceversa.
Considerar a los terroristas, mayoritariamente comunistas, de los años 1939 a 1952 como “guerrilleros luchadores por la libertad y la democracia”.
Sacralizar la Transición la cual, en realidad, vulneró la “reforma política” aprobada por los españoles convirtiéndola en ruptura y demolición del régimen anterior.
Demonizar la etapa de gobierno de Francisco Franco, cuando fue la más fructífera en todos los órdenes de nuestra historia contemporánea.
Considerar al PSOE, PCE-IU, Podemos, ERC y PNV partidos democráticos en vez de manifiestamente criminales, antidemocráticos y antiespañoles imposibles de legalidad.
Considerar la Ley de Memoria Histórica, y ahora la “Democrática” como la verdad, cuando es la más completa muestra de desinformación histórica sólo comparable a la de la Leyenda Negra.
Considerar al terrorismo de ETA (y del FRAP, GRAPO y otros) como producto de un “conflicto”; y menos aún que se le haya derrotado, sino todo lo contrario.
Considerar a España como Estado de Derecho y democrático, en vez de lo contrario dado que no existe separación de poderes, todas las instituciones están profundamente politizadas y corrompidas, la ley electoral pervierte la verdadera representación popular y la inseguridad jurídica es total.
Considerar que todos los españoles somos iguales y España está formada por 17 entes autonómicos y/o “nacionalidades” en vez de por 51 provincias, así como que la desigualdad entre los españoles es patente en todos los órdenes.
Considerar que hay libertad de religión y que los católicos no son perseguidos.
Considerar que el español no es nuestra única y verdadera lengua.
Considerar el aborto como un derecho, en vez de un crimen que alcanza proporciones de genocidio.
Considerar la sodomía como práctica sexual normal, en vez de antinatural.
Considerar que el matrimonio no es exclusivo de un hombre y una mujer, y que la familia puede estar constituida de múltiples formas.

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Ahora añadan ustedes las que faltan, pues la lista es interminable y, además, seguro que lo hacen mejor que quien esto subscribe.

Una pregunta: ¿serán capaces Iván Redondo (jefe del Gabinete de Presidencia), Juan Antonio Rodríguez (a) “comisario Lenin” (director del Gabinete de Coordinación y Estudios de Interior), Santiago Marín (Gral. jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil) y Margarita Robles (Ministro de Defensa) y Paz Esteban (directora del CNI) de afrontar tamaña empresa o… han puesto a las zorras a cuidar de las gallinas?

Autor

Francisco Bendala Ayuso